Artículo de TRUST, la compañía española que fabrica cartuchos para caza y competición desde 1926.
Ya sea en un campo de tiro al plato o cazando perdices los principios para disparar objetivos en movimiento son los mismos.
Aprender a disparar un objetivo en movimiento puede ser muy difícil debido a todas las variables relacionadas con la ubicación del objetivo. Nos vamos a centrar en algunos elementos clave que van a ser determinantes a la hora de hacer un disparo certero.
El primer elemento es la visualización del objetivo.
Parecerá una obviedad, pero es muy importante que los ojos estén enfocados correctamente para una rápida adquisición del blanco. Por ejemplo, un tirador de skeet debería estar mirando en la dirección de donde viene el objetivo y no donde va a estar. En la caza de aves, uno debe anticipar de dónde vendrá el ave, como una línea de árboles, y no mirar dónde le gustaría disparar al pájaro.
El segundo elemento está en el tiempo de reacción para encarar el objetivo.
Muchos pueden reaccionar a la colocación para el encare de un blanco en 0.2 segundos. Este es el tiempo que le toma al cerebro reconocer el objetivo e iniciar el movimiento del arma de fuego.
Una vez que el/la tirador/a reacciona al objetivo, debe hacer el seguimiento del mismo: identificar su trayectoria y anticipar hacia dónde irá: una vez que inicie el movimiento del arma de fuego, bascular y seguir el blanco y establecer el adelanto.
Éste es posiblemente el punto que más dificultades entraña tanto para cazadores noveles como para experimentados. Para hacer un buen adelanto deberemos tener en cuenta la velocidad y tamaño del objetivo, la distancia a la que se encuentra y lo rápido que sea el cartucho que vamos a tirar. Hay que tener en cuenta que los perdigones que saldrán de nuestra escopeta saldrán como un chorro o nube que avanzará hacia su objetivo. Esta nube de perdigones será más ancha o más estrecha dependiendo del choke o del cañón de nuestra escopeta. Para hacer que la trayectoria de dicha nube de perdigones interfiera con la del objetivo deberemos de apuntar con nuestra mirilla por delante de éste.
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Hay varios tipos técnicas de seguimiento del blanco para aplicar el adelanto:
El adelanto sostenido es cuando el tirador mantiene la misma cantidad de adelanto antes, durante y después del disparo. Este tipo de cable se usa cuando la ruta del objetivo es muy predecible.
El adelanto desde atrás se da con mayor frecuencia en la caza y se caracteriza por iniciar el seguimiento apuntando desde detrás del blanco y acelerar pasando por encima del mismo hasta alcanzar el adelanto estimado.
Otro tipo de adelanto “de golpe” es común en algunos de los deportes de escopeta. En este caso, el cañón o la boca del arma de fuego sigue al objetivo durante toda su trayectoria, haciendo un brusco adelanto justo antes de disparar.
El elemento final es el swing, también conocido en el argot de los tiradores como “correr la mano”, concretamente la que tengamos sujetando el guardamanos.
Se trata de un movimiento que nos ayudará a dispersar de mejor manera los perdigones para que durante su vuelo impacten contra el blanco. Para hacer un buen swing, una vez hayamos encarado la escopeta, buscaremos poner la mira sobre nuestro objetivo y seguiremos su trayectoria para adelantarla y efectuar el disparo cuando consideremos. Eso sí, sin dejar de mover la escopeta durante la salida de los proyectiles.
Disparar objetivos en movimiento no es fácil, pero es de esperar que tener una comprensión de los procesos que ocurren te ayude a ser un mejor tirador en el campo.
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