¿Vuelve el pedido de mano dura?
Los abanderados, Susana Giménez y Eduardo Feinmann. Las víctimas exigen leyes más severas. Nota Publicada por la Revista Noticias el 10 de setiembre. Por Giselle Leclercq
El caso de Lino Villar Cataldo, el médico que asesinó al ladrón que intentó robarle el auto, sirvió como catalizador para que volviera a emerger el viejo reclamo de la mano dura. Susana Giménez y Eduardo Feinmann, los abanderados de esta posición, se manifestaron a favor de la tenencia de armas y parte de la ciudadanía comenzó a organizarse para pedir que se modifiquen las leyes. Son los nuevos Blumberg.
En la última campaña, no hubo un político que no prometiera terminar con la inseguridad alinénadose o bien con el grupo de los garantistas, como prometía el discurso del kirchnerismo, o con quienes pedían más severidad.
Sin embargo, lo cierto es que ni unos ni otros resolvieron el problema. Las últimas estadísticas publicadas por el ministerio de Seguridad de la Nación indican que los delitos aumentaron un 10 por ciento entre 2008 y 2015, pasando de 3.298 casos por cada 100.000 habitantes a 3.636.
La mano dura de moda. “Es indudable que hubo un aumento exponencial de delitos y hechos de violencia interpersonal en los últimos cinco años. Pero que ahora se vuelva a hablar de inseguridad tiene poco que ver con el aumento o la disminución de la tasa de criminalidad y mucho más que ver con la lógica del campo periodístico y de campo político”, afirmó a NOTICIAS Javier Auyero, sociólogo y docente de la Universidad de Austin, Texas.
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El debate sobre el uso de armas y la legítima defensa se instaló luego del caso de médico. “Uno menos, este no jode más. No roba más a nadie, no viola más a nadie, que Dios me perdone. La única víctima es el médico”, dijo el periodista Eduardo Feinmann. Susana Giménez se sumó a la polémica: “Si te asaltan, más que un arma tendría una granada”, sentenció. Juan Carlos Blumberg, el hombre que en 2004 convocó a más de cien mil personas frente al Congreso y logró que se endurecieran las penas luego de que secuestraran y asesinaran a su hijo, también opinió: “Villar Cataldo es un pobre hombre que se tuvo que cargar de un arma para protegerse. El Estado está ausente”.
Este clima tiene un correlato directo con la realidad y no se reduce a una serie de declaraciones televisivas. Según publicó Border Periodismo, el 10 por ciento de los argentinos estarían armados. De de acuerdo a datos de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ex RENAR) y diferentes organizaciones no gubernamentales, en el país hay alrededor de cuatro millones de armas en manos de civiles pero apenas el 30 por ciento estarían registradas.
Según Auyero, es en este punto en el que se observan con mayor claridad las contradicciones en el reclamo de mayor mano dura. “La mayoría de los homicidios ocurren con armas de fuego, no con cuchillazos. ¿De dónde salen las armas de fuego? La contradicción radica en que por un lado se pide mano dura y por el otro, la encargada de ejecutar esa mano dura es la institución más ligada al aumento de la criminaldiad que es la policía del conurbano bonaerense, por ejemplo”.
El experto, además, subrayó un punto pocas veces analizado: las zona donde más creció el delito son los barrios más pobres. “Donde más aumentó la violencia, donde más persiste y a quiens más afectase a lo más bajo de la estructura social. Por ejemplo, las últimas estadísticas de homicidio e Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora, en el último año hubo 65 homicidios, el doble que en el centro. En la última década estos números se han más que duplicado y siempre se mantienen por encima del doblegue en las zonas más acomodadas”.
En medio de este clima, un grupo de víctimas y familiares de víctimas iniciaron una campaña a nivel nacional, “Para que no te pase”, y convocaron a una marcha frente al Congreso para el próximo 11 de octubre. Su objetivo crear conciencia para terminar con la inseguridad, la impunidad y la injusticia y lograr que los legisladores modifiquen leyes y amparen los derechos de las víctimas.
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