Recreando la historia
Desde la ciudad de Rosario, un artesano argentino se ha convertido en unos de los referentes de la fabricación de armas de avancarga, tanto en el mercado local como extranjero. Sus piezas han participado en películas de Hollywood.
Docente terciario, artista plástico, periodista, escritor, son muchos de los calificativos que se podrían utilizar para definir a este rosarino de cincuenta y nueve años que ha irrumpido hace años en el ambiente de las armas, de una forma muy particular.
Efectivamente, Osvaldo Reynaldo Gatto – de él se trata – se ha dedicado a la fabricación de armas de avancarga con una maestría tal que le ha valido el reconocimiento de usuarios extranjeros que valoran muchísimo sus piezas.
Osvaldo, ¿en qué consiste tu carrera docente?
Soy profesor de historia y geografía, actividad que he ejercido en forma ininterrumpida entre 1988 y 2003. También me he recibido de profesor de pintura y dibujo, dedicándome a la pintura artística.
¿Cómo ingresaste a este mundo… el de las armas de avancarga?
Siempre estuve vinculado a la artesanía… ya desde pequeño incursioné en el terreno de las armas antiguas fabricando mi primer pistola de avancarga con tan solo doce años.
¿Tuviste maestros en esta materia? ¿Ejemplos a seguir?
No, en esto fui siempre autodidacta y comprenderás que me costó muchísimo remar contra la corriente, mucho más que cualquiera, dado que la actividad – en nuestro país – no es entendida como lo es en los países del primer mundo.
¿Por qué las armas antiguas y no las modernas te apasionan?
Digamos que en un arma de fuego antigua, están representados todos los saberes manuales del hombre. Es lo máximo para un artesano.
Es verdad, no lo había visto desde ese punto de vista… madera, metales, grabados, ornamentos, mecanismos… y sobre todo una gran precisión en la construcción. Osvaldo… sin duda tus conocimientos en otras materias han colaborado en esta actividad…
Así es, mi pasión por la historia, por la tecnología, por el arte…. se aunaron en esta disciplina donde yo me he convertido en un estudioso de las armas antiguas – fundamentalmente las de fuego – de las que te diría que soy casi un experto.
Contame la parte de la realización de esas armas.
Al día de la fecha me dedico a la compra, restauración y venta de armas originales antiguas. Y poseo el taller de fabricación de réplicas de la clase avancarga, único en Latinoamérica.
¿Que lo hace único?
Cuando te digo único en Latinoamérica me estoy refiriendo a que nadie posee un taller dedicado a esta disciplina, pagando sus impuestos, teniendo la autorización municipal y provincial y siendo reconocido nuestro trabajo en todo el mundo, cubriendo todas las especialidades por lo polifacética de nuestra producción.
¿Cuándo comenzó eso? ¿Trabajas sólo?
Como te dije lo que empezó siendo un hobby que con el tiempo me llevó a dejar la docencia sistemática, en el año 2003. A partir de allí me dedico de tiempo completo a ejercer la actividad antes mencionada. Trabajan conmigo mi hijo Martín, mi hermano José Luis y nos asiste – con el mate y algún mandado cercano – mi papá José, de 80 años. Lo nuestro es un trabajo enteramente familiar.
Y todo comenzó con el aprender a restaurar y a copiar formas de estos objetos históricos por excelencia, nada causa menos indiferencia que un arma, más si ésta es antigua y está cargada de historia.
¿Utilizan piezas de alguna fábrica que las produzca en serie, como componentes?
Hacemos absolutamente todos los componentes, desde cero. Cortamos el tablón de nogal o la madera que sea, aunque con preferencia lo hacemos de nogal. Perforamos los caños, los estriamos, fabricamos los mecanismos pieza a pieza, templamos los muelles que darán la fuerza a ese mecanismo, más toda la tornillería necesaria. El bronce latón para las guarniciones, etc. lo hacemos dentro del taller. No intervienen terceras manos en la fabricación de nuestras piezas.
Sus clientes, en general, ¿pertenecen al mercado local o son extranjeros?
Hubo una época que exportamos. Mi esposa Graciela fue durante ese tiempo, la “exportadora oficial”. Lo hicimos con réplicas de pistolas de chispa, mecha, percusión y rueda, siendo estas últimas una verdadera rareza en estos lugares del planeta. También incursionamos en el terreno de la fabricación de artillería, habiendo mandado durante cinco años – desde 2002 al 2007 inclusive -, gran cantidad de cañones. Desde el chiquito de escritorio, hasta los tamaños de escala real, lo que nos permitió formar parte sin quererlo de algunas películas hollywoodenses, como por ejemplo “Piratas del Caribe”, donde los cañones nuestros se ven funcionar.
¿Y que respuesta tienen del mercado local?
Hoy día estamos tratando de abrir el mercado nacional, ya que el nivel artesanal alcanzado se compara con el de los artesanos norteamericanos y europeos. Lo que no se ve reflejado en el precio alcanzado por las piezas que fabricamos. En cualquier parte del mundo las armas artesanales valen fácilmente entre cuatro y cinco veces más caras de lo que aquí las vendemos. Pero por supuesto esto no significa que si se lo envía al exterior, nos haríamos ricos. Por ser el nuestro un país no considerado internacionalmente como productor de armamento, nuestro trabajo es visto con admiración y aprecio, pero nunca llega a ser considerado en el extranjero como si se tratara de una realización de un artesano europeo o estadounidense. Pese a ello, hace poco tiempo tuvimos la satisfacción de ver “campeonas internacionales” a pistolas nuestras y haber homologado en la Asociación Mundial MLAIC, un modelo de una réplica de pistola de mecha japonesa, de nuestra construcción.
La actual política respecto a las armas de fuego y las dificultades que provocan las resoluciones del órgano de aplicación de la Ley de Armas… ¿los perjudica en algo?
Las armas que fabricamos, coleccionamos y comercializamos, son modelos anteriores a 1870 y con preferencia, las que se cargan por la boca, llamadas de avancarga. El año mencionado se toma como límite para la libre tenencia y la libre comercialización en nuestro país, y en muchos países del mundo a los que hemos enviado nuestras piezas.
Alguna detalle o consideración que se me escapa y que quieras comentar…
Hay algo en lo que quiero poner énfasis, para que se refleje en esta nota, y que tiene que ver con lo conceptual. Por ejemplo me importa de manera muy particular que quien ve nuestro trabajo, comprenda lo que está viendo. Existen muchas formas de llegar a una réplica de un arma antigua. Hoy existen fábricas en el mundo no muchas, pero algunas, que venden artículos similares a los que nosotros producimos fabricados de manera industrial, de producción seriada y generalmente orientadas a cubrir el mercado norteamericano, considerado el más grande del mundo para este tipo de consumo. Otra forma es la de poseer una réplica de un arma antigua proveniente de la compra de un “kit” de fabricación extranjera. Es decir, los elementos preparados para que el cliente los termine de manera hobbysta. Nada así se hace en nuestra tierra.
¿Y las armas de Osvaldo Gatto son diferentes?
En nuestro caso y aunque suene repetitivo, nosotros construimos absolutamente todo lo que tiene que ver con el arma antigua terminada. Es decir, comenzamos eligiendo el modelo, al que reproducimos dentro de lo posible en bosquejo, o en material plástico, o masilla o lo que fuere, ya que muchas veces el arma original debe ser devuelta prontamente a su propietario. Y de ahí se pasa al tablón donde se corta la culata, se perforan macizos para llegar a los caños, se funden los modelos cuando esto es posible, se fabrica la tornillería, los muelles, las guarniciones. Absolutamente todo es artesanal.
Es importante comprender porque cuando uno ve una pieza nuestra terminada, no imagina el esfuerzo que hubo que realizar para llegar a obtenerla. Mucha lima …mucha forja… nunca puede medirse la cantidad de horas que esto demandó por lo que poner un precio es siempre antojadizo y siempre este termina siendo muy por debajo de lo que debería ser. Solo trabajamos por encargo ya que no podemos tener stock alguno, pero aunque eso obligue al cliente a esperar, ellos saben que al recibir su encargue finalizado, serán poseedores de un artículo construido especialmente para ellos, pensando en cada detalle, convirtiéndolo en único, exclusivo, e irrepetible.
¿Tus obras, son réplicas exactas de las originales?
Nuestras réplicas tienen sólo gramos de diferencia con las originales y son – por supuesto, dada la calidad de los materiales modernos -, mucho más seguras en su utilización que los originales de época.
Osvaldo Reynaldo Gatto es un hombre apasionado por lo que hace. Que ha sabido utilizar sus conocimientos de historia y artes plásticas, para – con gran habilidad y exquisita artesanía – recrear una época, desde la ciudad de Rosario y para todo el mundo.
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Víctor José Sarnaglia
Estos SEÑORES son un orgullo Nacional, es la gente a la cual se debería ayudar aunque sea facilitándole las cosas, trabajan con una calidad tremenda, con una dedicación sin igual. Lástima que no me de el bolsillo para tener algo así.
Víctor José Sarnaglia
Estos Señores son un ORGULLO NACIONAL, por su calidad de artesanos y por la precisión y dedicación. A ésta gente deberían ayudar los gobernantes, aunque sea facilitándole las cosas. Lástima que no me de el bolsillo para comprarles la carabina que siempre quise. jajajj