El BID contribuirá a proteger manglares y promover la pesca artesanal en Honduras.
Fue lanzado con una financiación parcial de 2,6 millones de dólares que aportó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Nórdico para el Desarrollo. ¿Se podrá aplicar una estrategia similar para cuidar los recursos del litoral argentino?
El proyecto, denominado “Resiliencia de la Economía Azul y del Ecosistema Costero del Norte de Honduras – MiPesca”, será implementado por cinco años por la ONG internacional Goal, en los departamentos de Cortés, Atlántida, Colón y Gracias a Dios, en el norte, Caribe y este del país centroamericano.
El ministro coordinador general del Gobierno de Honduras, Jorge Ramón Hernández Alcerro, dijo en el evento que el proyecto permitirá aprovechar de “manera sostenible el abundante capital natural” que posee el país y preservar los manglares.
“La pesca artesanal se constituye en un medio de vida importante para la población costera de bajos recursos en el litoral del Caribe hondureño”.
El programa, que beneficiará a 3.000 familias hondureñas de manera directa, es financiado con un poco más de 2,6 millones de dólares por el BID y el Fondo Nórdico para el Desarrollo.
El director de Goal en Tegucigalpa, Bernard MacCaul, dijo a Efe que el programa pretende impulsar el desarrollo sostenible de la cadena de pesquería de baja escala en comunidades pesqueras del litoral atlántico de Honduras.
“Nos estaremos enfocando en prácticas sostenibles en la protección ambiental y en la protección social”, subrayó el director de Goal, organización que financia con 875.000 dólares el proyecto.
Explicó que el mercado de pesquería ofrece “una oportunidad de desarrollo económico para muchos de los pueblos de la costa norte (de Honduras)” e impulsará además la participación de la población en el manejo de los recursos naturales.
Dijo además que Goal gestiona “mas fondos” para ampliar el proyecto a otras regiones del país centroamericano, ya que la pesca artesanal tiene “mucho potencial para crecer en el futuro”.
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El programa impulsará también el desarrollo de las empresas y organizaciones de pesca artesanal, las prácticas sostenibles y responsables de pesquería, al igual que los sistemas eficaces de inocuidad del sector, añadió.
Además garantizará el acceso a financiación, mejorará la competitividad de las empresas y les asegurará una inserción económica sostenible y responsable del medio ambiente.
MacCaul dijo que espera que el proyecto ayude a generar “un cambio total” en el sistema de pesquería de baja escala y le proporcione ingresos a las familias para que reduzcan su pobreza, flagelo que afecta a más del 60 % de los 8,5 millones de habitantes que tiene el país.
También permitirá hacer un mejor manejo de los recursos naturales y generar más oportunidades de empleo para los jóvenes en Honduras.
En Honduras, más de 100.000 familias dependen de la pesca para garantizar su seguridad alimentaria, subrayó el director de la Ong internacional.
Resaltó la importancia de proteger los manglares en Honduras a través de “un modelo de co-manejo y gobernanza de los recursos”, aunque no precisó la cifra de las hectáreas de manglar que tiene el país.
Según el BID, protegiendo los manglares se lograrían beneficios en el tema de mitigación, se aumentaría el espacio del ecosistema y permitiría la preservación de culturas indígenas.
Colaboración EFE.
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