El magnate rumano compró una finca de caza por 9 millones de euros
Es el hombre más rico de Rumanía y fue uno de los mejores tenistas del mundo durante la década de los 70.
Ion Tiriac es el hombre más rico de Rumanía y el único de este país que aparece en el ranking de multimillonarios del mundo de Forbes, que este año le sitúa en el puesto 1.795 además de catalogarle como uno de los diez hombres solteros más ricos del planeta. El extenista, poseedor de una fortuna estimada en 1.100 millones de euros, logró ser uno de los cincuenta mejores tenistas del mundo en los años 70. Su vinculación con España le viene porque es propietario desde 2002 de los derechos del Mutua Open Tenis. Ahora ha comprado una finca a Gonzalo Hinojosa, histórico dirigente que fue de Cortefiel, en Ciudad Real, para dar rienda suelta a su gran pasión: la caza.
Tras colgar la raqueta ejerció de próspero entrenador de Guillermo Vilas y Boris Becker en los 80, ayudándoles a alcanzar la cima del tenis mundial. Actualmente el magnate es propietario del mayor banco privado de Rumanía, al que ha bautizado con su propio nombre; además de tener su propia aerolínea y ser un empedernido coleccionista de coches de época. Tiene 33 hijos y aunque únicamente tres de ellos llevan su apellido, ha declarado que todos recibirán la misma parte de su herencia. Aunque él le quita importancia al asunto y reconoce su pasión por las mujeres, “especialmente cuando tienen las piernas largas y son suaves y elegantes”.
Una finca de 9 millones de euros
Más allá de su pasión por las mujeres, el dinero y los negocios, Tiriac es un fanático cazador. Desde que conoció nuestro país, al que le une ser propietario desde 2002 de los derechos del Open Tenis de Madrid, pidió a sus contactos que le localizaran una finca de caza para comprar. Recientemente compraba a Gonzalo Hinojosa, de la familia expropietaria de Cortefiel, la finca “Navalsordo” en Abenójar, provincia de Ciudad Real. Una propiedad de 1.500 hectáreas que —según los expertos consultados— le habría supuesto un desembolso de unos 9 millones de euros. Conocida por la espectacularidad de las especies que habitan allí, en ocasiones se han cazado trofeos medalla de oro de jabalí, muflón o gamo.
Todos los años Ion Tiriac realiza numerosos viajes de caza con destinos exóticos donde poder abatir los mejores trofeos de antílopes, leones, elefantes, búfalos y cualquier especie cinegética que se precie. Desde 2005 organiza además cacerías vips en su coto privado de 1.500 hectáreas en Balc, al noroeste de Rumanía, en las que invita a personalidades llegadas desde todos los puntos del mundo. Probablemente a partir de ahora esas monterías donde combina placer y negocios también tendrán lugar en “Navalsordo”.
Artículo de María Luisa G. Moro para vanitatis.com
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