Las guarderías náuticas suman inversores y ya son un boom.
Hay proyectos por más de US$ 300 millones; cada unidad cuesta 40% menos que una cochera y rinde el triple que una para autos.
Por Carlos Manzoni para Diario La Nación del 16 de marzo
Hay un negocio en la Argentina que cada año suma 3500 nuevos potenciales clientes y que sólo en zona norte, que representa el 70% del mercado del país, tiene 15.000 consumidores: es el de las guarderías náuticas, construcciones que se han convertido en furor en los últimos años, debido al aumento del parque de embarcaciones y a la falta de terrenos y sitios aptos para alojarlas.
Los motivos de este auge, que ya tiene proyectos de inversión que ascienden a $ 300 millones por complejo, son la falta de una oferta proporcional a la gran demanda de camas náuticas y el déficit en servicios extras, acordes con lo que necesita el dueño del jet sky, bote o lancha.
En la actualidad, hay 23 guarderías en San Fernando y Tigre, que representan una capacidad de 12.000 espacios. Sergio Rotondo, CEO de Tifón Tigre, dice que hay mucha gente que quiere comprar su lancha, pero aún no lo hizo porque no tiene dónde guardarla. “Por eso, la construcción de guarderías náuticas, ya sea para uso propio o para alquilarlas y sacarles una renta, es una gran oportunidad”, opina el ejecutivo.
Con una inversión de $ 300 millones, el diseño de Pininfarina y 6000 unidades, Tifón Tigre es el segundo eslabón de la cadena Tifón. El primero fue Tifón Baigorria, en Rosario, donde desembolsó $ 150 millones en un complejo que dispone de 700 lugares, pero que, cuando se complete, tendrá 3000.
Las nuevas guarderías introducen un concepto de servicio más integral, donde el dueño o el inquilino disponen de comodidades que tradicionalmente no tenían. “Estos diferenciales incluyen la posibilidad de contar con la guardería abierta las 24 horas todos los días del año, poder llegar y que esté la lancha donde tiene que estar gracias a un sistema parecido al web checkin de las aerolíneas, un supermercado exprés dentro de complejo, restaurantes, tarjeta de membresía y auxilio mecánico”, detalla Rotondo.
Puerta Delta fue pionero en este formato y colocó 90% de sus 770 camas náuticas en dos meses, entre diciembre de 2012 y enero de 2013. “Fue el éxito de la innovación, porque no había fideicomiso al costo ni la posibilidad de adquirirla bajo propiedad horizontal”, cuenta Alberto Forti, director de la fiduciaria Desarrollos de Canning, que tiene Puerta Delta y el Grupo Amaneceres. Puerta Delta fue la primera en contar con un shopping náutico, con 14 locales.
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Además, su gran fuerte es la ubicación, ya que está sobre el arroyo Claro, en Villa la Ñata, Tigre. Con una inversión de US$ 6 millones, entregará sus unidades a fines de este año. “Este formato se convirtió en la única opción a las cocheras, ya que su ticket es menor y su renta es tres veces mayor. Por eso, creo que el auge va a seguir”, destaca Forti.
A la hora de responder por qué se han transformado en un boom, Martín Machado, brocker de la unidad de Negocios Especiales de Toribio Achával, responde que se ha podido combinar una inversión de bajo ticket, al alcance de un gran espectro de inversores, con un producto de alta demanda e históricamente escaso. “Los usuarios de lanchas conocen la problemática de conseguir lugar para guardarlas, y los que son inversores entienden que siempre fue un problema encontrar espacio en las guarderías”, señala.
La inmobiliaria Toribio Achával maneja el emprendimiento Delta Marina, que cuenta con servicios adicionales, como club house, sector de reparaciones menores, estacionamientos, seguridad las 24 horas, áreas parquizadas, acceso a las marinas para discapacitados . El propietario podrá usar la cama, alquilarla o venderla cuando quiera.
El costo-beneficio de estos emprendimientos es un buen anzuelo. Cuestan menos que las cocheras para autos y dejan una mejor renta. Según explica Rotondo, una cama náutica para una embarcación de 19 pies cuesta $ 135.000 en promedio, se la puede comprar con un anticipo de 56% y el resto en 12 cuotas sin interés. Su renta por alquiler puede llegar a los 3000, mientras que una cochera cuesta 40% más y deja $ 1200 por mes de alquiler.
La escasez de camas náuticas para alquilar se debe a que son muy pocos los jugadores en el mercado, ya que construir una guardería requiere una inversión importante. Además, es muy difícil encontrar un lugar adecuado, porque es muy escasa la disponibilidad de tierra con costa de río y con buenos accesos por tierra y agua.
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