Ya se encuentran en Noruega los nueve expedicionarios. Sin embargo el comandante de la expedición informó de algunos atrasos por imprevistos climáticos.
Son ocho militares con un rango de edades entre 28 a 59 años, todos cuentan con amplia experiencia en la montaña y en la Antártida y el noveno integrante, único civil, es el fotógrafo Tomás Heinrich.
Partieron por vía aérea a Europa el 28 de marzo de 2016 y en los primeros días de abril, comenzaran a recorrer los 120 kilómetros que separan la base rusa Barneo de su objetivo y así convertir a la Argentina en el primer país de América Latina en llegar al Polo Norte en una expedición oficial.
La iniciativa, impulsada y financiada por la Fundación Criterio, que cuenta con apoyo logístico y del personal del Ejército Argentino, buscan llevar un mensaje que alerte sobre el impacto del cambio climático en el mundo.
Tiene como principal objetivo llamar la atención de la población mundial sobre el cambio climático y sus consecuencias y del mismo modo, colaborarán desde allí con la realización de una serie de estudios científicos que sirvan para determinar el estado actual del continente helado. Para ello, los expedicionarios tomarán muestras del hielo ártico para luego estudiarlas y compararlas con el estado del hielo en el extremo Sur. Otra de las metas que persigue esta empresa es la toma de una serie de muestras científicas como parte del desarrollo de estudios comparativos de contaminantes orgánicos e inorgánicos entre el Polo Norte y el Polo Sur.
Esta tarea, enfocada en las áreas de glaciología, geología y medioambiente, se realizará en conjunto con el Instituto Antártico Argentino, donde posteriormente se analizarán estos aportes, que ayudarán a elaborar un diagnóstico del estado actual de la región, en contraste con la información obtenida en la zona de la Antártida.
Si bien todos los participantes de esta increíble propuesta cuentan con los antecedentes y el entrenamiento necesarios para llevar a cabo esta experiencia, alcanzar el objetivo implica asumir algunos riesgos.
En primer lugar, porque en el Ártico hay vientos muy fuertes y las sensaciones térmicas pueden alcanzar los 70 grados bajo cero y además, hay que tener en cuenta que la totalidad de la navegación es por vía terrestre y la superficie glaciar se puede quebrar.
Existe, por otra parte, la posibilidad de extraviarse en la intemperie; porque aunque la patrulla se traslada guiada por equipos satelitales, la tecnología puede fallar y, si esto sucediera, estas personas pasarían a depender únicamente de lo que les indiquen el Sol y las estrellas, en un territorio que cuenta con la presencia de ejemplares de uno de los animales más peligrosos, que es el oso polar; con un riesgo muy importante, pero está controlado, ya que los integrantes de la expedición están preparados con todo lo necesario.
La expedición partió a Oslo, Noruega vía Londres y de allí a Longyearbyen, en el archipiélago ártico, hasta un pueblito noruego llamado Svalbard, que es la última parada. Después de cuatro días de entrenamiento, al quinto día estimaban partir hacia la base rusa Barneo, para comenzar el recorrido de 120 kilómetros con esquíes, cada uno arrastrando un trineo de 30 kilos, teniendo previsto inicialmente plantar la bandera argentina el día 14 en el extremo boreal del planeta.
El Atraso
El 6 de abril, desde Longyearbyen, Spitsbergen, Svalbard, Noruega, Víctor Figueroa, comandante de la Expedición envió el siguiente comunicado:
Voy a ponerlos en la situación que estamos viviendo. La base rusa Barneo se arma año a año desde el año 2002. Empieza todo el movimiento con el adelantamiento por postas del combustible que va a permitir que sus helicópteros arriben a la latitud aproximada de los 89 grados, norte.
Al arribar a esa zona de los 89 grados, se elige un sector del hielo en donde se construirá la pista de aterrizaje para el avión ruso ANTONOV AN-74 y se lanzan en paracaídas topadoras que emparejarán el hielo que luego será la pista de aterrizaje.
Es decir que nadie sabe como se comportará esa gran masa de hielo que forma el Océano Ártico. Este año nos corrió una mala pasada porque unos días antes de inaugurar la temporada de operación de la base, que NO dura más de un mes, la pista de hielo se fisuró. Entonces los técnicos suspendieron los vuelos hasta rehacer otra pista.
El tiempo “PROBABLE” de finalización se estima en 5/6/7 u 8 días. Toda esta información nos la dio el responsable de la base rusa junto con un video donde vimos la grieta de la pista. Un aspecto positivo es que nunca dejó de operar la base desde que se inauguró. Toda esta situación nos perjudica sensiblemente, porque hay que seguir esperando para empezar la travesía. Mientras tanto continuamos el entrenamiento con los esquíes y tirando cada uno su trineo, para acostumbrarse a su peso, de más de 50 kg. También nos viene bien para aclimatarnos y estar cada vez más acostumbrados a operar en estas temperaturas.
Bueno sigamos haciendo fuerza para que se mejoren las condiciones y podamos conseguir este sueño. Un fuerte abrazo.
INTEGRAN LA EXPEDICION
General de Brigada (R) EDB-EPS Víctor Hugo FIGUEROA
Coronel Mayor Gustavo Alberto CURTI
Coronel EDB Ignacio CARRO
Suboficial Mayor EDB-EPS Luis Armando CATALDO
Teniente Emiliano CURTI
Teniente Juan Pablo DE LA RÚA
Subteniente (Rva) Santiago Martín TITO
Fotógrafo Tomás HEINRICH
General de Brigada (R) VGM Mauricio FERNÁNDEZ FUNES
Para conocer a los expedicionarios recomendamos visitar la página oficial de la travesía
Fuente: Fundación Marambio
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