Casa Blanca califica de “cobarde” al Senado por negarse a endurecer leyes de armas.
Ninguna de las cuatro medidas propuestas (dos por los republicanos y dos por los demócratas) logró el pasado lunes el mínimo necesario de 60 sufragios para salir adelante, ya que los senadores votaron en clave marcadamente partidista, con los progresistas rechazando las medidas de los conservadores y viceversa.
El rechazo del Senado a aumentar el control de las armas de fuego se produjo dos días después de que este sábado Barack Obama llamara a actuar y asegurara que no hacer nada después de tragedias como la de Orlando es “inexcusable”.
Dos de las medidas que se votaron (una demócrata y otra republicana) eran bastante similares en cuanto a su objetivo: impedir que personas investigadas por terrorismo puedan comprar armas, pero diferían en la forma, ya que la demócrata otorgaba ese poder al Gobierno federal, y la republicana lo dejaba en manos de los jueces.
La tercera propuesta, presentada por los republicanos, hubiera dificultado que los historiales de las personas con enfermedades mentales pudieran ser añadidos a bases de datos de potenciales compradores de armas.
Además, se hubieran aumentado los fondos federales para el actual programa de control de antecedentes para potenciales compradores de armas.
La última propuesta, presentada por los demócratas, hubiera requerido a todos los compradores de armas del país pasar antes una comprobación de sus antecedentes, algo que hoy en día no sucede en todos los estados.
La Casa Blanca no tardó en reaccionar. “Lo que presenciamos ayer (lunes) por la noche en el Senado de Estados Unidos fue una vergonzosa demostración de cobardía”, dijo Josh Earnest, portavoz del presidente Barack Obama, en el programa “Morning Joe” de la cadena MSNBC.
“No sé qué otro término usar“, agregó.
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“Ellos no quieren hacer nada porque le tienen miedo a la NRA”, la Asociación Nacional del Rifle, el poderoso lobby de las armas. “Es una vergüenza”.
Los demócratas se hacen pocas ilusiones sobre sus posibilidades de aprobar una reforma antes de las elecciones presidenciales y legislativas de principios de noviembre.
Su verdadero objetivo, en este momento, es hacer que el debate sobre las armas se vuelva un tema de campaña.
Tras una reunión el jueves en Orlando con las familias de las víctimas de la masacre en una discoteca, Obama consideró que el debate sobre las armas debe “cambiar” en Estados Unidos.
“Aquellos que defienden un acceso fácil a fusiles de asalto deberían reunirse con estas familias“, afirmó el mandatario, llamando a los senadores a mostrar que están “a la altura” de las circunstancias.
Fuentes: EFE y AFP
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