Chubut, de paseo bajo el agua con los habitantes del mar
Una excursión de buceo para conocer el mundo submarino y jugar con los lobos marinos en Puerto Madryn. Una experiencia única en la Patagonia y en toda la Argentina.
Al sumergirse en las costas de Puerto Madryn -la Capital Nacional del Buceo-, en Puerto Pirámides, Camarones, Rada Tilly o Comodoro Rivadavia, la adrenalina empieza a aumentar y un mundo nuevo espera ser descubierto. La variada geografía costera de Chubut ofrece siempre algún sitio de aguas cálidas y de poca profundidad, lo que lo hace también el lugar ideal para quienes desean hacer sus primeras inmersiones con un “bautismo submarino”, acompañado por un instructor.
En Camarones, Rada Tilly o Comodoro Rivadavia, excursiones de todos los niveles de dificultad permiten conocer este universo lleno de vida; y los más avanzados pueden realizar con traje seco especialidades de buceo profundo y naufragio en cuevas.
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En Península Valdés, el mar calmo y cristalino, y un ecosistema marino exuberante, hacen de esta zona del Golfo Nuevo el lugar elegido por buzos de todo el mundo. La actividad se realiza en cualquier momento del año, y sus aguas, las más claras de la costa argentina, presentan una visibilidad que llega a superar los 15 metros y puntos de buceo con profundidades variables, donde cada uno podrá enfrentar nuevos desafíos de acuerdo a su capacidad.
Embarcando desde Puerto Madryn, se accede al único punto de la Argentina en donde se practican estas disciplinas junto a lobos marinos de un pelo: Punta Loma. Es el lugar indicado para interactuar con ellos en su hábitat natural. Esta experiencia se vive de maneras distintas en las diferentes épocas del año, ya que a principios de enero nacen los cachorros, y a fines de febrero la colonia está en su mayor plenitud. Amistosos y simpáticos, los lobos marinos se acercan a los visitantes con curiosidad y la realidad supera cualquier expectativa que se pudiera traer.
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Sea practicando buceo o snorkel, la diversión y el asombro están asegurados, la interacción con estos pequeños animales conmueve y se combinan todos los ingredientes para darle forma a una aventura única. El movimiento de las olas que mecen, los lobitos que hacen sonidos hasta ahora desconocidos y que los viajeros comienzan a distinguir con gracia, el mar y el viento que compiten con sus rugidos, y la transparencia del agua, ayudan a identificar cada detalle.
Por la temperatura, es ideal sumergirse en verano, aunque la experiencia puede vivirse todo el año con trajes de neoprene adecuados a cada ocasión. Para alguien curioso basta con una escapada para vivir esta aventura realizando el bautismo submarino con guías autorizados, y los buceadores podrán quedarse de cinco a siete días para practicar a pleno la actividad (sólo hay que ser mayor de 8 años). En familia, con amigos o un grupo de aficionados, el deleite de esta aventura fascinante en el medio del mar sorprende y arranca sonrisas.
FUENTE: Argentina.tur
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