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Los profesionales del LR impactan hasta fallar y cuando se es amateur se falla hasta acertar.
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Ser profesional es absolutamente posible y depende, en gran medida, de la capacitación formal – desde los inicios – como Tirador Deportivo de LR.
Por Carlos Nesci
Agosto de 2016. En 1879 la IV División del Ejército hizo base en la confluencia del arroyo Covunco con el río Neuquén en el paraje llamado Covunco Centro, antiguamente denominado Fortín Covunco. Desde entonces, los disparos de armas de fuego se aquerenciaron e integraron a los sonidos de su entorno. Por lo tanto, no resulta extraño que allí se hayan generado las condiciones para el desarrollo de una disciplina de tiro que aúna tanto destreza en la ejecución como un elevado nivel de conocimiento técnico.
Precisamente, el autor de esta nota – Emilio Fabio Solaiman – el 8 de diciembre del año pasado, fecha del III Encuentro Nacional de Tiradores de Larga Distancia, logró impactar en el blanco 2 veces consecutivas a 2km de distancia; hecho que tuvo gran repercusión en el mundo del tiro a la vez que amplia cobertura mediática.
Con Uds. Emilio Fabio Solaiman quien nos cuenta, en exclusiva para Aire Libre, los detalles de esta asombrosa experiencia.
“Covunco Centro se caracteriza por sus fuertes vientos que oscilan entre los 25 y 40 km/h. Esta zona tiene como ventaja su altitud de 1000 metros que, sumada a una temperatura superior a los 25 grados, hace que baje considerablemente la presión barométrica y aumente la DA (Altitud de Densidad) lo que permite que el proyectil en lo que dura su TOF ( Tiempo de Vuelo) se encuentre con menos fricción, haciendo que su curva balística sea menos pronunciada. Es decir que, excepto el viento, lo demás es muy beneficioso para una disparo extremo.
Ese día decidí esperar a que el viento soplara desde hora 6. Aquí el proyectil se eleva y no tiene deriva por el viento, sí la tiene por el Spin Drift y el Coriolis. Dos efectos que a esa distancia te sacan del blanco si no sabés estimarlos correctamente.Así fue entonces que comienzo a trabajar la solución de tiro, donde muchos datos ya se encuentran cargados previamente, excepto las condiciones de campo. La solución de tiro tiene una tardanza de más o menos 20 segundos y a veces menos.
DATA DURA
Baro: 886 hPa. Temp. 25 º. Humedad 30º. Altitud 1000 m.
Eso se resume en un solo dato que yo cargo en mi soft y que es la DA (Altitud de Densidad) que en este caso fue de 1770 metros.
Utilicé para esto un weather meter Kestrel 4500. Latitud: 38 grados. Azimut: 15 grados. SF (Factor de Estabilidad ): 1,85.
Munición recarga: Puntas Berger Hybrid de 300 gr con una velocidad en boca de 2708 fps. BC .818. Altura de mira 6 cm.
Cero de mira 100 metros. Inclinación de mira 50 MOAS. ( 20 MOAS del Picatinny original del Steyr + 30 MOAS del montaje Era Tac. )
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Solución de tiro
Elevación: 27,1 mrad. Deriva por Coriolis: 0,1 mrad derecha. Deriva por Spin Drift: 0,6 mrad izquierda. Deriva por viento: de hora 6, neutro. TOF: 4s (tiempo de vuelo). Elevé 24,1 mrad y utilicé el tercer dot de mi retículo para llegar a la elevación de 27,1 mrad.
Mi sistema de armas es un fusil Steyr SSG 08 Lapua Magnum con una mira Schmidt&Bender PMII 5-25 -56. Aumento utilizado 14X.
Soft utilizado: ColdBore 1.0 de Patagonia Ballistics – Industria Argentina – considerado el mejor software balístico del mundo.
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Bien, ya realizados todos los cálculos con un alto grado de confiabilidad, solo restaba ejecutar los disparos, lo cual – como todos sabemos – no es un tema menor.
Antes del disparo
Cuando me tocó el turno de hacerlo las condiciones eran óptimas, sabía que iba a tener seguramente 5 minutos antes que el viento me cambie de dirección, aun así, segundos antes de tirar levanté mi cabeza y miré por ultima vez la bandera argentina que flameaba en el mástil y ésta seguía “clavada ” en hora 6, pues el viento balístico que a mi más interesa es el que está en boca de cañón aunque muchos crean lo contrario. Todos influyen pero el viento de partida es determinante. Además de permitir medirlo en forma exacta.
Antes de esto, mi obsesión fue buscar la forma de clavar el bípode para que no se deslice, entonces coloqué piedras grandes debajo de la lona para asegurarme que pos disparos mi fusil no se deslice. El gran problema del viento en hora 6 es que todo el polvo suelto envolvía al equipo y a mí, a un punto que me obligaba a cerrar los ojos y solo el que conoce Covunco sabe que es así.
Mi posición de tendido forma lo que una vez denominé la “Y” griega invertida (posición que yo no inventé) que consiste en ubicarse recto al fusil, donde la columna vertebral se prolonga con el cañón. Las piernas abiertas con los tobillos internos pegados al piso. La abertura de las piernas tiene como límite el grado de elongación que tenga cada tirador. Jamás debe existir una molestia, la relajación debe ser total. Esta posición solo es posible en prácticas, pues cazando no siempre se puede.
Mi pómulo derecho descansa en la carrilera y en ese estado mi mira se debe iluminar 100%, en su defecto algo está mal hecho, la posición o la mira muy adelante o muy atrás.
Mi dedo pulgar jamás abraza la empuñadura, descansa sobre el dedo índice o se relaja en el filo de la empuñadura. Evito así el efecto palanca o pinza que lleva a lo que vulgarmente llamamos “dedazo”. Esto se aprende en un polígono, es tan básico como significativo.
La respiración es la base del éxito cuando se hace precisión, se debe inhalar y exhalar varias veces y soltar el disparo con el pulmón vacío, controlando a su vez el canteo y la estabilidad del retículo en el blanco.
No hay orden al dedo índice, debe ser un reflejo creado al apretar la cola del disparador. Pero no todo termina en el disparo, pues luego viene la etapa del seguimiento de la bala. En un TOF corto de medio segundo (400 metros) el tirador que no tiene vicios y es prolijo en sus técnicas debe ver el impacto o yerro sin ayuda de otro, eso se logra con mucha práctica pues cuando el retroceso te desencara, el retículo solo debe tener movimientos verticales y nunca horizontales, eso es gracias a la ” Y” griega invertida y a tirar el peso del cuerpo hacia adelante, es decir todo lo soporta el bípode, de ahí que éste no debe deslizarse.
La mejor forma de saber si esto está bien hecho es cuando el fusil se apoya en dos puntos: Bípode y hombro sin la necesidad de buscar ayuda en los brazos para sostener el equipo.
La concentración es fundamental, es el momento del tirador, su equipo y el blanco.
Recuerdo que el freno de boca estaba sobre la lona para que los gases no vuelen el polvo hacia la mira y poder así hacer mi seguimiento, pero fue imposible por el fuerte viento, los remolinos de tierra se produjeron igual y el seguimiento lo logré gracias a un TOF de 4 segundos.
Tuve la suerte de que no había un mirage exagerado, aun así siempre disparo con aumentos bajos, 12X/ 14X. Tiene enormes ventajas comparadas con aumentos altos/ máximos por que lo nuestro no es Bench, necesitamos ver el contexto del objetivo y facilitar el enfoque rápido del blanco pos disparo. Igualmente el colega Sergio Benítez, de Zapala, observó mis disparos con un catalejo y otros tantos observaron el contexto de la tirada sin elementos ópticos.
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Los disparos
Fueron 3 disparos a un disco de arado con dos impactos. En el marco del III Encuentro Nacional de Tiradores de Larga Distancia organizado por ATLDRA. (Asociación de Tiradores de Larga Distancia de la República Argentina).
Muchas veces me preguntan por qué creo que pegué y mi respuesta es siempre la misma: No es una tirada simple, el hilo es muy delgado entre el yerro y el acierto, requiere años de estudio, práctica y capacitación metodológica y presencial. Posiblemente toda la experiencia acumulada me llevó a ser paciente y esperar a que el viento soplara en hora 6.
Entiendo que la decisión de elegir el momento de efectuar los disparos fue la clave para el acierto. Aquí es importante ser honesto con quien lee y también con mis colegas, para que un disparo con 338 LM sea efectivo a 2 km nada mejor que una DA (Altitud de Densidad) muy elevada, que sumada a la performance balística de la punta Berger de 300 gr, conlleva a la combinación deseada. A esa combinación óptima nosotros la llamamos “el paraíso del LR”. Pero, no siempre tenemos la suerte de contar con esa DA, entonces la probabilidad de impacto P(h) disminuye considerablemente, ya que quienes estudiamos el Error Budget sabemos de antemano si la zona de confort, en la trayectoria de la bala, será óptima o no. Lo importante es conocer los límites. Todo lo que se haga fuera de esos límites son disparos de circo, aunque legítimos desde la diversión, distan mucho de ser técnicos y resultan ajenos a las prácticas profesionales.
La balística exterior aplicada al LR en hermosos gráficos ayuda a interpretarla, pero la balística práctica no siempre es exacta, porque el tirador es un ser humano y un soft no puede controlar ni cuantificar el error humano. “
Los profesionales del LR impactan hasta fallar y cuando se es amateur se falla hasta acertar. Ser profesional es absolutamente posible y depende, en gran medida, de la capacitación formal – desde los inicios – como Tirador Deportivo de LR”.
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