Las organizaciones civiles británicas, Angling Trust & Fish Legal y WWF-UK, dieron un gran paso adelante en la protección de sus ríos y humedales más importantes.
Un juez reconoció la necesidad de una acción urgente para proteger estos lugares preciosos y la fauna que vive allí.
Como resultado de su victoria legal de hoy, el Gobierno debe reevaluar el uso de Zonas de protección del agua (la herramienta reguladora primaria identificada por el Gobierno para hacer frente a la contaminación agrícola) junto con medidas voluntarias de los agricultores, que hasta ahora no han logrado proteger a estos lugares vulnerables a la contaminación agrícola.
La medida es fruto de una demanda en conjunto de las mencionadas Organizaciones no Gubernamentales ante el Tribunal Superior de Loindres, para demandar al Gobierno Reino Unido por no haber logrado detener la contaminación agrícola de 44 ríos, lagos y estuarios.
En la demanda argumentaron que en la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea, se requería que el gobierno del Reino Unido asegurara que estas aguas dulces esten en buen estado de salud antes de finales de 2015, algo que se veía improbable y que la medida judicial ratifica.
Las entidades utilizaron esta acción legal como medio de presionar al gobierno para implementar políticas ambientales más fuertes que promuevan la salud y la diversidad de las aguas dulces del Reino Unido.
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Escribiendo en su blog, el presidente ejecutivo de Angling Trust & Fish Legal, Mark Lloyd atribuye el mal estado de salud de muchas aguas dulces del Reino Unido (donde, por ejemplo, sólo el 17% de los ríos se encuentran en “buen estado de salud”) a un fracaso del gobierno para regular las prácticas agrícolas:
“La caída de lluvias en campos húmedos compactados desborda la superficie del suelo y llega a los ríos, llevando consigo los pesticidas y fertilizantes, todos los cuales son letales para los peces y los invertebrados que comen. Además los canales mal cuidados permiten que el agua de lluvia que lava la suciedad de los techos de los corrales llegue a los desagües. Las tuberías rotas desvían el agua sucia hacia los arroyos. Todos esta sumatoria de pequeños “chorritos de agua” constituyen una carga poderosa de contaminación. El hecho de que no sale de un tubo grande no significa que no sea mortal para nuestra fauna acuática”.
En particular, la coalición de organizaciones argumentaron que el gobierno no ha aplicado ninguna Zona de Protección del Agua, en los enfoques de política específicamente diseñados en 2009 para hacer frente a la contaminación agrícola como parte de los planes de cuencas hidrológicas.
David Nussbaum, director ejecutivo de WWF-Reino Unido sostuvo al momento de iniciar la demanda que tales decisiones han pasado por alto la importancia de los ecosistemas de agua dulce. Con el resultado a la vista indicó que “ahora el Gobierno debe actuar con celeridad y tomar las medidas necesarias para hacer frente a la contaminación de las granjas que está devastando estos sitios especialmente protegidos.”
Y ratificó que la decisión judicial viene a desarmar una decisión ideológica, tomada a puertas cerradas que contravenía la posición pública del Gobierno y que también iba en contra del propio análisis del Departamento de Asuntos Agrícolas que había demostrado en repetidas ocasiones que depender de la acción voluntaria de los agricultores por sí solo no iba a resolver el problema de la contaminación agrícola.”
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En respuesta a la acción judicial, un portavoz del Departamento de Asuntos Agrícolas había señalado a The Guardian que: “Los ríos de Inglaterra son los más sanos que han sido durante los últimos 20 años y estamos comprometidos a trabajar estrechamente con la comunidad de agricultores y grupos ambientales para mejorar aún más la calidad del agua. Durante los próximos cinco años, estamos invirtiendo más que nunca para promover prácticas agrícolas amigables con el ambiente para proteger nuestros ríos y lagos y apoyar la vida silvestre “. Parece que su posición no fue acompañada por el Juez.
Recordemos que en octubre de 2015, la Comisión Europea emitió una guía legal que advirtió al gobierno del Reino Unido de sus fracasos a aplicar la legislación de aguas de la Unión Europea lo que podría dar lugar a multas de millones de libras al año.
Finalmente el juez de la Sir Andrew Collins, dijo: “Evidentemente, es de la mayor importancia que se tomen las medidas adecuadas tan pronto como sea posible para cumplir con las obligaciones de la Directiva. Todos sabemos que nuestra fauna está sufriendo como resultado de la contaminación y no sólo simplemente la vida silvestre, la gente también “.
Fuente: WWF
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