Cazador en el cielo y en la tierra
Una vida compartida entre los aviones caza de nuestra Fuerza Aérea y las actividades cinegéticas, han convertido a Lorenzo Bravo Deheza en una persona admirable, por su sabiduría y hombría de bien. Por Pablo Crespo para Revista AIRE LIBRE
Corría el año 1947 y nuestro país había adquirido al Reino Unido de Gran Bretaña, la cantidad de cien cazas Gloster Meteor, el primero a reacción utilizado por los aliados sobre finales de la IIa Guerra Mundial.
Un grupo de jóvenes pilotos de la Fuerza Aérea Argentina, viaja a Inglaterra para realizar los cursos que los instruirian para utilizar los nuevos aviones.
Entre ellos el Alferez Lorenzo Bravo Deheza, de 23 años de edad, daba los primeros pasos de una carrera que lo llevaría a convertirse en el Decano de los pilotos de caza de nuestro país.
La intención del entonces Presidente de la República, el General Juan Domingo Perón, era que los nuevos Gloster participaran del desfile militar que se realizaría el 9 de julio de ese año. La decena de aeronaves que fueron embarcadas con anticipación para ese fin, llegaron a Buenos Aires con poco tiempo para su preparación y posterior debut. Fue allí donde algunos pilotos despegaron desde calles empedradas del puerto para dirigirse a Ezeiza – asiento provisorio de los Gloster – demostrando una capacidad y profesionalismo que años después sus sucesores terminaron de confirmar en Malvinas.
Nuestra Fuerza Aérea nace el 4 de enero de 1945 – anteriormente era la Dirección General de Aeronáutica dependiente del Ejército Argentino – e inicia de inmediato un proceso de modernización que incorporó aviones como el Gloster Meteor, siendo la primera fuerza aérea de América Latina equipada con aeronaves de propulsión a reacción. También se adquirieron algunos bombarderos Avro Lincoln y Avro Lancaster, creando así una fuerza poderosa dentro de la región.
Es en ese periodo en que se forja el espíritu del hoy Brigadier Mayor (R) Lorenzo Bravo Deheza, o simplemente “Bocha”, en el ámbito de la caza mayor argentina.
Eximio tirador y cazador, integra el Club Argentino de Caza Mayor creado el 31 de agosto de 1957. Posteriores gestiones realizadas por sus fundadores ante la entonces Municipalidad de Buenos Aires logran que se les otorgue la concesión de un predio en el Parque 3 de Febrero, para la instalación de su sede.
Veinte años después, las autoridades Municipales ofrecen el predio en venta al Club, propuesta similar a las que se le hacen a otras instituciones deportivas.
La posibilidad se trató en una reunión informativa, en la cual se decide aceptar la propuesta de compra. El entonces Presidente del Club Argentino de Caza Mayor – el recordado Carlos Canobbio – convoca a una Asamblea, en la que la mayoría decide que era alto el precio a pagar y que con una casa que oficiara de sede bastaba.
Pese a ello un grupo de socios que con visión de futuro, estaba a favor de la compra, se escinde de institución, dando nacimiento a la Asociación Argentina de Caza y Conservacionismo, siendo “Bocha” electo como su primer presidente, detentando actualmente el titulo honorifico de Presidente Decano de la institución.
Una simple anécdota que lo pinta de cuerpo entero al hombre que hoy entrevistamos, aconteció en los Estados Unidos de América, donde se encontraba en cumplimiento de un destino de su carrera. A sabiendas de su pasión por las armas y el conocimiento que tenía sobre ellas, le presentan al Presidente de la empresa Colt. Fascinado por la personalidad de Bocha, éste le ofrece ser el representante de la marca en la Argentina, lo que no es aceptado aduciendo que una actividad comercial no era compatible con su condición de militar en actividad. Otros hombres… otros tiempos.
Bocha, ya hemos relatado como nació la Asociación Argentina de Caza y Conservacionismo. Luego de su fundación, como lograron la integración de nuevos socios teniendo en cuenta la poca cantidad inicial?
En slogan de nuestra entidad fue desde un comienzo: “La Asociación va a comenzar a servirlo como usted merece, apóyela con la misma eficacia, iniciativa y capacidad que le permitió ser lo que usted es”.
¿Como ve el futuro de la caza mayor en la Argentina?
Creo que la Argentina tiene un futuro muy positivo en la actividad o deporte de la caza mayor. Posee un gran territorio de más de 2.400.000 kilómetros cuadrados, con una escasa población del orden de los 40.000.000 de habitantes, cuya gran mayoría vive en ciudades. Los cotos se han multiplicado, están bien cuidados y organizados, y son un negocio rentable para sus dueños. El control de depredadores y furtivos se lleva a cabo con bastante éxito y no hay antecedentes serios de pestes o enfermedades en los animales calificados como especies de caza mayor. La variedad de climas y geografías de nuestro país han permitido el desarrollo de especies exóticas que se han multiplicado exitosamente. Si tenemos en cuenta que la caza no es un deporte de masas – sumado a lo anteriormente expresado – vemos que el futuro es promisorio. No es ajeno a ello la prédica de las Asociaciones que nuclean a cazadores, respecto al conservacionismo.
Me consta – por tener el honor de ser socio de ésta institución – el profundo sentido patriótico del que hacen gala la totalidad de sus miembros. Ha habido alguna muestra que trascendiera?
En el año 1978 cuando tuvimos una fuerte tensión con Chile por problemas limítrofes y estando en un estado de conflicto, nueve socios de la A.A.C.C., expertos cazadores con enormes conocimientos del sur argentino y de las zonas fronterizas, se ofrecieron como tiradores especiales en caso de guerra, elevando ese ofrecimiento por nota al Comando en Jefe del Ejército.
¿Un mensaje para los jóvenes que se inician en la caza mayor?
Que se preocupen por entender y captar la verdadera filosofía de esta actividad. El verdadero cazador no es un “matador”. Es un conservacionista de las especies, un protector de la naturaleza e interactúa con ella.
Conocer personalmente a Bocha Bravo Deheza, es una experiencia inolvidable. Dueño de la sabiduría que le han dado 93 años de una vida compartida entre los aviones de caza y las actividades cinegéticas, es una permanente fuerte de consulta.
Carismático conferencista y romántico escritor – ha publicado libros de poemas –, es un infaltable compañero de pedana en las tardes de tiro, siempre llevando su Colt Commander calibre .45 ACP en “Condición 1” (amartillada y en seguro).
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