Los procesos de iniciación en el Tiro Deportivo
Reflexiones y sugerencias del Dr. Ricardo Río (*) acerca de la oportunidad y los riesgos que nuestro tiro deportivo—a nivel de iniciación— enfrenta. A continuación el documento completo del adelanto publicado en Aire Libre de Diciembre 2013
Introducción
La designación de Buenos Aires como la sede para los Juegos Olímpicos de la Juventud en el 2018 más la inclusión en los Juegos Deportivos Nacionales Evita han despertado importantes expectativas en niños, jóvenes y clubes de tiro que, ante la oportunidad histórica de participar de un juego nacional o en el mismo ciclo olímpico comenzaron a desarrollar actividades específicas para las edades que son potenciales competidores.
Así estamos viendo procesos de iniciación deportiva con carabinas de aire comprimido que está integrando nuevos tiradores. Si bien el hecho es altamente significativo no es menos importante repasar apropiadamente las técnicas de enseñanza que permitan afirmar sólidas técnicas de tiro desde el principio mismo del proceso. En este contexto debemos destacar que un proceso coherente es la base fundamental para lograr el rendimiento apropiado potenciando así el máximo rendimiento de los tiradores en las edades previstas de logro. Un buen proceso formativo debe evitar desviaciones técnicas, adecuarse al biotipo y edad de cada niño afianzando la excelencia de todos los procesos técnicos básicos y fundamentales; posición, respiración, puntería y ejecución del disparo.
Mirá también: Porqué el tiro es un deporte olímpico.
Desarrollo
El Instructor
No podemos comenzar a desarrollar los desafíos técnicos sin antes referirnos al instructor. El rol del Instructor en este proceso es fundamental pues es el responsable del momento más importante en la vida de un deportista, la formación de base. De las virtudes y/o defectos promovidos en este momento tan sensible dependerá de las potencialidades futuras que pueda desplegar el tirador en su carrera deportiva. Una de las grandes contradicciones que encuentran los formadores de base es que lo que define su éxito en la tarea no es el logro prematuro de logros si no el aprendizaje perfecto de los procesos técnicos básicos a partir de los cuáles se construirá un deportista integral.
Por decirlo de alguna manera, el formador de base trabaja para que las medallas sean ganadas por los entrenadores a cargo de los tiradores en las edades previstas para el máximo rendimiento deportivo. Es deseable que los mejores entrenadores, con profundos conocimientos técnicos y pedagógicos sean quienes estén a cargo de este primer momento de formación.
La primera tarea que tiene un Instructor al momento de planificar el proceso de formación es buscar las carabinas de aire comprimido apropiadas para iniciar el proceso técnico adecuado. El Instructor debe tener en cuenta que las carabinas de aire con las que cuentan los clubes de tiro son, mayoritariamente, para adultos. Esto implica que las carabinas son más grandes y más pesadas mostrándose inapropiadas para enseñar adecuadamente técnicas de tiro a niños y jóvenes. Si bien esto es una realidad cotidiana tampoco es una dificultad insalvable al momento de enseñar. Las carabinas que se deben buscar son aquellas que tengan las dimensiones y el peso apropiado para niños y jóvenes. Tan claro es diferenciarlas que no abundaré en explicaciones.
Una vez establecidas las armas con las que contará se debe realizar una prueba de precisión con cada una de ellas. Si bien son carabinas de quiebre, la prueba se puede realizar apoyando firmemente el arma en bolsas de arena y disparando con los mejores balines que se posean. El Instructor debe categorizar las armas según la precisión que obtengan. Así podremos comprobar que hay armas que, por diferentes motivos, no logran buenas agrupaciones e incluso, no todas están las carabinas están en condiciones de hacer un 100 absoluto.
Observar y mejorar los sistemas de disparo es también una tarea que el Instructor no debiera dejar de hacer. Esto será fundamental para saber con qué arma está disparando cada niño y poder determinar si las imprecisiones son propias del tirador o producto del arma.
EL TIRO DEPORTIVO JUVENIL, ¿Contraindicado? ¡Imposible! – Por Ricardo Rio (*) Nota publicada en AIRE LIBRE 8 – Diciembre 2012
El proceso técnico Teórico –Práctico
Aspectos teóricos – en el aula
El primer paso es brindar dos clases teóricas donde se expliquen a los nuevos tiradores los siguientes ítems:
CLASE I
1. Normas de Seguridad generales y particulares.
2. Tipos de armas, funcionamientos básicos, partes que la componen, cuidados y limpieza.
3. Tipos de Miras y Blancos deportivos.
4. Proceso de respiración.
5. Proceso de puntería.
CLASE II
1. Comportamiento en el polígono. La línea de tiro.
2. Posiciones de Tiro deportivo. Generalidades.
3. Vestimenta apropiada. Accesorios.
4. Puntería – Respiración – Proceso de disparo.
5. Libreta de tiro. Qué anotar y por qué.
Aspectos prácticos – en el polígono
Una vez en el polígono el Instructor debe tener muy presente que, para enseñar la técnica de manera perfecta el tirador novato debe comenzar desde posiciones que le permitan aprender fácilmente. Por ello nunca se debe comenzar este proceso desde la posición de pie. Comenzar a disparar armas de aire comprimido desde esta posición es obligar innecesariamente a disparar bien a quien no sabe cómo hacerlo induciendo a cometer errores técnicos por forzar situaciones técnicas para las cuáles aún no se está preparado. Esto sucede porque el novato buscará mantener quieta su arma y alinear las miras al blanco forzadamente, ejecutando sobre la cola del disparador, violentas presiones para disparar cuando crea que las miras están cercanas al centro. Este proceso está muy lejos de generar beneficios ya que si bien en algunas sesiones de entrenamiento el tirador podrá dominar cierta precisión, el proceso técnico se sustenta en tensiones posturales innecesarias y violentas ejecuciones del disparador no permitiendo que aprenda prístinamente estas técnicas. Un gesto técnico que debiera ser perfecto, aprendido incorrectamente en los momentos más sensibles, difícilmente pueda ser corregido en las fases posteriores del desarrollo deportivo. El Instructor es el único responsable que esto no suceda.
En este orden de ideas utilizar posiciones estables, cómodas y seguras permitirá que los niños y jóvenes, sin importar su contextura física, puedan sentirse cómodos, empuñar con seguridad, apuntar apropiadamente y disparar con precisión. Las posiciones de tiro facilitadas son aquellas que le permitirán al nuevo tirador ganar confianza aplicando las técnicas de manera depurada y precisa. Esto no es un dato menor ya que un proceso de aprendizaje requiere que el nuevo tirador pueda aplicar a la perfección los procesos de puntería, respiración y, muy especialmente, el sensible proceso de disparo que es el que definirá el éxito final del proceso. Es muy importante señalar que enseñar técnicas de manera forzada e inapropiada genera procesos de aprendizajes limitantes ya que para un aprendiz correlacionar técnicas nuevas de una sola vez, es una circunstancia de suma dificultad. Por ello las condiciones facilitadas tienen como objetivo permitir que el nuevo tirador pueda sostener el arma, apuntar apropiadamente y, con la mayor precisión y justeza posible, aprender el proceso de disparo a la perfección.
Mejorando la posición tendido – Cinco tips que servirán para ir alcanzando un mayor nivel de destreza en el tiro deportivo.
Por tales motivos la primera posición desde la cual deben disparar los novatos es la posición sentado con apoyo. Esta posición asegura una enorme estabilidad, gran comodidad y permite que el novato solo se concentre en tomar adecuadamente el arma, empuñe con la firmeza justa, apunte con tranquilidad definiendo perfectamente las miras sobre el blanco y realice una ejecución suave, firme y segura sobre la cola del disparador.
Aprender a disparar sentado promueve enormes beneficios posteriores ya que le indica al instructor que cuando el aprendiz logre agrupaciones pequeñas y buenos puntajes lo que está sucediendo es que está sosteniendo el arma apropiadamente, apuntando correctamente y disparando sin generar movimientos innecesarios durante el proceso. En dos palabras, está aprendiendo. Este es el momento apropiado para enseñarle a corregir correctamente las miras. Un buen tirador debe aprender desde sus inicios que las miras son un elemento fundamental para hacer disparos precisos.
Por ello para que este proceso sea exitoso el instructor debe asegurarse que el aprendiz cumpla con todos los pasos a la perfección. Es recomendable que el instructor proponga al tirador solo concentrarse en un solo aspecto técnico a la vez, ya que le será muy difícil amalgamar a la perfección todas las técnicas en un solo proceso y un solo paso.
Puede hacerlo de la siguiente manera:
1. Cuando el objetivo sea que aprenda a mirar a través de las miras, utilizar un blanco sin diana central es lo recomendable. Esto implica que solo se preocupará en apuntar correctamente sobre un simple papel y disparar sintiendo adecuadamente el recorrido del disparador.
2. Cuando el objetivo sea aprender a la perfección la ejecución del disparo, debe apuntar y cuando la posición sea estable y las miras correctamente alineadas, el novato debe cerrar los ojos y dentro de los cinco segundos siguientes debe disparar haciendo un proceso de ejecución perfecto. Cerrar los ojos asegura que el novato solo se concentre en la presión del disparador y aprenda a sensibilizar su dedo índice.
3. Cuando el objetivo sea sentir apropiadamente el sostén del arma y el movimiento al disparar, el tirador debe alinear miras, respirar buscando la tensión corporal adecuada, tomar conciencia de la presión en los puntos de apoyos y luego de apuntar y disparar, seguir mirando a través de las miras comprobando cuál fue el movimiento del arma antes, durante y después del disparo. Apuntar conscientemente a través de las miras antes, durante y después del disparo es un ejercicio de dominio psico-físico con enormes beneficios técnicos. Los mejores tiradores del mundo lo hacen a la perfección.
4. Cuando el objetivo sea aprender a utilizar las miras, el instructor puede modificar la relación de miras y, a partir de los nuevos lugares de impacto, el tirador hacer las correcciones necesarias para poder llevar la agrupación nuevamente a la zona X.
UN TIRADOR SOLO DEBE DEJAR LA POSICIÓN DE SENTADO CON APOYO CUANDO HAYA LOGRADO DOMINAR A LA PERFECCIÓN LAS TÉCNICAS DE TIRO. ESTO SE COMPRUEBA CUANDO EL TIRADOR LOGRA HACER DE MANERA CONSISTENTE BUENAS AGRUPACIONES Y LOGRA LOS PUNTAJES MÁXIMOS PREVISTOS PARA ESA ARMA EN PARTICULAR. PREFERENTEMENTE, CUANDO LOGRE CONCRETAR VARIAS VECES 100/100.
Lograr el máximo rendimiento con su arma indica que el tirador ha aprendido a la perfección las técnicas.
Todo lo que tenes que saber de EL OJO DOMINANTE en esta nota de Carlos Nesci para Revista Aire Libre
PIE CON APOYO
El paso siguiente es que el tirador aprenda a disparar desde la posición de pie pero, con apoyo. ¿Qué significa esto?, que el novato tomará la posición de pie, sostendrá el arma de acuerdo a esta posición pero en vez de sostener el arma apoyando su codo en el tronco/cadera, el sostén de la misma será a través de bolsas u otro elemento que le permita apoyar parte de la misma en una posición técnicamente apropiada. Aquí ya no estará sentado, entonces, el nivel de aprendizaje estará centrado en el equilibrio estático, el correcto sostén del arma inmovilizando el tronco, el apoyo de la culata en el hombro/brazo y el ejercicio de la tensión apropiada para sacar el disparo con la misma perfección que en el paso anterior sin trasladar tensiones del tronco al arma.
Aquí las recomendaciones son exactamente las mismas que en el paso anterior. Ir depurando cada técnica paso a paso y solo, cuando el tirador logre dominio absoluto de las técnicas de manera integral, solo en ese momento está en condiciones de comenzar a disparar desde la posición de pie sin apoyo. Este es el momento adonde nuestro aprendiz comienza a tener mayor autonomía. Debe empezar a dominar los tiempos de carga, cambio de blancos, puntería, descanso y todo aquello que implica ser un tirador prolijo y metódico en todos los pasos del proceso. Ser un buen tirador no es solo impactar en el diez. Ser un buen tirador también se evidencia por una práctica prolija, seria y concentrada desde que se llega al polígono.
PIE SIN APOYO
Hay que tomar con mucha atención este estadío por ser clave en el proceso. Este es el momento en que nuestro tirador realmente empiece a dominar sólidamente las técnicas disparando desde las posiciones competitivas de tiro. Por esta razón en este momento no se debe desandar lo construido. Debe quedar claro que aún llegando a este nivel, nuestro tirador no se encuentra en condiciones de disparar con seguridad desde esta posición. Si habiendo aprendido todo bien, llega a este nivel y comienza a cometer errores técnicos de sostén, puntería o ejecución, de nada habrá servido lo hecho anteriormente.
Por esta razón es recomendable que comience disparando dos tiros con apoyo y uno sin apoyo. Esto se hace para que cuando tenga el nivel de dificultad total, disparando sin apoyo alguno, no olvide integrar todas las técnicas de manera apropiada. Estos refuerzos positivos disparando apoyado deben darle seguridad y confianza al tirador de modo tal que el proceso sea desafiante pero no imposible. Seguir disparando tiros con apoyo, intercalados con disparos en posición de pie, le permite recordar perfectamente la técnica al mismo tiempo de no cansarse innecesariamente. Cuando el tirador logre puntuaciones cercanas a los máximos rendimientos podrá intercalar 1 disparo con apoyo + 1 disparo sin apoyo. Consecuentemente con el perfeccionamiento técnico, los pasos siguientes será espaciar los disparos con apoyos.
Hay que resaltar que el aprendiz solo podrá disparar todos los tiros de pie cuando haya dominado a la perfección las técnicas de tiro, el equilibrio estático de la posición, los niveles de tensión/relajación de su cuerpo y pueda sostener el peso del arma sin dificultad.
10 Tips para mejorar tu puntería – Consejos para corregir errores iniciales y incrementar aciertos
Conclusiones
Es importante señalar la oportunidad única que está viviendo el tiro deportivo nacional con los desafíos deportivos futuros. Asimismo diversas entidades están promoviendo y apoyando fuertemente el desarrollo de este deporte en edades infanto juvenil. Es una situación claramente ventajosa y estratégicamente oportuna para desarrollar procesos de entrenamiento infanto – juveniles. En este contexto sugerimos desarrollar procesos razonables, técnicamente perfectos y operativamente óptimos buscando la excelencia en cada momento sin forzar situaciones desventajosas para el aprendizaje. Debemos comprender que acelerar procesos de aprendizaje lejos de potenciar, limita. Por tal razón cada estado de aprendizaje debe construirse a partir del estadío anterior. No se puede sostener la técnica de manera perfecta sin antes haber dominado sólidamente los procesos que la sustentan.
(*) Ricardo Rio es Profesor Universitario en Educación Física (UFLO), Licenciado en Deportología (UFLO), Posgraduado en Medicina y Psicología del Deporte (UCA). Obtuvo su Doctorado en la Facultad de Ciencias de la Educación y la Comunicación Social de la Universidad del Salvador. Es Profesor Instructor de Tiro – RENAR y fue integrante de la Selección Argentina de Tiro (1987 – 2010) como representante del Tiro Federal Argentino, club del cual es Socio Vitalicio. Es consultor externo e investigador de la ISSF NEWS- International Shooting Sport Federation. Actualmente se desempeña como Coordinador Técnico Deportivo de los deportes olímpicos individuales del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD).
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Jorge Saenz
Siempre es oportuno leer las notas del profesor Ricardo Río, persona de gran experiencia y exitosos resultados en la formación de tiradores.
Zorrozua Carlos Daniel
Exelente resumen de iniciacion en este hermoso deporte .
Lo pongo en practica y se ven los resultados .
Gracias ,por compartir conocimientos .