Los Hombres Voladores: el Wingsuit.
Entrevista exclusiva a Diego Radicci, paracaidista y piloto Wingsuit, publicada en Revista Aire Libre 25. Por Néstor Saavedra.
¿Qué es el wingsuit y por qué se llama así?
El wingsuit es un deporte, una variación del paracaidismo, donde las personas que lo practican utilizan trajes especiales (wingsuits), que les permiten disminuir la velocidad de caída vertical transformándola en desplazamiento horizontal y alcanzando relaciones de un metro de caída por tres metros de avance. Obtiene su nombre de las palabras en inglés “wing”, que significa ala, y “suit”, traje, traduciéndose literalmente como traje de alas.
¿Conocés algo de su historia?
La historia de los trajes de alas y de su utilización en el paracaidismo comienza en la década de 1930 en los Estados Unidos y Europa. Su desarrollo fue duro, ya que la gran mayoría de las personas que lo utilizaban perdían su vida en el intento, debido a que el conocimiento en aerodinámica y materiales aún no era el suficiente para crear trajes seguros. El punto de quiebre llega en 1994, cuando el paracaidista francés Patrick de Gayardon logra un diseño mucho más seguro y eficiente pero, desafortunadamente, en la prueba de una modificación al traje, en 1998, tuvo un accidente fatal en Hawai. Siguiendo sus pasos, en 1999 Jori Kuosma, de Finlandia, y Robert Pecnik, de Croacia, deciden crear un traje seguro y accesible para todos los que desearan volar: así crean Birdman, la primera empresa en comercializarlos. A partir de ese momento, la cantidad de personas que practican este deporte aumentó de manera exponencial hasta hoy. En nuestro país, la actividad se desarrolló a partir del nuevo milenio con la ola de crecimiento del deporte. Hoy se cuenta con no más de cuarenta practicantes.
¿Cómo te iniciaste en su práctica?
Se puede decir que pertenezco a una segunda generación de practicantes, ya que fui inspirado a entrar a este mundo por ver lo que hicieron los pioneros del deporte y, además, por un fuerte impulso por buscar algo más que una vida definida por el paradigma de generaciones anteriores de nacer-estudiar-trabajar-morir, ruptura que es evidente en esta generación, debido al exponencial crecimiento de los deportes extremos de todo tipo en todo el mundo. Así, mi decisión tomó forma y comencé a ahorrar para realizar el curso de paracaidismo, esfuerzo que tres años después se vio premiado con mi primer vuelo con wingsuit.
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¿Qué sensaciones te produjo?
Claro que es muy difícil de explicar con palabras lo que uno siente y lo que le pasa por la cabeza en esa situación: la mayoría de las personas creen que hacemos lo que hacemos en búsqueda de adrenalina pero, por lo menos, en mi propia experiencia, no ha sido de esta manera; es algo mucho más profundo y duradero, que tiene que ver con lograr lo que te proponés, cumplir las metas y los sueños de tu vida más allá de lo que dicte la sociedad en la que has crecido y desarrollado como persona. Todo esto está mezclado con la situación en la que te ves sumergido al saltar de un avión a tres mil metros de altura. Después de todo, volar ha sido el sueño de la humanidad desde que tiene memoria.
¿Qué condiciones físicas debe tener el que lo practica?
Las condiciones físicas y psicológicas que debe tener cualquier persona que desee practicar este deporte son las mismas que las que tiene que poseer para cualquier otra actividad aeronáutica. En nuestro país, está regulado por el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial (INMAE), repartición de la Fuerza Aérea Argentina, adonde los aspirantes mayores de dieciocho años deben concurrir para realizar el examen psicofísico y obtener el apto para la actividad. Pero algo que la mayoría de las personas toman por sentado o pasan por alto es el nivel de conocimiento y experiencia que debe tener para poder practicar wingsuit. Recordemos que este deporte es un área especializada del paracaidismo y, por lo tanto, los interesados tienen que ser paracaidistas con sus respectivas licencias, las que se obtienen realizando el curso de paracaidismo, y además con una experiencia mínima de 200 saltos para hacer la adaptación al vuelo con trajes de alas. Como en todas las actividades aéreas, el conocimiento y la experiencia son aspectos fundamentales para desarrollar una actividad con seguridad.
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¿Desde qué altura se tira y cómo se accede a esa altura?
Por lo general, el rango de altura para practicar wingsuit va desde los 5.000 metros hasta los 1.500 metros, dependiendo del tiempo que uno quiera tener para desarrollar lo planeado para el salto. Por encima de los 5.000 metros se necesita oxígeno para que los practicantes no se vean afectados por hipoxia. Por debajo de los 1.200 metros comienza a ser peligroso, si se tiene que resolver una situación de emergencia. Para poder acceder a estar alturas se utilizan aviones y de ellos dependen la cantidad de paracaidistas que saltarán y la altura desde la cual saltarán. En nuestro país, los aviones más utilizados son los Cessna 182 y 185. También es importante diferenciar entre la práctica del wingsuit clásica y la combinación con el salto BASE, otra prueba aérea especializada dentro del uso de los trajes de alas, donde se salta desde diferentes construcciones, como edificios, antenas, puentes y acantilados utilizando los wingsuits para ir a muy poca distancia del suelo y dar una completa sensación de estar volando, estilo muy difundido en estos últimos años en Youtube y otras plataformas de videos. Sin embargo, estos videos dan una falsa sensación de seguridad y facilidad. Las personas que llegan a practicar este estilo de salto BASE combinado con wingsuit son profesionales en todas las áreas: paracaidismo, salto BASE y pilotos wingsuit experimentados. Es considerado, al día de hoy, el deporte más peligroso del mundo.
¿Cómo se minimizan los riesgos de un golpe?
Todos los saltos con wingsuit desde un avión, como así también los de paracaidismo, se planifican en tierra, de modo que todos los participantes sepan desde el principio qué tiene que hacer y qué tienen que hacer sus compañeros. Para los momentos en que las cosas no salen como lo planeado se cuenta con cascos, altímetros y otros elementos de seguridad. Sin embargo, lo más importante es el conocimiento y la experiencia del paracaidista, para poder discernir si se encuentra en una situación de riesgo y cómo resolverla lo más rápidamente posible, sea durante el ascenso, la salida del avión, el desarrollo del vuelo o el aterrizaje. Además, la actitud profesional tiene que estar presente desde el momento en que se llega a la zona de salto, para evitar descuidos y fallas que pueden ocasionar accidentes más adelante.
¿Qué elementos se utilizan?
Para un salto con wingsuit se utilizan los siguientes elementos:
- Paracaídas: consta de un arnés contenedor (mochila) que en su interior tiene dos velas, una principal y una reserva, más un dispositivo de apertura automática (AAD).
- Wingsuit: el traje propiamente dicho.
- Casco: para evitar golpearse la cabeza con el avión o con los propios compañeros durante el vuelo. Se lo suele equipar con altímetro audible y gafas, si es necesario.
- Altímetro: digital o analógico, se utiliza para saber la altura y los momentos de salto, escape y apertura, así como también el tránsito en la zona de aterrizaje.
¿De qué están hechos los trajes?
Los trajes de alas son fabricados con telas sintéticas de alta resistencia, como cordura, nailon, taslan, etc. Esto depende de su diseño, el objetivo de su confección y la empresa que lo fabrica.
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¿Dónde se practica?
En nuestro país se practica wingsuit en varias zonas de salto en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Neuquén, entre otras provincias, pero son contadas las personas, como Diego Sánchez o Javier Rodríguez, de Santa Fe, capaces de dar la instrucción para la adaptación. Por lo general viajan a las zonas de salto donde se encuentran los aspirantes a pilotos wingsuit para dar la instrucción.
A todos aquellos interesados en embarcarse en la aventura de su vida y llegar a convertirse en paracaidista y piloto wingsuit los espero en mi página de Facebook, donde respondo personalmente todas sus dudas y los ayudo a encontrar sus escuelas de paracaidismo más cercanas para comenzar este viaje. Si no, me pueden encontrar volando en el Cepac (Centro de Entrenamiento de Paracaidismo Córdoba, Camino 60 cuadras km 7 ½ Córdoba Capital.
Se puede
Un consejo para los aspirantes es que no se decepcionen al enterarse de los requisitos necesarios para volar un traje de alas y la inversión que hay que hacer, porque, como dijo Gandhi, “al principio los sueños parecen imposibles, luego improbables y, cuando realmente nos comprometemos, inevitables.” Lo que más se necesita son ganas y esfuerzo: lo demás llega solo, de a poco, y en el entretiempo uno la pasa de maravillas saltando con amigos, sin duda, lo más divertido de nuestra actividad.
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