La pesca mantiene el equilibrio en mi vida.
Por Cosme Trapazzo para INFO AICACYP 35- Marzo 2010. Uno de los mejores tenistas de la Argentina, habla de su pasión por los deportes al aire libre. Sus paraísos elegidos en el país y el exterior. La anécdota del Masters 2005.
Todavía la vida de un tenista de elite combina competencia, adrenalina, concentración y mucha paz interior. Además de una profunda pasión por lo que hace, debe tener una enorme tranquilidad para que las manos hagan su trabajo y reaccionen en el momento indicado, a medida que el trofeo parece más cerca.
Será por eso que David Nalbandian, uno de los mejores exponentes del tenis argentino de todos los tiempos es también un fanático de la pesca. Ya sea en la Patagonia o en Miami, el cordobés nacido en Unquillo no demora un segundo cuando el agotador calendario de la ATP se lo permite y, ya sea con colegas del circuito, o bien con sus hermanos, se desenchufa en largas jornadas en busca de dorados o truchas.
La anécdota del Master 2005
Alguna vez un periodista especializado afirmó: “David es el mejor tenista del mundo, pero es de los que eligen vivir además de entrenar y jugar”. Corría diciembre de 2005, cuenta la leyenda, y Nalbandian estaba en pleno relax pescando en el sur argentino. De repente, empezó a sonar el celular, el mismo con el que había retratado varias veces sus mejores performances en el agua. Atendió. Lo llamaban de la organización del Masters que se estaba por disputar en Shanghai. La noticia era que el estadounidense Andy Roddick había decido bajarse del certamen. “Me tocaba ingresar a mí de manera imprevista, a último momento”, recuerda en diálogo con el Info Aicacyp. Se trataba del campeonato más importante del año después de los Grand Slam, que reúne a los mejor posicionados del año. Sin perder la calma, Nalbandian suspendió –suspendió, no abandonó- su relax pesquero, cambió el bolso de aventuras por el de las raquetas y atravesó el mundo desde la Patagonia hasta China, para jugar con los mejores.
Haría historia. Con un juego fantástico, derrotaría en la final al más destacado tenista de todos los tiempos, el suizo Roger Federer. Fue un match memorable, a cinco sets, no apto para cardíacos: 6-7 (4-7), 6-7(9-11), 6-2, 6-1 y 7-6 (7-3). David levantó el trofeo. Se subió al Mercedes Benz de lujo que había dispuesto el patrocinante del torneo para el campeón, habló con la prensa y poco después, volvió. Y volvió a seguir pescando. Casi sin escalas llegó a Chubut, a pescar con mosca. En Río Pico, a 245 kilómetros de Esquel, está su otro lugar en el mundo, fuera de la cancha de tenis. “Para mí no hay mejor descanso que venir a pescar a este paraíso”, cuenta. Sus hermanos, que habían ido originalmente en el viaje con él, no se habían ido. Sabían que ganara o perdiera, con gloria o sin ella, su hermano tenista habría de regresar.
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Pero la pesca también empuja cuando vienen las malas. El año pasado, por caso, David Nalbandian decidió enfrentar un dolor crónico en la cadera que lo tenía a mal traer y operarse. Estuvo nueve meses fuera de las canchas, y las escapadas caña en mano lo ayudaron muchísimo. Pensar en la calma del bote a la espera del momento justo, o en la alegría que quienes lo han visto cuentan que expresa saltando de una punta a la otra de la embarcación, contribuye a sobrellevar las lesiones y tratamientos. Como seguramente también lo habrá sostenido cuando un desgarro lo obligó en febrero a abandonar el ATP de Buenos Aires, en el que había vuelto a la competencia en un nivel más que auspicioso. En esos días de gran actividad, la figura del tenis argentino igualmente se hizo unos minutos para contestarle a esta revista sobre su otra pasión.
¿Desde cuándo te gusta la pesca?
Siempre me gustaron las actividades al aire libre, y desde chico, sobre todo en el interior y en pueblos como Unquillo, te criás de esa manera, jugando en la calle, en el campo. E ir a pescar es algo muy habitual que hacen grandes y chicos. Hace muchos años ya que cada vez que puedo voy a pescar con mis amigos, por ejemplo, y es algo que me encanta, lo disfruto muchísimo.
¿Qué disfrutás? ¿El aire libre, la navegación?
Sí, como te decía antes, disfruto del contacto con la naturaleza en general. Y la pesca en particular es algo que me relaja, me obliga a ser paciente, me genera tranquilidad, me despeja. La pesca mantiene el equilibrio en mi vida y es una de las cosas que más disfruto. Desde muy chicos, con mis hermanos salimos a pescar. Es una actividad maravillosa que nos conecta con la naturaleza y con los paisajes más bellos de la Argentina.
¿Tenés amigos del tenis que comparten el hobby?
Sí, he ido con Luli Mancini y con Hernán Gumy.
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¿Cada cuánto te podés hacer una escapada?
La verdad es que cuando estoy compitiendo en el circuito no lo puedo hacer muy seguido, por cuestiones de tiempo, lógicas de mi profesión. Pero el año pasado, que estuve inactivo debido a la operación en mi cadera, pude hacerme algunas escapadas y disfruté muchísimo. Es una actividad que me ayuda a relajarme e incluso a conectarme conmigo mismo.
¿Cuáles son tus lugares preferidos?
En el sur, la Patagonia. Por ejemplo, Río Pico, cerca de Esquel es realmente un paraíso para los pescadores. Es ideal para despejarse y olvidarse de todo. Es muy reconfortante utilizar el tiempo libre para pescar y pasar un buen rato con mi familia. En el norte, me encanta Salta, y en el exterior, Miami.
¿Qué pescás?
Me gusta la pesca con mosca y siempre catch and release. Lo que hacemos nosotros es pesca deportiva tal como lo indican las normas. Todo lo que pescamos, lo devolvemos al agua. No nos quedamos con nada.
¿Cuáles han sido tus mejores performances?
He pescado buenas truchas en el sur, buenos dorados en el norte y en Miami buenos ejemplares de pez vela.
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¿Hay algo de la pesca que aplicás en los courts?
La pesca me ayuda a despejarme, a pensar en otras cosas, pero a su vez esto que decís, al tema de la concentración sobre todo. Creo que es muy positivo tanto para el tenis como para mi vida en general.
Se te conoce como una persona preocupada por el medio ambiente. En varios puntos del país hay preocupación por la explotación comercial sin control. ¿Creés que hay conciencia sobre la pesca con devolución? ¿Cuál es tu opinión?
Creo que se está generando conciencia sobre la necesidad y la importancia de la pesca con devolución para afectar lo menos posible el medio ambiente y a las especies que se encuentran en lagunas, ríos y mares. Desde hace algunos años esta práctica se ha convertido en algo más popular y de a poco quienes se dedican a esta actividad, ya sea en competencias o solamente por ocio, le dan más importancia a este tema. Pero como todo cambio, esto implica un proceso que lleva su tiempo, que la gente internalice la necesidad de proteger a las especies y su entorno.
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