Eugenio Weinbaum

No somos bichos de TV, somos aventureros

Entrevista de Revista Aire Libre para su edición de Febrero 2018. Por Wilmar Merino

Si bien conocer la historia de las pasiones e historias de vida vinculada a la naturaleza es nuestro objetivo, una de las cosas que más nos gusta en Aire Libre es compartir programas de outdoor con nuestros entrevistados. Esto es, precisamente, lo que hicimos en Mar del Plata con uno de los mayores aventureros que tiene nuestro país: Eugenio Weimbaum, uno de los conductores -el otro es su hermano Sebastián “Culini”- del programa MDQ Para Todo el Mundo que emite Canal Trece. Y en un descanso entre viajes por el mundo buscando nuevas emociones y viviendo los elementos a pura adrenalina, Weimbaum nos acompañó en una pesca de altura en Mar Del Plata, su lugar en el mundo.

Capitaneados por Mariano de la Rúa, titular de la empresa Aquafish, salimos a pescar peces limón, especie vedette del verano, y aprovechamos la hora y pico de navegación hasta los points rendidores, para ir conociendo a nuestro entrevistado.

“Soy nacido en Mar del Plata y la pesca forma parte de mi infancia, de la vida. De chico empecé con un grupo de amigos, a agarrar un palo de escoba y una línea de lengue. Y pescábamos en cualquier escollerita lo que había, usualmente pejerrey. A mi hermano Culini no le encanta tanto pescar pero le encanta el mar como a mí, el surf. ¡El pesca olas!.

-Son hombres de mar y el agua está siempre presente en sus aventuras aunque a veces los viajes los lleven tierra adentro

-Si totalmente. Después de un tiempito, cuando estas de viaje, si no tenés mar, sentís la necesidad de mojar las escamas de vuelta… te empezás a secar, a ponerte crocante. Y todo esto del amor al mar se lo debemos agradecer a nuestros viejos que nos transmitieron esto. Ellos tomaron la decisión de vivir en Mar del Plata para estar más cerca de la naturaleza, para sentir que está esto que es mucho más grande que vos que es el océano.

-Atahualpa Yupanqui dijo que la Argentina tenía tres misterios: habló del llano, la selva y la montaña. ¿Le faltó el mar?.

-Sí, le faltó el mar, sin dudas. A mí me tira el mar, por lo menos. Siempre he pescado pero con líneas de mano, esta es una de las primeras veces que voy a pescar con caña. Siempre me gustó pescar, pero me gusta sentir el pescado en la línea en la mano. Nunca pesco más allá de lo que voy a cenar. Siempre salgo acá en Mar del Plata en un gomón con el Patito Ross, un loquito pescador de Mar del plata. Salimos con una soguita de mano a pescar en La Restinga o en cualquier punto de pesca cercano a Mardel.

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Eugenio no pudo con su genio y en esta salida, pese a que había equipos de última generación, sorprendió a todos sacando de su bolsito una línea de mano y un carretel con una soga. Se fue a cubierta y pidió algo de carnada. Allí empezó a meter besugos, meros y un hermoso salmón de unos 10 kilos que se le cayó al agua justo al izarlo, por no pedir ayuda a los marineros de a bordo. “Así me gusta, con la soguita”, dice orgulloso sin lamentar la pérdida.

-Han llegado desde Mar del Plata a ser conocidos por todo el país descubiertos por Nico Repetto. ¿Cómo nació esa relación?

-¡Somos nacidos acá en Mar del Plata y buscados por todos lados! -dice riendo-. Nosotros venimos desde 1989 haciendo MDQ Surf, antes de hacer MDQ Para Todo el Mundo. Nacimos en CCTV un cable de Mar del Plata, arrancamos el programa prácticamente junto con el nacimiento del cable, haciendo un programa para 200 o 300 abonados… ¡grabábamos fiestas de 15 para poder bancar los casettes y pagar el cable!. En 2001, 10 años después, nos llama Nico Repetto diciendo que era fanático del programa. Y nos propone que saliésemos pegados a Sábado Bus. Realmente fue el trampolín más grande de nuestra carrera, porque habíamos hecho algo en el canal Azul por nuestra cuenta, pero saltar al Trece y pegado a Sábado Bus fue un salto inmenso. Le vamos a agradecer toda la vida, porque al ser fanático del programa no nos cambió nada. La idea era coproducirlo, pero cuando le dimos la lata armada nos dijo que no quería cambiar nada, que iba a salir así, así que siempre le dimos nuestra onda

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-¿Cómo siguió aquella aventura televisiva?

– Ya empezamos a ser muy conocidos y para El Trece fue algo bueno. Nico nos daba el espacio pegado a Sábado Bus y nosotros le dábamos el programa hecho. Cuando él se fue del país y se tomó un tiempito de la TV, nos dejó en libertad de hacer la nuestra y continuamos por nuestra cuenta y canal Trece nos pidió que hiciéramos un ciclo y nos fue muy bien.

-Allí empezaron a trascender fronteras. Contanos algunas de las aventuras que hicieron cuando empezaron a salir de la Argentina

-Le dimos un par de veces la vuelta al mundo. El mundo es redondo pero tiene rincones, ¿viste?. Siempre nos quedan lugares para conocer. Pero estuvimos en sitios desconocidos realmente. Compartiendo rituales con tribus en Africa, en países como Tanzania. O en la India, con sus lugares críticos como el Ganges, que está re contaminado pero para ellos son sus aguas santas. Participando de rituales como el del Tinku, en Bolivia (N de R: Tinku en quechua significa “encuentro” y en aymará “ataque fìsico”). Este es un ritual donde se enfrentan diferentes comunidades y se rompen la cara, se matan, se arman ajustes de cuentas en un ritual muy loco y muy lindo. Es una vez año y me sorprendió muchísimo.

-Algunas veces pudieron integrar lo que ustedes traían en sus experiencias de vida a esos viajes, como ocurrió con La Pororoca

-Esa fue una vez emblemática porque sobrepasó lo que fue una aventura para tener el condimento del gran riesgo de enfrentar un acontecimiento natural. Se da una vez al año con el equinoccio y es tan regular que podés poner tu reloj en hora con La Pororoca. Pero tuvimos viajes fantásticos que nos llevaron a lugares ni soñados. Por ejemplo, nos metimos a bucear en 40 metros de profundidad en Honduras, en Roatán, una isla donde buceamos con tiburones. ¡Estábamos rodeados de tiburones enormes que nos podían haber desayunado!. Son aventuras que se dan cuando te ponés a hacer boludeces en el convencimiento de que “yerba mala nunca muere”, pero después las mirás y te das cuenta de que fue muy loco hacerlo. Pero de última estábamos en nuestra salsa. Te digo que más miedo me dio cuando tuve que bajar la escalera mecánica en el programa de Nico con el Saracatuga catunga” de fondo… las patas me temblaban más que al nadar con tiburones…

-¡Y eso que sos hombre de teve!. También los vimos almorzando con Mirtha Legrand

-Pero no nos sentimos cómodos, somos de MDQ, hacemos otra cosa, nosotros no somos gente de televisión sino de aventuras. Igual nos hacen sentir bien porque es buena gente, pero preferimos surfear a estar en un estudio.

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La tripulación del guía había hecho un sorteo de turnos para atender las cañas de Trolling apostadas en popa que se hallaban colando agua con aparejos de señuelos y fioccos. Nuestra charla se interrumpe cuando gritan “¡¡¡pique!!!!, que venga el del turno 2”. Eugenio era llamado a la acción. Por desgracia, perdió la pieza. Tuvo que esperar dos ocasiones más para, al fin, poder izar su primer pez limón. Le encantó la experiencia. Tras las fotos de rigor, volvemos a nuestro diálogo y aprovechando la circunstancia le preguntamos:

-¿Habías hecho jigging o trolling?

-No, hasta ahora pensé que jigging era un trago de colores con gin jaja ¡Es como un lengue modernizado!. Y trolling… bueno.. lo dejamos ahí. ¿Pero me encantó!

-Volvamos al programa. Contanos básicamente ¿Cuál es el objetivo que se proponen al encarar cada nueva temporada?

-Invitar a la gente a viajar con nosotros, a conocer lugares que no están en el circuito turístico, que nos son accesibles por más que tengas dinero para pagarte el pasaje. Y transmitir una experiencia de vida y un concepto de familia, aunque sea una familia rara como la nuestra que es más parecida a Los Locos Adams. ¡Y divertirnos!.

-¡Hasta sumaron a su mamá, Herminia!

-Si, es divina la vieja, no para. ¡Peor todavía de cómo la ven en la tele!

-Vuelven este año a la pantalla de El Trece. ¿Qué aventuras podemos adelantar que se verán en pantalla con los Weimbaum a pleno?

-¡Si volvemos!. Estuvimos grabando en Isla de Pascua mostrando rituales muy locos. En México nadamos con tiburones ballena… fue imponente, sabés que no te va a morder, pero es una mole… y si se asusta por algo y te da un coletazo te puede fracturar todo. Y ahora nos espera otro viaje a Africa. Son destinos que tenés que grabar previamente a salir al aire, porque llevan tiempo, como un mes, por eso tenés que estar con tiempo disponible para hacer esas grabaciones. Ahora vamos a ir a Etiopía, al Valle del Omo, donde la tribu de los Mursis se enfrenta con palos. Una cultura poco conocida. Al ritual este no te lo permiten presenciar. O si lo presencias, tenés que pelear. Nosotros vamos a tratar de acercarnos… Espero que no nos pase como el en Tinku que nos cagaron a trompadas… ¡todavía me duele!

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