Contacto con la fauna marina en primera persona.
Enclave turístico durante la temporada de playa, el Golfo de San Matías y Las Grutas despliegan todo el año la riqueza de su fauna marina: avistaje de ballenas francas, lobos marinos y delfines, en un mar que lo ofrece todo. Por Osvaldo Cuccorese para AIRE LIBRE 12 – Diciembre de 2013
El avión nos lleva hasta la ciudad de Viedma, en Río Negro. Sin embargo nuestro objetivo queda 190 Km hacia el sur, donde la provincia nos regala una de la joyas: Las Grutas punto de encuentro para miles de familias que cada verano se acercan a disfrutar de un paisaje encantador y una amplia oferta gastronómica.
Rumbo Sur
Si bien la actividad más conocida en materia turística se desarrolla durante la temporada estival, a la tradicional Fiesta Nacional del Pejerrey que bien conocen los lectores de AIRE LIBRE, se suma al avistaje de la nutrida fauna marina de la región especialmente, cuando el invierno comienza a languidecer.
Parte del Municipio de San Antonio Oeste, Las Grutas está a sólo una hora de vuelo de la Capital Federal y es el principal balneario de la Provincia de Río Negro, hasta el punto de convertirse en unos de las primeras opciones en la margen este de la Patagonia.
Es el corazón de un fenómeno turístico que ha ido en aumento. Cada año arriban a Las Grutas miles de turistas cautivados por sus playas, la transparencia de sus aguas, las temperaturas que oscilan entre 14 y 30° C y esos singulares acantilados como atracción; un fenómeno natural producido por la erosión de las aguas del golfo de San Matías, sello característico de este paisaje.
La fauna del Golfo abarca una gran diversidad de especies que pueden observarse durante todo el año. Pero entre agosto y noviembre, la propuesta descollante es sin dudas el avistaje de fauna marina. Luego de los peores fríos, cuando los días se alargan y se hacen más luminosos, las chances de observación son mayores; aunque cabe destacar que los delfines pueden ser apreciados durante todo el año. Incluso los guías aseguran que “por cada aleta de delfín sobre la superficie se calcula que puede haber otros siete por debajo del agua”. Habrá que verlo. Y para eso venimos.
Las distintas especies objeto de avistaje son el delfín (en sus tres variantes: común, nariz de botella y oscuro), los lobos marinos (de uno y dos pelos) y por supuesto la ballena franca austral, la gran protagonista de cada una de las salidas mar adentro. Estas son apenas algunas de las tantas especies que habitan el puro y salvaje mar patagónico.
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En busca de los gigantes del mar
En el marco de un fenómeno relativamente reciente -pues las ballenas comenzaron a extender su radio de acción en estas aguas hace tan sólo una década- cuatro empresas llevan a cabo las excursiones. Pueden ser desde la tercera bajada del balneario de Las Grutas de donde partimos, del Mirador Norte en San Antonio Este, o del balneario Punta Verde en San Antonio Oeste. En nuestro caso, la empresa que nos transportó fue Cota Cero y cuenta con botes semirrígidos de aproximadamente 8,5 m, equipados con motor ecológico de 4 tiempos y 140 HP, y los chalecos salvavidas de rigor. Estas características no son para nada casuales e indican una deliberada intención de reducir al mínimo el impacto sobre el ecosistema, a la vez que procuran maximizar la sensación de intimidad entre los visitantes y el mar.
Tras una charla introductoria por parte del capitán de la embarcación, Sebastián Leal, al iniciar la salida partimos en dirección sudeste navegando aproximadamente de 8 a 10 millas marítimas.
Con buen tiempo y viento favorable, la ansiedad es la emoción predominante. El rumor que días atrás se hayan visto orcas obviamente no ayuda en nada a serenar al grupo. Pero, imprevisibles y de avistamiento poco probable, las orcas no constituyen nuestro objetivo actual.
En el camino nos cruzamos con varios grupos de lobitos de dos pelos, que se encuentran siempre en el agua y nunca en el continente. Más adelante, en una zona denominada “de los bancos”, descubrimos una manada de delfines comunes y la gran cantidad de gaviotas que los sobrevuela nos confirma que llegamos justo a la hora de la comida.
De repente con un “el show va a comenzar” del capitán Leal, entre 500 y 800 delfines acompañan desde la proa con agilidad y aparente entusiasmo a la embarcación durante casi 30 minutos. Sin dudas se trata de un momento inolvidable, de esos que dejan huella.
Poco más tarde, alcanzamos el ansiado objetivo más ansiado. Con pericia y discreción, el capitán nos acerca a un grupo de ballenas de la variedad franca austral, las más habituales en esta época del año. El protocolo de acercamiento es siempre el convenido, nada queda librado al azar, se realiza una primera aproximación a unos 100 metros (distancia sorprendentemente corta en ese ambiente), se detiene el motor de la embarcación y se observa atentamente la reacción. Habitualmente se quedan en el lugar, pero en otras oportunidades se sumergen, pasan por debajo de la embarcación compartiendo unos minutos con los turistas pegados al bote. Este es un comportamiento típico de las ballenas hasta que se retiran. Pareciera que cada uno de estos gigantes tuviese su propia personalidad. Los hay indiferentes y tímidos y otros sumamente curiosos, con indudable intención de entrar en contacto con el grupo.
Ese día calculamos entre 10 y 15 ejemplares de ballenas francas. Mientras observamos madres con crías en dos grupos de cuatro, a lo lejos nos sorprenden otros resoplidos y algunos saltos. Fascinación es una palabra que apenas describe la emoción predominante entre el grupo.
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Olivos patagónicos
Regresamos a tierra con los ojos llenos de una experiencia maravillosa. Las Grutas termina por garantizarnos una gran sensación de plenitud.
Del otro lado de la ciudad y con el desierto de fondo, se dibuja una grata sorpresa que data de 2001. Se trata de Olivos Patagónicos, un emprendimiento que con la asesoría técnica del INTA de Viedma, implicó la plantación de casi 800 olivos. En la actualidad ya se cultivan 8000 de las variedades Arbequina (la más vegetal en cuanto al sabor, con gran resistencia al frío), Frantoio (de sabor amargo picante) y Empeltre, más suave.
El suelo del golfo de San Matías proporciona el sustrato ideal para el desarrollo de la especie, que se suma al clima marítimo muy favorecedor. Tras las cosechas de abril y mayo, las olivas se prensan en frío para obtener un aceite extra virgen de calidad superior. Como bono de la visita guiada al establecimiento, el visitante puede adquirir una amplia variedad de productos.
Por otra parte, esta es una excelente manera de comenzar el “tour” gastronómico de Las Grutas. Los restaurantes invitan a distintas variedades de menú asociadas con los productos de mar empezando con el pejerrey y siguiendo con exquisitas vieyras, deliciosos langostinos y gran diversidad de mariscos. Un placer aparte.
Las salidas embarcadas para el avistaje, los acantilados, la deliciosa oferta gastronómica, el desierto, los olivares y por supuesto el mar y la playa consolidan el atractivo turístico que posiciona a Las Grutas como unas de las propuestas mas importantes de la Patagonia, para vivir una experiencia en primera persona.
Distancia desde Las Grutas
• Buenos Aires: 1.185 Km.
• Córdoba: 1.150 Km.
• Mendoza: 1.233 Km.
• Corrientes: 1.969 Km.
• Santa Fe: 1.363 Km.
• Río Gallegos: 1.419 Km.
Cómo llegar
En automóvil
• Desde Buenos Aires: RN 3, RP 51 y RN 3.
• Desde Viedma (Río Negro); Puerto Madryn, Rawson y Comodoro Rivadavia (Chubut); y Río Gallegos (Santa Cruz): RN 3.
• Desde Mendoza, San Luís RN 7, RN 35, RN 154, RN 22, RN251.
Vía Aérea
• Vuelo hasta el aeropuerto de Viedma y luego combinación con transfer a Las Grutas, 190 Km.
En Bus
• Vía Bariloche, El Cóndor, Andesmar, Don Otto y principales empresas.
Dónde alojarse
• Hotel Portovenere: Bresciano 693 y Séptima Bajada. info@portovenere.com.ar – www.portovenere.com.ar
• Marinas del Golfo: Nahuel Huapi 505. www.marinasdelgolfo.com.ar
• Del Río Hoteles y Casinos: Avda Costanera y Tercera Bajada. Ig.hotel@casinosdelrio.com.ar
Para más información: www.lasgrutasturismo.com.ar
Agradecimientos: Gastón O. Zúñiga y Florencia Cerdá, Subsecretaría de Promoción Turística Nacional, Ministerio de Turismo; Guillermo D. Soria, Secretario de Turismo del Municipio de San Antonio y Ayelén Casas del Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte de Río Negro.
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