Por caza furtiva abaten a 165 elefantes en reserva en Mozambique.
Otra noticia que pone en escena la necesidad de contar con reglamentaciones de caza, la única forma de combatir al furtivismo.
Maputo, 6 nov (PL) Un total de 165 elefantes fueron abatidos de enero a la fecha en la Reserva Nacional de Niassa, en el norte de Mozambique, por la caza furtiva, considerada hoy una amenaza mundial.
Según Radio Mozambique, la Comisión de Refuerzo a la Legalidad en esa región está muy preocupada por el aumento de casos de masacre de especies silvestres y forestales, protegidas por ley, pero que ponen en peligro la biodiversidad.
Tal inquietud la manifestó el procurador provincial José Santos, en el ámbito de saludos a la gobernación por el Día de la Legalidad que se conmemoró el viernes.
De acuerdo con resultados de un nuevo estudio de la revista científica Nature, la caza subrepticia de elefantes impacta en la economía de países en África, al perderse 25 millones de dólares de ingresos anuales por turismo.
Las poblaciones de paquidermos del continente fueron diezmadas en los últimos años, al sufrir una reducción del 30 por ciento entre el 2007 y 2014.
Otras pesquisas apuntan que en ese escenario las especies africanas de esos mamíferos gigantes se encaminan hacia la extinción.
Mirá también: La caza es parte de una economía compleja que hasta la fecha ha demostrado ser el método más eficaz de conservación alrededor del mundo.
Los autores del nuevo estudio reconocen que eliminar la caza ilegal tiene un alto costo, pero con el fin de la matanza, los beneficios financieros del ecoturismo pueden compensar esas inversiones y convertir la protección de los animales en una estrategia económicamente viable.
Se estima que actualmente hay más de medio millón de los elefantes en África frente a los 1,2 millones de 1980, y la cifra puede disminuir hasta un 20 por ciento en la próxima década.
Otros datos preocupantes reveló el informe titulado The Living Planet Report 2016, divulgado por Zoological Society of London (ZSL) en asociación con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
El documento revela que la población de animales salvajes del planeta cayó 58 por ciento entre 1970 y 2012 y, si no se hace nada, el número puede llegar a 67 por ciento, dos tercios del total en el 2020.
Avizora que la destrucción de la biodiversidad puede tener un impacto violento en la supervivencia humana, al comprometer la calidad del agua, los alimentos y también las temperaturas globales.
La caza furtiva resulta una amenaza mundial, al ubicarse entre las cinco actividades ilegales más lucrativas del mundo, con pérdidas que superan los 23 mil millones de dólares por año.
Fuente: Prensa Latina
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