Arquería, una disciplina que crece entre los jóvenes
- Villa Mercedes – San Luis. Es una pequeña escuela de “Tiro con Arco” que cuenta de 45 alumnos. Busca fomentar nuevos talentos.
26 de marzo de 2014. La arquería es uno de los deportes más antiguos de la humanidad. Pero a su vez, muy novedosa dentro del límite provincial. En Villa Mercedes, la pasión por los arcos y las flechas, pueden rastrearse hasta una pequeña escuela de 45 alumnos (Tiro con Arco Villa Mercedes) que trabaja incansablemente por crecer y se destaca por enseñar, fomentar y sumar adeptos jóvenes entres sus filas.
Con sede en las instalaciones del club Pringles, ubicado en calle Moreno y Suipacha, el salón techado de la ex cancha de bochas simula ser aquel bosque de Sherwood (Inglaterra) hábitat natural del mítico Robin Hood. Ahora rincón de cinco profesores: Fortunato Vaccarezza, Sebastián Olivares, Federico Hollmann, Claudio Varela y David Zeballos; que a puro sudor, esfuerzo y vocación encaran un proyecto integrador a largo plazo.
“La arquería no es un deporte muy común. La mayoría de los chicos optan por el fútbol, básquet, vóley u otras disciplinas. Por eso, luchamos de a poco, para formar nuevos arqueros e instalarla como una alternativa. No hay límites de edad para aprender. A partir de los 8 años, ya pueden comenzar a practicarlo e ir desarrollando todas sus habilidades”, mencionó Fortunato Vaccarezza, profesor y miembro de la comisión directiva, en su visita a la redacción de El Diario.
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El primer torneo data del año 1673 en Yorkshire (Inglaterra). Y desde el 1900 es considerado deporte olímpico en las categorías individual y por equipos. En la actualidad la FITA (Federación Internacional de Tico con Arco), es la encargada de nuclear los campeonatos más importantes en el mundo; mientras que la Fatarco (Federación Argentina de Tiro con Arco), fija el calendario nacional.
A pesar de todo el trabajo realizado, la escuela de tiradores todavía cuenta de una asignatura pendiente: la afiliación para competir en los grandes torneos. “Estamos realizando los trámites pertinentes. Hasta el momento tenemos la personería jurídica, pero nuestra prioridad es anotarnos como ‘profes’, así nos perfeccionamos y contamos con la posibilidad de participar en campeonatos importantes, y no sólo en certámenes sociales como lo venimos haciendo”, explicó Vaccarezza.
Talento hay de sobra.
Muchos de sus exponentes más experimentados compiten a nivel nacional. Claudio Varela, instructor del club, es un ejemplo de ello. Actualmente Claudio ocupa el 6º puesto en el ranking argentino -categoría arco compuesto-, luego de disputar la final del Campeonato Argentino de Paraná (Entre Ríos) a principios de marzo. Aunque la dura realidad, indica que no puedan representar su ciudad de origen, viéndose obligados a vestir remeras de otra academia.
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Para Fortunato, los dos años de trabajo generaron buenos frutos. La evolución de sus alumnos es una inspiración permanente para seguir apostando a la disciplina y, enseñar la técnica de un gran arquero. “Los chicos entrenan tres veces por semana. Cada uno tiene su planilla personal, en la cual anotamos todos sus disparos y los fines de semana observamos la evolución. También realizamos observaciones: postura del codo, manos y respiración; cosas para corregir”, dijo.
Dos son los tipos de arcos más usados en los campos de tiro: recurvado olímpico y compuesto. El recurvado es el arco insignia, empleado para competir especialmente en las olimpíadas. En cambio los compuestos, contiene poleas y son utilizadas principalmente para la caza o competencias profesionales.
No es un deporte para nada sencillo.
Requiere de relajación, buena respiración y puntería a la hora de realizar el disparo. Todo en un movimiento perfectamente sincronizado. “Más allá del tipo de arco, la precisión depende del arquero. Se puede lograr un alto nivel de habilidad practicando durante el tiempo que sea necesario, hasta acertar en el centro del blanco se transforme en una habilidad subconsciente”, señaló el profesor, quien instruye a sus estudiantes en las modalidades indoor, outdoor y tiro de campo.
“Por ahora por cuestiones laborales y de tiempo, nos juntamos los días lunes, miércoles y viernes a las 21. El horario nocturno, es el único espacio donde todos pueden acceder a practicar. Se complica con los más chiquitos, pero estamos evaluando empezar más temprano”.
Sacrificio y esfuerzo sobrehumano es el común denominador de los cinco responsables de esta pequeña escuela. Tienen talentos jóvenes y tienen un sueño. Pero primero deberán cumplir el paso más importante: afiliarse. Sólo de esta manera podrán competir como establecimiento matriculado. Para luego salir a demostrar fuera de casa todo lo aprendido, junto a la exactitud de cada uno de sus disparos.
Fuente: El Diario de la República – San Luis
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