Conociendo La Rioja.
A 1800 msnm, el legado de la naturaleza, donde el contraste de colores desentraña la creación sin imperfecciones y donde un azul contrastante del cielo, no encuentra un límite ya que donde se fije la vista la magnificencia no permite un corte, una valle extenso y una experiencia sin concepto que deja atónito a cualquier visitante, y allí ellos, cóndores andinos que sobrevuelan casi al alcance de la mano.
Una propuesta más que interesante para disfrutar en Familia durante la primavera, una escapada para sumergirse en una experiencia inexplicable, donde la naturaleza muestra a pleno una flora y fauna increíble, donde las manilas del reloj no tienen permitido avanzar y completar a pleno la excursión hasta llegar a miradores naturales que hacen de contención a un valle de belleza incomparable, la misma que se contempla al admirar a los centinelas que custodian en territorio riojano.
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En la capital riojana, punto de inicio para cualquiera de los Corredores turísticos, múltiples opciones hacen de la estadía la mejor elección. A 180 km desde la capital provincial, atravesando Ruta Nacional 38 e ingresando en Punta de Los Llanos, inicio del camino hacia una experiencia única tras cruzar la localidad de Tama, centro urbano y cabecera del Departamento Ángel Vicente Peñaloza, donde la historia signó páginas de la proeza de caudillos como “El Chacho” en su lucha por el federalismo, igualdad por la que hoy continua trabajando La Rioja en el contexto nacional.
Posta Los Cóndores alberga al turismo que llega con el objetivo de descansar y disfrutar del paisaje que no admite el pasar de las horas, donde el conteo del reloj quedó detenido con el propósito de vivir una experiencia inigualable. Los hermanos Juan y José De La Vega, los mejores y mayores anfitriones.
En cabalgata o caminando se accede a Quebrada de Los Cóndores en Sierra de los Quinteros, cuyos macizos custodian celosos a estas aves en su vuelo. Uno de los pocos apostaderos donde su lugar de avistaje se encuentra por encima de sus dormideros. Así se transforma en uno de los sitios más impresionantes, convirtiéndose en un mirador de enormes bloques de piedra sobre un hondísimo precipicio con vista hacia el este y, a cuyos pies, discurre el río Los Chocallos.
Y, al regreso de la excursión a lomo de caballo o tras el senderimo, el calor del hogar que transforma en calidez absoluta el comedor de La Posta, donde la cena aguarda la salida de la comida en el horno de barro. La amabilidad y cordialidad al promediar cada jornada, son el mayor condimento por la visita recibida.
Imperdibles lugares para tomar la decisión de viajar a La Rioja y conocer cada rincón donde la historia, arqueología, titánicos macizos rojizos, cultura y gastronomía la hacen elegible durante todo el año.
Escrito por: Sandra Boneto – Fuente: Compartiendo Turismo
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