Una interesante alternativa para disfrutar de la cultura, la historia y los paisajes.
La ciudad costera de Santa Cruz cuenta con una de las mayores diversidades de aves y fauna marina de América, a la vez que muestra una serie de atractivos en su casco urbano. Por Jorge Garmendia.
Puerto Deseado, una ciudad costera de Santa Cruz que cuenta una de las mayores diversidades de aves y fauna marina de América, también muestra una serie de atractivos en su casco urbano que se suman a su amplia oferta turística en materia de avistaje de pingüinos de Magallanes y de Penacho Amarillo, toninas overas, delfines, ballenas, lobos marinos, zorros y guanacos, entre otras especies marinas y terrestres.
El casco urbano ofrece un patrimonio edilicio que refleja el trabajo de inmigrantes europeos y que se expresa en obras como los edificios del Banco Nación y de la Estación de Trenes, construidos en piedra por artesanos yugoslavos.
El recorrido también permite revivir, con testimonios arquitectónicos e históricos, los eventos sucedidos durante las huelgas de los trabajadores rurales de 1921, que se conocieron como La Patagonia Trágica.
El Museo Lítico, donde se puede apreciar los vestigios de la cultura de los tehuelches; el Ferroviario, que revive los años dorados del Ferrocarril Patagónico; y el Mario Brozoski, que permite descubrir elementos rescatados de la corbeta Swift, un barco de guerra británico que se hundió cerca de la costa deseadense en 1770, son otros de los atractivos del área urbana.
La gastronomía, basada en la inmensa riqueza de los pescados y mariscos del litoral marítimo, permite disfrutar de exquisiteces como la merluza negra, los langostinos, las centollas, los calamares, los mejillones, y también del producto saliente de la estepa patagónica, que es el cordero.
Las comidas típicas a base de pescados y mariscos son la especialidad de Puerto Cristal, mientras que los mariscos y el cordero, maridados con pastas y pizzas, se pueden disfrutar en lugares como Quinto Pizza o Ferro Bar.
Mónica Quintomán, directora de Turismo de Puerto Deseado, indicó que el sector gastronómico “crece y tiene cada vez mejor nivel” y manifestó que esto se debe “a la utilización de productos frescos y a la idea de desarrollar una cocina natural con productos típicos”.
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El ferrocarril fue clave en la historia de esta localidad y el Vagón Histórico, que fue construido en 1898 y circuló entre Puerto Deseado y Las Heras entre 1909 y 1978, lapso en el que estuvo involucrado en episodios vinculados a las huelgas rurales de 1920 y 1921 y a las operaciones militares realizadas para reprimirlas, es uno de esos atractivos turísticos.
El subsecretario de Turismo de Puerto Deseado, Mario Cambi, señaló que “la línea férrea fue abandonada y en 1980 un movimiento popular deseadense logró comprar el vagón en una subasta pública, tras lo cual se declaró Monumento Histórico Provincial y funciona como una oficina de turismo”.
Otro sitio clave, declarado Monumento Histórico Municipal, es la Estación del Ferrocarril, un magnífico edificio construído en 1909 con piedras de la zona y que hoy alberga al Museo del Tren, que se puede conocer a través de visitas guiadas a cargo de los extrabajadores ferroviarios.
El ex ferroviario Pedro Urbano recordó que “el edificio estaba diseñado para ser la Estación Central del Ferrocarril Trasandino, que según el proyecto de Ezequiel Ramos Mejía iba a unir el puerto de Buenos Aires con el lago Nahuel Huapi, en Bariloche, y de allí iba a pasar a Chile”.
Los restos del proyecto ferroviario fueron rescatados de una subasta y a mediados de los 80 se restituyeron a los trabajadores, que a través de la Asociación 20 de Septiembre constituyeron, en 2003, el Museo Ferroviario.
“El espacio recuerda la evolución del tren en la zona, el trabajo de los ferroviarios y el proyecto original de este ramal, que iba a ser el más grande de América”, subrayó Urbano.
Las actividades turísticas del museo se completan con un hermoso viaje en una pequeña máquina similar a las que se conocen como “zorras”, que permite obtener las mejores vistas desde las alturas del pueblo.
El recuerdo de las huelgas de 1920 y 1921, cuando un grupo de trabajadores laneros y peones rurales se rebelaron pidiendo mejores condiciones de trabajo, se conocen como la “Patagonia Trágica” o “Patagonia Rebelde”, y sus huellas son notorias en Puerto Deseado.
Las mismas están reflejadas en lo que se conoce como el circuito “Cara a la Libertad”, que según su creadora, Marisa Mansilla, de la Asociación Amigos de la Biblioteca Ameghino, “permite apreciar el Hotel Argentino, donde paró el teniente coronel Héctor Varela, encargado por el Ejército de la represión de los huelguistas, entre otros sitios emblemáticos”.
El Cementerio, caracterizado por las tumbas de piedra realizadas por picapedreros yugoslavos y donde está enterrado Servando Romero, un muchacho fusilado junto con José Font, alias “Facón Grande”, el cabecilla de la revuelta; la fonda La Leonesa; el cine teatro Español; la antigua comisaría; Puerto Jenkins; la Compañía Argentina de Salud; el cine Colón; y los talleres gráficos del periódico El Orden, son otras de las referencias del circuito “Cara a la Libertad”.
“En cada sitio hay un cartel con fotos de la época para mostrar el sitio tal como era en 1920, con textos explicativos sobre su relación con las huelgas obreras”, afirmó Mansilla, quien aclaró que esta tarea no es sencilla “porque algunos sitios fueron modificados y otros ya no existen”.
Por último, los centenares de cañadones y quebradas que rodean a esta localidad costera son el escenario ideal para practicar moutain-bike y disfrutar de las enormes paredes de rocas volcánicas y de inmejorables vistas de la Ría Deseado.
Fuente: TELAM
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