El Arco Amazónico

Artículo publicado en el número 24 de Aire Libre. Fotos de Juan Dumas.

Ya mencioné en artículos anteriores que el arco tiene más de 20.000 años de antigüedad desde su invención, y que muchos historiadores lo sitúan cercano al dominio del fuego y a la rueda, en su influencia en la civilización.

Pero más allá de opiniones, hay un hecho que comprueba su importancia: siguen utilizándose hoy en muchos lugares, casi sin cambios desde sus originales diseños, con vital utilidad y aún con la posibilidad de acceso a tecnologías más modernas. En el caso del fuego y de la rueda es muy fácil encontrar ejemplos, pero en el caso del arco quizás es un poco más complicado, pero …todo tiene que ver con todo…

Desde hace muchos años percibí cierta equivalencia entre la arquería tradicional, la avancarga y la pesca con mosca. Son de alguna forma el lado más artesanal de la disciplina madre que las engloba. No es casual que entre los arqueros que conozco haya muchos que comparten por lo menos dos de esas actividades entre sus preferencias.

Y fue gracias a amigos mosqueros que en su aventura al río Tsimane (Bolivia), en busca de grandes dorados y pacúes; pude conocer la vigencia del arco amázonico y de su importancia en la vida diaria de los nativos de la zona. Lo que me sorprendió no fue el diseño, que ya conocía por fotos y museos, si no que para los nativos es la herramienta de elección para proveerse de alimento, aún viviendo en contacto estrecho con el mundo moderno, como lo demuestra su vestimenta y su trabajo como guías del lodge.

Arco: Es de un diseño muy simple, de una sola curvatura y de forma rectangular afinada hacia las puntas. Su sección es ahusada, bastante chata y más plana en la espalda del arco que en su vientre. La longitud total ronda 1,8m El material empleado es un tipo de palma, de color café bien oscuro, con un salteado de pequeñas líneas blancas, sin veta. Posee un diseño rudimentario pero con gran eficiencia. El libraje promedio que utilizan es de 40 libras.

Cuerda: Es de fibras vegetales, con un enroscado simple y anudada en sus extremos para que no se suelten las fibras. Encastra en los tips con ojales formados por nudos simples. Se utiliza con un brace bajo según los parámetros modernos, de unos 12cm.

Flechas: Son a mi entender la parte más vistosa e interesante del equipo. Están confeccionadas en un tipo de caña muy pareja, con nudos muy separados entre sí. Tienen un prolijo trabajo de enderezado y pulido. Su diámetro es de 1,5cm promedio y su longitud es similar a la del arco.

El Emplumado

El emplumado es doble, con vistosas plumas de color, y está unido a la flechas por hilo y resina vegetal. Los nocks son virtuales ya que no poseen ranuras; la flecha debe ser sostenida con los dedos al momento de la tensada.

Las puntas están confeccionadas con el mismo material del arco y con gran dedicación en las flechas de caza menor y pesca. Para caza mayor utilizan una sección de caña, con forma de hoja de lanza, de bordes afilados y de imponente diseño. Todas están unidas al astil por dentro de este y atadas con hilo de almacén, seguramente más fácil de conseguir que el tendón actualmente. El sistema es muy versátil y permite diferentes tipos de puntas en una misma varilla, lo que posibilita el intercambio de piezas entre flechas rotas.

Punta para Caza Mayor

Punta para Caza Menor

El uso más común del arco y flechas en relación a la vida diaria del Tsimane es la pesca.

Punta de Pesca

Desde arriba de un bote o desde el agua son excelentes en el arte del acercamiento a la presa y en el de calcular la refracción del agua para lograr el impacto del pez. Miles de años de evolución del hombre junto a su arco siguen dando frutos, conviviendo con tecnologías más modernas, pero reafirmando la vigencia de los verdaderos clásicos.

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