Vacaciones en medio de la naturaleza. Viva el camping!
Carpas o casillas rodantes, los amantes de la naturaleza se instalan durante la temporada en los campings que ofrecen distintos servicios que hacen más confortable la estadía en medio del verde o bien cerca del mar. Una propuesta económica y ecológica.
El olor a césped, el amanecer colándose por el mosquitero o el humo del asado en el comienzo de la noche constituyen algunas de las postales sensoriales de quienes pasan sus vacaciones en algún camping.
Ya sea cerca del mar o de la sierra, estos predios especialmente preparados para recibir a los turistas que eligen pasar sus vacaciones en carpa o casa rodante, cuentan con todas las comodidades tanto para las prácticas deportivas como para el bienestar general. Si bien los precios varían de acuerdo a cada establecimiento, la estadía de una carpa con dos personas por día oscila entre los $160 y $200. También ofrecen cabañas y dormis.
Apenas pasada la rotonda del faro, se encuentra el Complejo Vacacional Autocamping del Faro que, por su salida directa a la playa, es uno de los preferidos de los surfers.
Además de las parcelas para la instalación de carpas, cuenta con bungalows, cabañas y dormis, además de un amplio estacionamiento para casas rodantes o motorhomes.
Las parcelas destinadas a las carpas cuentan con fogones propios y, para los que pretenden un poco más de confort, existe disponibilidad de cabañas con baño privado y cocina. La estadía, para la carpa con dos personas, cuesta $160. Además de la bajada directa a la playa, el camping cuenta con juegos para niños, pileta y espacios deportivos.
Hernán y José están instalados en el mismo, habitando una carpa, desde “la semana pasada, es ideal para lo que pretendemos nosotros de las vacaciones: surfar”, contaron los jóvenes provenientes de Benito Juárez.
A pesar de ser del interior de la provincia de Buenos Aires, relataron que “nos enviciamos con el surf y venimos cada vez que podemos, aunque también solemos ir a Necochea o a Claromecó”.
En cuanto a la elección de camping para las vacaciones, aseguraron que “es mucho más económico que alquilar un departamento y estamos a metros del mar, no tenemos que movilizarnos demasiado”.
Tres décadas
Las carpas, algunas con sobretecho para protegerse de las probables tormentas, se alistan una al lado de la otra dandole forma a una comunidad rústica y natural que prefiere pernoctar bajo los añejos árboles.
También las casillas rodantes están estacionadas, muchas de ellas con una especie de porsche de nylon que suele funcionar como un ambiente más, como la de Jorge y Zulema que desde hace 33 años eligen veranear en el camping “El Griego”.
Todo comenzó cuando, más de tres décadas atrás, le regalaron a Jorge un tráiler, que lo estrenó yendo a pescar con sus amigos. Después se fue de vacaciones, a Córdoba, con su mujer, sus hijas y una sobrina y “de los 15 días nos llovió 14, así que cuando volvimos pensé que mi mujer me lo iba a tirar por la cabeza, pero enseguida empezó a planear el próximo viaje”, relató Jorge.
Así fue que llegaron, una temporada, a un camping ubicado en la zona de Playa Serena y “de noche yo veía una resplandor, mirando hacia el continente, y cuando pregunté que era me dijeron: ‘un camping'”, señaló Jorge que, junto a su mujer, se instala en el predio de noviembre hasta fines de febrero.
A pesar de que creía que “era muy caro”, esa Semana Santa el matrimonio volvió a la ciudad y visitaron el camping, que “para mi sorpresa cobraba como el otro. Así que desde ese entonces venimos acá. Vimos crecer desde los árboles hasta a los hijos de Carlos (el propietario)”, dijo Zulema, que ya no va tanto a la playa y prefiere leer bajo los árboles. Su marido, en cambio, pasa las horas jugando a las cartas o a las bochas. A veces hace algún asado. Si bien sus hijas son grandes, se suman a las vacaciones con sus propias familias.
El predio cuenta con amplias parcelas para la instalación de carpas o casillas rodantes, fogones individuales y tomas corrientes, además de lavadero de ropa y vajilla.
En materia lúdica, hay mesas de ping pong, canchas de fútbol y de voley, juegos para chicos, piscina, solarium y el parque acuático Aquopolis, cuya entrada está incluida en los $200 de la estadía diaria para carpas. También hay bungalows y cabañas, para 5 y 4 personas.
Cara a la sierra
Por la ruta 226, rodeada de verde, después de recorrer 25 kilómetros desde el centro de la ciudad se llega al camping Colinas Verdes, un gran predio arbolado, con piscina, dormis y bungalows.
También hay espacio para casas rodantes y todas las parcelas tienen acceso a luz electrica, además de fogones con parrillas y baterías de sanitarios con baños y duchas.
El predio cuenta con quincho, proveeduría y un despachador de comidas rápidas, además de los juegos infantiles y un tobogán acuático para niños, canchas de voley, fútbol y pádel.
Para mayor comodidades, se pueden alquilar bungalows tipo departamento, con capacidad para 4, 6 u 8 personas, con baño privado, anafe, heladera familiar, mesa con sillas y amplio espacio comedor, con vajilla básica y ropa de cama.
A la altura del 6000 de la avenida Luro, por la calle Chulak 6600, se levanta el complejo Calasanz, que es propiedad de la Orden de las Escuelas Pías, una congregación religiosa fundada por San José de Calasanz dedicada a la promoción de la niñez y la juventud en la educación integral.
Además de los espacios destinados a las carpas, se levantan dos amplios salones comedor, para 120 y 60 personas, quinchos con parrillas, fogones, mesas y bancos, proveeduría, canchas de fútbol, voley y handball, juegos infantiles, vigilancia las 24 horas y wi fi en todo el precio.
Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata
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