Entrevista de la National Geographic Adventure al kayakista del Atlántico, Aleksander “Olek” Doba.
El 19 de abril de 2014, Doba, quien ahora tiene 69 “jóvenes años”, dio el último impulso a su pala completando así las 7.716 millas de viaje transatlántico para después amarrar a OLO, su kayak de 23 pies, en la marina de New Smyrna Beach, Florida. El aventurero había partido de Lisboa, Portugal, el 5 de octubre de 2013 con la intención de navegar 5.400 millas a través del punto más ancho del Atlántico y arribar a Florida a mitad de febrero. Pero las tormentas, sumadas a algunas fallas en el equipo, lo fueron alejando del curso previsto. Fue así como agregó 1.300 millas adicionales a una travesía que en su distancia original ya ameritaba el record. Nadie había hecho un recorrido tan extenso, navegando solo y en kayak, hasta el momento en que se completó esta travesía.
La Entrevista
National Geographic Adventure: ¿Has visto algún tipo de basura? ¿En qué condiciones encontraste a los océanos?
Aleksander Doba: En ambas rutas, vi basura flotante cerca de las costas de África y Europa. Sin embargo, en general, desde el muy bajo punto de observación que me brindaba la embarcación, el océano parecía limpio. No vi manchas de petróleo y no había grandes cantidades de basura, sólo piezas individuales de desperdicio. El mayor pedazo de basura flotante que vi era un barril de plástico – destrozado – de 200 litros.
NGA: Por las fotos, pareciera que sólo tenías suficiente espacio para dormir de costado. ¿Es eso cierto?
AD: Cuando acomodé las cosas con cuidado y consumí parte de la comida, logré hacer espacio suficiente como para acostarme de espalda.
NGA: ¿Cuánto más difícil es remar su kayak que un kayak normal?
AD: OLO es un kayak de 23 pies de largo y 3 de ancho y pesa 1.100 libras, al que impulsé con un remo de nueve pies de largo. Navegar a OLO es mucho más difícil que hacerlo con un kayak convencional.
NGA: ¿Hubo alguna vez un punto en el que pensaste que no podrías llegar a tu destino en Florida?
AD: No, aunque 40 noches de arduo esfuerzo para salir de la trampa de los vientos desfavorables en el Triángulo de las Bermudas me descorazonaron mucho.
NGA: ¿Alguna vez llegaste a preocuparte por tu vida?
AD: No cuando estaba solo en el océano, allí no tenía miedo por mi vida. Sin embargo, en el 2011 en Brasil, navegando el Amazonas en mi kayak, sobreviví a dos episodios de bandidos con armas de fuego y machetes. La primera vez, cinco bandidos me robaron y maltrataron durante tres horas. Una semana más tarde, tres bandidos se apoderaron de mis cosas en un episodio que duró media hora. En ambos casos, me sujetaron a mano armada con rifles, pistolas y machetes. Nunca estuve seguro si, finalmente, me permitirían salir de esas situaciones con vida.
NGA: ¿Qué dijo tu esposa cuando le comentaste por primera vez que ibas a remar un kayak a través del Atlántico? Y que dijo en la segunda?
AD: Antes de la primera expedición transatlántica en kayak, mi esposa intentó disuadirme por todos los medios. Luchó mucho para que yo abandonara la idea. Esos fueron momentos muy difíciles para los dos. Y antes de la segunda las cosas también fueron bastante similares, no cambiaron mucho.
NGA: ¿Crees que volverás a hacer algo como esto otra vez?
AD: Seguramente no voy a volver repetir mis remadas en el Océano Atlántico, pero remar en otro lugar puede ser … tal vez.
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