Una aventura abierta al público
Bodegas de la Ruta del Vino tucumana abrirán sus puertas a todos aquellos interesados en aprender las tareas del viticultor en la recolección de la vid. Qué bodegas son y qué proponen.
Falta poco para la vendimia. Esto es, el momento en que se recolectan las uvas que luego servirán para la producción de vinos o licores en las más variadas zonas vitivinícolas del mundo. En nuestro hemisferio, ésta se produce entre los meses de febrero y abril, siempre dependiendo del grado de maduración de la uva para una fabricación óptima del vino.
Alrededor de esta circunstancia natural es que surgieron los famosos festejos de la vendimia, como símbolo de la alegría por el final de la cosecha, y que se remontan a los tiempos en que el vino era el puente entre los dioses y los hombres.
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La vendimia tucumana
La Ruta del Vino tucumana está enmarcada por los majestuosos Valles Calchaquíes que con sus colores abrazan a cada visitante desde un cielo pleno, invitándolo a sorprenderse con la cultura precolombina, los sabores típicos y la omnipresencia de los cardones como habitantes de la inmensidad.
En estos días, esta ruta comienza a respirar vendimia. Cada una de las 18 bodegas que la componen vive intensamente estas jornadas, aguardando la puesta a punto de las uvas mientras llevan adelante los preparativos que serán determinantes al momento de lograr un producto de alta calidad como los que producen desde la Cámara de Bodegas y Viñedos de Tucumán.
Productoras como Las Arcas de Tolombón y Luna de Cuarzo, entre otras que también se están preparando para esos días, abrirán sus puertas para compartir una jornada de recolección y ser testigos de los primeros pasos de las uvas antes de su conversión en vino.
En las fincas se aguarda el comienzo de la cosecha con pocos días de diferencia entre una y otra. En Las Arcas de Tolombón, por ejemplo, estiman para el 5 de marzo el inicio de la alquimia que convertirá la uva en vino.
Durante este mes, el turista que visite la bodega podrá hacer un recorrido único a través de los diferentes momentos de la vendimia, participando activamente de las distintas fases del mismo. En este recorrido conocerá las diferentes variedades de uvas, visitará la finca, los viñedos, la zona del prensado y la mesa de selección. La visita continuará por los tanques, el laboratorio, las máquinas de embotellado y etiquetado y, finalmente, la cava.
De lunes a viernes de 9 a 17 h podrá participar de la recolección de los frutos, actividad que consiste en cortar manualmente los racimos de uvas con tijeras y colocarlos en canastos.
Mientras tanto, los miércoles y viernes podrá contemplar en primera persona y con toda la familia el espectáculo del proceso de elaboración del vino, que inicia con la recolección de frutos y la selección de la uva para su control de calidad. Luego continúa con el despalillado y estrujado de la uva en maquinarias para ir luego a su maceración, fermentación y remontaje a cielo abierto. El proceso sigue con el descube y la fermentación maloláctica, luego con la crianza y finaliza con el embotellado y el etiquetado.
Por otro lado, los sábados, domingos y feriados, la bodega ofrecerá degustaciones de los caldos de fermentación para que el turista pueda probar la evolución de la fermentación del jugo de la uva. También se degustarán vinos de crianza.
Desde la bodega sostienen que la actividad cultural es gratuita y que el único requisito consiste en llevar cámara de fotos y disfrutar del maravilloso proceso de la vendimia.
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El hechizo de la luna llena
A poca distancia, en la bodega Luna de Cuarzo guardan un enorme misticismo alrededor de esta fecha. Según Silvia Gramajo, una de sus propietarias, el buen vino depende siempre de una buena vendimia.
“Esta tiene que ver con las condiciones óptimas que se dan al cosechar la uva. Debe hacerse de acuerdo a una visión enológica a partir de análisis químicos para determinar su grado de azúcar, lo que permite identificar el momento justo para la cosecha”.
Por otra parte, la emprendedora destacó también el rol del ojo del viticultor. “Cuando se aprieta la uva y salta la pepita se considera que es el día de la vendimia”.
Por último, enfatizó la importancia de la mística y de la astronomía en una buena vendimia. “En esta finca también nos basamos en la biodinamia, es decir, en decidir cuándo es la luna llena para que la cosecha se realice con una amplitud cósmica. Se considera que la luna llena atrae los fluidos hacia arriba, por lo que este estado es óptimo. Al unificar estos tres criterios decidimos cuándo será la vendimia, que es una maduración óptima tanto en el momento como en el lugar justo”, reveló Silvia.
Si bien estimó para el próximo 3 de abril el comienzo de la recolección de su “cosecha tardía”, explicó que “esta no se produce al mismo tiempo en todas las fincas. La fiesta suele realizarse cuando la última finca cosechó las uvas. Aquí en Colalao, con el último racimo que se cosecha se comienza a cantar y a disfrutar lo que nos dio la Pachamama”. La viticultora confesó que en Colalao sueñan con tener un terroir definido y una identificación de origen: “Somos pocos pero tenemos la misma meta, y estamos orgullosos porque hacemos vinos de calidad”.
La participación en la Vendimia es gratuita. Para reservas y mayor información sobre la Vendimia o visitas guiadas el resto del año, comunicarse a Las Arcas de Tolombón a los números: 381-5464656; 381-3351240 o (0381) 4308821, mail info@bodegalasarcas.com.ar y Luna de Cuarzo al 3814094600.
Más información: www.tucumanturismo.gob.ar/prensa
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