A 150 kilómetros de Esquel es un sitio único en la Argentina que merece ser visitado.
Vestigios de una erupción volcánica de hace 50 millones de años, piedra parada y el cañadón de la buitrera son un destino magnífico.
En plena estepa patagónica y en medio del valle del Río Chubut se alza una imponente piedra de origen volcánico de 210 metros de altura. El lugar fue la caldera de un antiguo volcán, cuya chimenea se solidificó y dio origen a geoformas muy peculiares. Las antiguas paredes con huellas del material incandescente también atesoran pinturas rupestres que dejaron las poblaciones antiguas de la zona. Es posible acceder a ella desde la ruta y con medios propios, pero si se quiere conocer cada detalle y los secretos de la región, conviene contratar una excursión guiada.
Al cruzar el río Chubut, a pocos metros de la piedra, se ingresa a un cañadón de tres kilómetros de largo, flanqueado por paredones de 150 metros de altura, que van disminuyendo gradualmente a medida que uno avanza hacia el interior del área. Esas paredes contienen rutas de escalada, cuevas y son el hábitat de aves, reptiles y roedores locales como el chinchillón.
Piedra Parada es un destino de enorme riqueza geológica, arquelógica y paisajística, pero además es un sitio perfecto para la pesca, el trekking y la escalada.
La distancia desde Esquel a Gualjaina es de 90 km; este poblado es el último punto con servicios en el camino a la zona del área protegida, que está ubicada unos 30 km más al Este.
Al Área Natural Protegida llegan escaladores de todo el mundo, para disfrutar de las vías existentes. En 2013, Piedra Parada fue sede del Petzl RocTrip, una de los encuentros de escalada más importantes del mundo, lo que significó una enorme difusión para la zona. Las excursiones se pueden contratar en las agencias de turismo de la ciudad.
Fuente: http://www.esquel.tur.ar/
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