Por Gonzalo Galán – Presidente de AICACYP
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El 30 de marzo AICACYP cumple sus primeros 75 años. Las páginas centrales de esta edición de AIRE LIBRE recogen una breve síntesis de los hitos más importantes en la historia de la Asociación. Con marcadas diferencias de estrategias y actividades desarrolladas, pero con los mismos objetivos centrales de promoción y defensa de nuestro sector. La simple lectura de las actas de las Comisiones Directivas de estos años, nos permite agrupar este recorrido en tres etapas.
Un comienzo centrado en la problemática de la caza, como actividad principal de los socios que agrupábamos. Las actas de aquella época reflejan desde múltiples reuniones con las Direcciones de Recursos Naturales de la Nación y de las Provincias para analizar las reglamentaciones de caza hasta el apoyo al INTA para el desarrollo de un criadero de perdices coloradas.
La compra de la primera sede social propia en 1973, a lo que se suma la sanción de la Ley Nacional de Armas de Fuego ese mismo año y su reglamentación dos años después. Marcaron esta segunda etapa los albores de un plan de acercamiento de fabricantes, importadores y comerciantes de rubros vinculados a la pesca y al camping, lo que constituyó en el pilar que sustentó su continuidad y crecimiento.
A partir de los años 90 y ya con 50 años de historia, AICACYP se consolidó definitivamente y se posicionó como parte fundamental en las misiones de defensa de los derechos de los legítimos usuarios de armas, en la promoción de la actividad comercial a través de las exposiciones y en el incremento de la base de aficionados a partir de la realización de torneos promocionales de tiro y pesca.
Toda esta actividad se vio reflejada en nuestras publicaciones, en un principio a través de INFO AICACYP y hoy en esta renovada apuesta de AIRE LIBRE, que con 30.000 ejemplares trimestrales, llega de forma gratuita a más de 200 comercios asociados, que a su vez la ofrecen a sus clientes. La revista se agota todas las ediciones, lo que nos llena de orgullo.
Nada de esto hubiera sido posible sin el aporte de los socios que, integrando o no la Comisión Directiva, siempre han estado presentes en estos años. Me toca a mí la responsabilidad de presidir AICACYP y decir MUCHAS GRACIAS a todos los socios, al personal y a los colaboradores que han pasado a lo largo de estos 75 años. Pero también me toca a mi pedirles a quienes aún no pertenecen a la Asociación que se sumen, que nos hacen falta, que debemos fortalecernos y unirnos cada día más para afrontar los desafíos que son muchos y permanentes. Porque esta no es una llegada, sino un nuevo punto de partida…
Hasta la próxima y que disfruten este nuevo número de AIRE LIBRE.
© Aire Libre – Marzo 2014
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