Un informe de la Organización Mundial de Conservación (WWF) difundido en la Argentina por Fundación Vida Silvestre alerta que la mitad de todos los sitios del Patrimonio Mundial Natural están en riesgo.
Tres de estos sitios se encuentran en nuestro país: los Parques Naturales Ischigualasto / Talampaya (incluye al Parque Nacional Talampaya y el Parque Provincial Ischigualasto en San Juan y La Rioja), el Parque Nacional Iguazú y el Parque Nacional Los Glaciares.
El informe “Proteger a las personas a través de la Naturaleza” realizado para WWF por Dalberg Global Development Advisors, sostiene que 114 sitios del Patrimonio Mundial natural y mixto de los 229 existentes, ubicados en 63 países, están en riesgo debido a actividades como la exploración de gas y petróleo, la minería, la tala ilegal, la infraestructura, la sobrepesca y el uso insostenible del agua.
Los sitios del Patrimonio Mundial Natural cubren más de 279 millones de hectáreas equivalentes al 0.5% de la superficie terrestre y 11 millones de personas dependen de estos sitios para su bienestar al ofrecer valiosos servicios ecosistémicos (la mitad de los sitios actúan en la prevención de inundaciones y estabilización del suelo y 2/3 son importantes fuentes de agua. A su vez se estima que los bosques ubicados en estos sitios contienen 10.500 millones de toneladas de carbono) y contribuyen a las economías locales a través del turismo, la recreación y el uso sostenible de los recursos.
“Tenemos que abrir los ojos y reconocer que no solo es cierto que las personas protegen estos sitios, sino que estos sitios protegen a las personas. Los gobiernos y las empresas necesitan dar prioridad al valor a largo plazo y no a las ganancias a corto plazo, y respetar el estatus de estos lugares maravillosos”, comentó Marco Lambertini, director general de WWF Internacional.
En este sentido, WWF pide al sector privado que se abstenga de realizar actividades que puedan degradar los sitios del Patrimonio Mundial y que no otorgue financiamiento a proyectos que incluyan actividades industriales dañinas en estos sitios. A su vez, exhorta a los gobiernos nacionales a someter a las empresas multinacionales que tengan sede u operen en sus territorios, a los más altos estándares de responsabilidad y administración corporativos.
El informe refuta el mito anti desarrollo que rodea a la conservación, y argumenta que las áreas protegidas, como los sitios del Patrimonio Natural, pueden y deben desempeñar un papel clave en el logro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
“Conservar el medio ambiente no limita las oportunidades económicas, sino que nos permite construir de manera sostenible sobre la base de este capital irremplazable”, declaró Roberto Troya, Director para América Latina y el Caribe de WWF. “Las amenazas a los sitios del Patrimonio Mundial en lugares tan diversos como Belice, España y Tanzania demuestran que los riesgos están en todas partes y demandan que aunemos esfuerzos para proteger estas áreas esenciales.”
Para concluir, se establecen cinco principios globales que son fundamentales para el buen manejo de los sitios del Patrimonio Mundial. Estos principios –valoración, decisiones de inversión, gobernanza, formulación de políticas y observancia –pueden ayudar a las personas encargadas de tomar decisiones a lograr un equilibrio apropiado y equitativo entre conservación, sostenibilidad y desarrollo, y reducir las amenazas a nuestro Patrimonio Mundial compartido.
La situación de los Sitios Naturales de Patrimonio Mundial natural en la Argentina
La Argentina alberga cuatro Sitios Naturales de Patrimonio Mundial. Tres de ellos son mencionados en este informe como amenazados por actividades industriales dañinas: el Parque Nacional Iguazú (Misiones), el Parque Nacional Los Glaciares (Santa Cruz), los Parques Naturales Ischigualasto / Talampaya (incluye al Parque Nacional Talampaya y el Parque Provincial Ischigualasto en San Juan y La Rioja). El cuarto sitio, el Área Protegida Provincial Península Valdés (Chubut), no está mencionado en el informe pero igualmente requiere de cuidados extra.
“La preservación de los Sitios Naturales de Patrimonio Mundial de la Argentina es indispensable para ecosistemas cada vez más amenazados por la expansión económica y demográfica. Es necesario una mayor responsabilidad gubernamental y corporativa en la búsqueda de alternativas que preserven nuestra riqueza natural y que a la vez brinden a las comunidades formas de desarrollo sostenible”, finaliza Andrea Michelson, Coordinadora de Programa Áreas Protegidas.
Parque Nacional Iguazú:
Este parque alberga en su corazón a las cataratas del Iguazú. La selva húmeda subtropical circundante alberga más de 2.000 especies de plantas vasculares y la fauna característica de la región: tapires, osos hormigueros gigantes, monos aulladores, ocelotes, yaguareté y yacarés.
El Parque Nacional Iguazú se encuentra amenazado por el funcionamiento de represas -existentes y planificadas- y por la deforestación en la cuenca del Río Iguazú, que generan desbalances en el régimen natural del río e impactan en la biodiversidad acuática y ribereña asociada. Otros problemas que se detectan son la caza furtiva, la extracción ilegal de productos forestales madereros y no madereros, un impacto negativo en la interacción de los visitantes con la fauna silvestre (coatíes, monos, aves) y el atropellamiento de especies en las rutas de acceso.
Para colaborar con la conservación del Parque Nacional Iguazú, Vida Silvestre y WWF Brasil trabajan articuladamente en el desarrollo de proyectos de conservación y uso sustentable, tendientes a potenciar las sinergias de los países para resolver problemas de manejo y conservación.
Parque Nacional Los Glaciares:
Ubicado en el sudoeste de la provincia de Santa Cruz, este parque debe su nombre a los glaciares que cubren aproximadamente la mitad de sus 700.000 hectáreas de superficie. Su imagen más importante es la del famoso glaciar Perito Moreno, con sus atronadoras rupturas periódicas sobre el Lago Argentino. El parque contribuye además a la protección del bosque andino austral y de una porción de Estepa Patagónica.
El Parque Nacional Los Glaciares se encuentra hoy en riesgo por el proyecto de construcción de las mega-represas encadenadas Kirchner y Cepernic, que modificarán las condiciones ambientales del área y afectarán de manera irreversible el Río Santa Cruz (que nace en los glaciares y desemboca en el mar) y los ecosistemas asociados, los cuales albergan riqueza biológica, arqueológica y geológica.
Expertos advirtieron sobre los posibles impactos del embalse sobre la dinámica de los glaciares Perito Moreno, Upsala y Spegazzini, que se encuentran dentro del sitio de patrimonio reconocido internacionalmente.
Parques Naturales Ischigualasto / Talampaya:
El Parque Nacional Talampaya y el Parque Provincial Ischigualasto son áreas naturales protegidas contiguas que se extienden por una superficie de más de 275.300 hectáreas en las provincias de La Rioja y San Juan. Las seis formaciones geológicas de los parques albergan el conjunto continental de fósiles más completo del mundo correspondientes al Triásico, el periodo geológico que se inició unos 245 millones de años antes de nuestra era y finalizó unos 37 millones de años después.
Entre las principales amenazas al área se encuentran la minería de uranio en el área de influencia de los parques; el avance de la explotación petrolera en las cabecera de cuenca del río Talampaya; el atropellamiento de fauna en la ruta que atraviesa las áreas naturales, la cacería furtiva y el avance de especies exóticas.
Área Natural Protegida Península Valdés:
Situada en la provincia de Chubut, la Península Valdés es un lugar de preservación de mamíferos marinos de importancia mundial. El sitio alberga importantes poblaciones reproductoras de ballenas francas australes, así como de elefantes y lobos marinos. Las orcas de la región practican una estrategia de caza única en su género, que es el resultado de su adaptación a las condiciones específicas del litoral. A su vez, su porción terrestre resguarda una muestra representativa de la flora y fauna de la Estepa Patagónica, en convivencia –no siempre feliz- con la ganadería ovina.
A diferencia de los tres sitios anteriores, esta área protegida no está mencionada en el informe “Proteger a las personas a través de la Naturaleza” como amenazada por actividades industriales. No obstante, el área se ve afectada por la indeterminación existente de su capacidad de carga turística y la falta de organización y control del turismo que circula por sus rutas y puntos atractivos. A su vez, requiere un mayor esfuerzo en la fiscalización de otros usos humanos, como la caza furtiva, los asentamientos ilegales en la costa, el tránsito vehicular por playas y la depredación de restos fósiles y arqueológicos.
Esta situación requiere la aprobación –y puesta en vigor- del nuevo plan de manejo del área protegida, ya diseñado pero que espera la aprobación de las autoridades provinciales chubutenses. Vida Silvestre trabaja en este Sitio de Patrimonio acompañando y asesorando en la planificación e implementación de medidas de conservación y manejo, gestionando su propia reserva natural -San Pablo Valdés-, y promoviendo buenas prácticas productivas en campos ganaderos dentro del área natural.
Fuente: Fundación Vida Silvestre
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