Hamburgo quiere ser verde.
El Senado de la Ciudad, la más grande de Alemania, acaba de aprobar un plan que prohíbe comprar botellas de agua de plástico o cápsulas de café, entre otros productos
Con un gasto anual de 250 millones de euros en material administrativo la ciudad puede contribuir a a reducir el consumo de productos que sean más contaminantes. Es lo que ha pensado el Ayuntamiento de Hamburgo, la segunda ciudad más grande de Alemania, que acaba de aprobar un plan que prohíbe comprar botellas de agua de plástico o cápsulas de café, entre otros productos, como forma de luchar contra la generación de residuos. La estrategia, que incluye medidas que también tienen que ver con la limpieza o la iluminación de edificios públicos, contempla facilitar bicicletas y abonos de transporte a los funcionarios.
Bajo el nombre Guía para una compra ecológica, el gobierno local ha aprobado un documento de 150 páginas en el que detalla todos los criterios sostenibles que deben adoptar las administraciones públicas a partir de ahora en todas sus compras. Con dinero público no se adquirirá, por ejemplo, agua embotellada y el suministro se hará a través de las fuentes públicas, una decisión que hace tiempo tomaron otra ciudades, e incluso alguna, como San Francisco, ha dado un paso más y ha prohibido la venta en suelo público.
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Lo que es una novedad frente a otras urbes es que Hamburgo también ha eliminado la compra por parte de la administración local de cápsulas individuales de café. “No se pueden reciclar porque a menudo están hechas de una mezcla de plástico y aluminio”, ha dicho a la BBC Jan Dube, el portavoz municipal de Medio Ambiente y Energía. Explica que por la forma en que están fabricados estos recipientes, que combinan una mezcla de diferentes materiales con restos de desecho orgánico, se dificulta el proceso de reciclaje en las plantas municipales.
La tercera parte del producto es envoltorio
Además, ha subrayado Dube: “Son seis gramos de café en un envoltorio de tres y en Hamburgo creemos que eso no se debería comprar con el dinero de los contribuyentes”. Cada año, la principal ciudad portuaria de Alemania gasta 250 millones en adquirir bienes y servicios para la administración.
Hamburgo es la ciudad con más zonas verdes de Alemania y fue Capital Europea del Medio Ambiente en 2011.
En el documento también figura la prohibición de adquirir otros elementos como platos y cubiertos desechables, productos de limpieza que contienen cloro o recomendaciones que atañen a la compra de equipos informáticos o incluso a la elección del tejido de los uniformes. La administración local de Hamburgo consume cada año 206 millones de hojas de papel, según cálculos municipales. Con el plan puesto en marcha creen que podrían ahorrar 51,9 millones de litros de agua y 285 toneladas de dióxido de carbono emitido a la atmósfera.
Video: Máquina recicladora de botellas de plástico en los supermercados alemanes.
El plan del equipo municipal, donde los Verdes gobiernan en coalición con los socialistas, contiene además medidas encaminadas a promover una movilidad más sostenible y menos contaminante entre los funcionarios públicos, quienes tendrán a su disposición una flota de bicicletas y acceso a abonos de transporte público.
Fuente: El Diario
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