Chicos de kayaks tomar
Entrevistas de Wilmar Merino a Martín del Pino, Santiago Manzú y Agustín Cabrera, publicadas en la edición de Marzo de Revista Aire Libre.
El kayakismo se practica a todas las edades. Con fines recreativos o deportivos, adaptándose a cualquier exigencia física, desde un niño hasta un anciano puede ponerse a palear en diversos cursos de agua en la medida de sus posibilidades. Es frecuente que tras comprar un primer kayak, otros miembros de la familia se prendan a ésta pasión y los kayaks terminen siendo tantos como el número de miembros del hogar.
Esto es lo que ha ocurrido con la familia Del Pino, en Mardel, donde Martín del Pino (14 años) ha decidido seguir los pasos de su papá, que pertenece al grupo de pescadores marplatenses del MDQ Team.
“Yo viví desde afuera la pesca en kayak ya que mi papá hace muchos años que la práctica, y de a poco me fue invitando a distintas cosas y yo acepté. Como por ejemplo las bajadas que hacíamos del río Quequén en Necochea, cuando yo tendría 8 años. Esas siempre las hacíamos con kayaks dobles. O también las bajadas del Arroyo Grande, en Vidal.
Me divertía mucho, no así la pesca… pero de a poco fui animándome a pescar. Y al ir viendo de a poco como se manejaban en el agua no me genero mucho temor animarme. Siempre tuve mi chaleco salvavidas y los demás elementos para no pasar sobresaltos.
Primero arranqué en un triplo entrando de a 2 con mi papá y en algunas ocasiones entré solo en mi k1. Al mar solo no me animé nunca todavía, pero en un doble sí. ¡Me encanta!. Y la especie que más disfruto de pescar en el mar es la corvina, ya que no muerden ni pican ni nada, porque al principio mi papá me ayudaba a sacar y a encarnar, pero ahora ya dice que no me hace más de asistente de pesca.
Igualmente son muy pocas las que nos llevamos, solo algunas porque a mi abuela le gusta comerlas, las demás las devolvemos. Otra pesca que me gusta muchísimo es la de tararira en la laguna Kakel Huincul, también desde el kayak. Esa especie la empecé a practicar este verano y me gustó mucho.
Eso sí, todo con devolución ya que no las comemos. De todas formas la pesca me gusta, y la disfruto porque salimos en familia por más que mi mamá se queda en tierra porque al mar no se anima, pero con mi papá entramos bastante seguido en verano. Después él sigue entrando todo el año, pero a mí no me gusta el frío ni tampoco tengo todo el equipo de neoprene.
Por ahora no tengo un grupo de pesca de chicos de mi edad que yo conozca para entrar, por eso entro con mi papá y sus amigos, el grupo de mdqteam. Ellos me enseñaron mucho a manejar el kayak, hacer el reingreso, a barrenar olas… todo eso me gusta en cualquier kayak , pero me divierto más en un doble con mi papá, por más que este verano probé un karku y me dio mucha seguridad al momento de estar en la rompiente. No he tenido sobresaltos ni nada que me cause temor hasta ahora, pero nunca entre solo y mi papá y su grupo me ayudan muchísimo en ese sentido, son muy hinchas con el tema seguridad”.
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Santiago Manzú, de 13 años, es de San Bernardo, Partido de la Costa. Y también le contó a Aire Libre su breve pero valiosa experiencia en el kayakfishing. “Empecé a pescar en la Tapera de López, donde hice mi primera experiencia, y quedé emocionado. Hoy por hoy me gusta pescar en el mar por la variedad de especies.
Una vez tuve mucho miedo porque se me vino un lobo marino cerca del kayak y me asusté mucho. Lo superé por consejos de mis amigos quienes siempre me decían que cuando apareciese un lobo marino lo asustase con el remo y ellos me dijeron que al pescado siempre lo guarde en el tambucho y no colgando en el agua desde el kayak.
Lo que más me gusta pescar es la corvina rubia, porque cabecea siempre y pelea continuamente hasta que la sacás del agua. Mayormente salgo con personas mayores, pero me gusta mucho compartir salidas con amigos de mi edad cuando vienen a visitarme. Pescar en kayak me da mucha adrenalina, ansiedad, ese no saber qué pescado es el que clavé hasta que lo veo. Mi sueño sería poder sacar un tiburón y después devolverlo. Algunos pescados me los llevo para comer, pero otros los devuelvo.
Los tiburoncitos chicos siempre los devuelvo por recomendación de mis padres. Siempre que puedo recomiendo a los demás que practiquen kayakfishing porque es una sensación única hacerlo y estaría bueno que más gente se sume a esta actividad. Solo una vez la pasé mal, cuando me di un golpe en la cabeza al salir del mar, con una ola. Desde entonces nunca dejé de usar casco”.
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Agustín Cabrera tiene 16 años y, literalmente, creció arriba de un kayak. Sus técnicas y capacidades han sido destacadas por otros especialistas como Gabriel Cures y nos pareció valioso contar con sus testimonio: “Empecé pescando en el muelle de Anchorena cuando tenía 6 años y me encantaba ir todos los findes, después empezamos a conocer gente pescando ahí con mi papá y empezamos a realizar salidas con los pescadores del muelle, eso hizo que me guste más y aprendí más sobre la pesca yendo a lagunas, otros ríos, al mar… en ese momento nunca le había prestado atención a los kayaks que los veía siempre que iba a pescar.
Un día a mi viejo se le ocurrió ir a preguntar qué onda sobre los kayak y nos copó la idea a los dos de comprar uno y terminamos comprando un Patagonian Kayak Delta doble y salimos a pescar por primera vez. Nos terminó re gustando a los dos y ahí fue cuando nos compramos uno cada uno y formamos parte de un grupo de personas que también le gustaba este deporte, Amigosenkayak y ya ahí empezamos a salir siempre a pescar en estas embarcaciones a pescar bogas, carpas, taruchas en el delta…esa es la especie que más me gusta.
Al pasar los años nos fuimos profesionalizando y mejorando equipos de kayak y pesca. Además de pescar me encanta remar. Y en la pesca, en el río tengo variedad de especies tanto en verano como invierno. Del mar me gusta no solo la variedad sino también la entrada y salida en el kayak por la rompiente que eso también es muy entretenido, aunque después también disfruto la pesca de cazones.
A las lagunas vamos en invierno por el pejerrey. Siempre hice pesca con devolución, pero algunos pejerreyes sí me llevo para consumir. Estar en el campo aunque me muera de frío lo disfruto bastante. Como empecé de chico no tenía noción de que me podía pasar algo malo pescando y hacía mi pesca sin problemas, luego cuando empecé a crecer escuchaba todo lo que podía pasar, me daba cosa, pero es cuestión de tomar recaudos aunque igual seguí haciendo siempre kayakfishing “.
“Empecé a salir con personas mayores lo que hizo que aprenda mucho sobre todo lo que es la pesca y luego cuando nos juntamos en el grupo y empezamos a ir a clubes conocí a gente joven pero igual no fueron muchos y ahí fue cuando también empecé a traer amigos. Convencí a un par de sumarse a esta actividad. Mi sueño sería ir a pescar a distintos lugares del mundo conociendo nuevas especies, siempre en kayak, que me da una sensación de libertad estando tranquilo, ¡Pero esperando un gran pique de algún pescado! (ríe con ganas).
Por último, Agustín no recuerda accidentes o situaciones críticas preocupantes: “solo que me haya caído del kayak por mal movimiento mío, por distraído pero yo eso no lo tomo como una situación critica”.
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