Columna de Arquería del Lic. Andrés F. Verde (*) en Aire Libre
(*) Kinesiólogo Fisiatra (UBA) dedicado a la enseñanza del tiro con arco desde 1998. Entrenador WA Nivel II, y Entrenador Nacional AATA. Campeón Argentino (Longbow) en 13 oportunidades. Actualmente con un record de 77 primeros puestos en torneos, desde 1993. www.arcosur.com
4 de mayo de 2014. En épocas pre-Internet, cualquier catálogo de arquería valía oro, y era común repasarlos hasta el hartazgo. En uno de 1993, en la foto de tapa sobresalía entre varios recurvos un arco diferente, el Black Sequoia. Un par de años después sería mi primer longbow.
Fue allí cuando comencé realmente mi camino en la arquería tradicional, de forma apasionada y sin retorno hasta el día de hoy.
En los últimos años mis principales marcas de arcos fueron Howard Hill (USA), Puma (ARG), Timberpoint (SA) y 21th Century (USA). Voy a utilizar al modelo Edge de la última firma, como ejemplo para describir mi equipo habitual de competencia.
El longbow moderno o americano se caracteriza por ser un arco de una sola curvatura en sus palas de sección rectangular. Pudiendo estar construido de cualquier material, los que predominan en las competencias actuales son madera, bambú, fibra de vidrio, fibra de carbono, micarta y fenólico.
Para ser reglamentarios pueden estar construidos enterizos, o como máximo, en dos tramos que se unen al montarlo.
Ya casi han pasado dos décadas desde mi primer longbow, y mi pasión por esos arcos sigue intacta y más viva que nunca. Lo mismo le ocurre a miles de seguidores del “arco largo” en todo el mundo. El longbow es un desafío permanente, un camino difícil, pero que depara en cada logro grandes satisfacciones; quizás más que cualquier otro arco.
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