El portal Lugares de Viaje seleccionó los diez sitios antiestrés de la Argentina.
Seguramente hay muchos más, pero los elegidos son sin lugar a dudas hermosos lugares de nuestro país para elegir como destino de las próximas vacaciones.
El Bolsón y Comarca Andina (Río Negro)
Imperdibles los paisajes del río y el Hielo Azul. Destino más que aconsejable para visitar con chicos. Un oasis de montañas y ríos en el que sus habitantes hacen del cuidado de la tierra un culto que transmiten a las nuevas generaciones. En la Comarca, buenos precios en hotelería y la posibilidad de desconectarse con actividades deportivas al aire libre.
Villa Traful (Neuquén)
La única avenida de esta aldea patagónica es la RP 65 lo que ya da cuenta que en la Villa no hay tránsito, ni ruidos molestos ni nada semejante al estrés de cualquier ciudad. Caminar por la orilla del río homónimo que bordea el poblado es una experiencia que se repite cada día de estancia en el lugar. Una actividad clásica: bucear el Bosque Sumergido de cipreses y coihues.
Villa La Angostura (Neuquén)
Destino obligado en la Ruta de los Siete Lagos que es, desde sus inicios, una villa coqueta y exclusiva de la Patagonia. En los últimos años duplicó su población recibiendo a muchos porteños que llegaron a este paraje patagónico a cambiar su vida. El boom inmobiliario, hotelero y gastronómico no le quitó encanto a la hora de encontrar reposo garantizado.
Villa Pehuenia (Neuquén)
El encanto de esta joven localidad patagónica reside en la belleza de su paisaje de araucarias y lagos y sus calles sin nombre y silenciosas que hicieron en sus comienzos el destino ideal para parejas. La comunidad mapuche es la encargada de llevar adelante el centro de esquí del volcán Batea Mahuida. No te vayas sin probar los alfajores de harina de piñón.
Traslasierra (Córdoba)
Es uno de los valles más lindos de Córdoba, casi aislado por las Sierras de los Comechingones y la Cumbre de Achala. Un rosario de pintorescos poblados que une Las Chacras, La Paz, Luyaba, La Población, Yacanto, San Javier, Villa Las Rosas, Las Rabonas, Nono y Mina Clavero (viajando desde Merlo). Es aconsejable detenerse al menos un día en cada uno de estos destinos para descubrirlos a pie.
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Delta (Buenos Aires)
A pocos minutos del centro porteño, tranquilidad y sosiego en un conjunto de islas que contrastan con el estrés citadino que uno deja apenas zarpa para adentrarse en los brazos del Paraná. A no confundir Delta con Tigre y su Puerto de Frutos (en tierra firme), uno de los paseos más concurridos los fines de semana.
Purmamarca (Jujuy)
Aunque con el tiempo se convirtió en uno de los pueblos de la Quebrada de Humahuaca que más transformaciones sufrió, mantiene intacto su espíritu de pueblo, la calidad de su hotelería y su inalterable atmósfera apacible. El paseo de Los Colorados es un imprescindible para conocer los increíbles colores de los cerros que la rodean.
Molinos (Salta)
Un pueblo enmarcado por los Valles Calchaquíes que remite a una escenografía de un set de filmación por sus impecables casas de adobe y sus fachadas al resguardo del paso del tiempo. Ideal para pasar unos pocos días de desenchufe garantizado y para hacer un alto en el camino de los Valles.
Paraná (Entre Ríos)
El río marca el pulso de una ciudad señorial y de constante tranquilidad. ¿Acaso no hay actividad más calma que contemplar el fluir del Paraná desde la orilla de una de las playas de la zona? Además, cuenta con varios puntos para practicar pesca deportiva.
Esteros del Iberá (Corrientes)
En los últimos diez años se afianzó como uno de los lugares elegidos por los que buscan un mix perfecto entre confort y naturaleza. En un comienzo los turistas se hospedaban en la casa del guardafaunas. Hoy se establecieron estancias y posadas que sirven de base para las actividades turísticas que proponen. Las excursiones comienzan a primera hora de la mañana para, durante la tarde y en época estival, guarecerse del calor en las piletas de los hospedajes.
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