Una vivencia única.
Por Amanda Merino para Revista Aire Libre de Febrero 2018
Se trata de salir de la rutina. No sólo del trabajo o del estudio, sino de la rutina de navegar siempre a la misma hora o de día. Por eso, salir a remar de noche es una experiencia poco común y relajante. Lo que hace que sea una vivencia única.
Se puede esperar ver la caída del sol flotando en un kayak sobre el agua y observar los colores cambiantes de un cielo que pareciera convertirse en el lienzo de un artista que, lentamente, va tiñendo de colores cálidos. Y que perseguimos con el suave ritmo del paleo a medida que esos colores anaranjados y amarillos, salpican el río.
Ya con la oscuridad sobre nosotros, es como si se desatara otra aventura. Los sentidos y la atención se agudizan, es que ahora sólo nos acompaña la luz de la luna llena-si es que coincidimos con el calendario lunar-o un cielo cubierto de estrellas que guían nuestra marcha.
Serenidad. Agua calma. Se confunde el río con el cielo y la vegetación. La luz refleja una silueta negra sobre el agua; puede ser un árbol. Todo se desdibuja. La remada es más pausada y cuidadosa a la vez. Es que a veces las sombras son confusas y hay que advertir si lo que vemos es un tronco o tan sólo el misterio de la oscuridad.
Hay una conexión especial. Ahora ‘el mirar’ no es lo principal. Percibir el silencio y la tranquilidad, los animales de la isla descansando…algún que otro canto de los grillos y el sonido de los búhos. Y escuchar ese sonido terapéutico de la pasada de cada palada, es como una caricia para los oídos.
Hay quienes reman durante toda la madrugada a la espera del amanecer para observar, en un mismo cuadro, cómo se despide la noche y da la bienvenida a un nuevo día, con el despertar de los pájaros.
Son vivencias que quedan en cada uno para toda la vida, como postales de recuerdo de algún viaje soñado, pero que no toda fotografía puede captar.
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Pero toda salida nocturna requiere tener precauciones. A continuación una lista orientativa de elementos de seguridad para llevar en el kayak que pueden servir para organizar una travesía o salida nocturna, con la salvedad de que esto puede variar según la experiencia de cada persona y la necesidad particular de cada una.
- Pala de repuesto.
- Luz todo Horizonte o linterna de mano.
- Luz Química.
- Material reflectivo.
- Luz de minero.
- Cuerda de seguridad.
- Achicadera.
- Bomba de achique.
- Esponja.
- Silbato.
- Espejo de señales.
- Cubre cockpit colocado.
- Cabos de vida.
- Chaleco salvavidas.
- Cuchillo con cortacabo.
- Bolsa seca con ropa de navegación y abrigo.
- Calzado náutico.
- Guantes.
- Lentes de sol (en caso de esperar el amanecer).
- Alimentos rápidos (turrones, barritas de cereal, picadillo, galletas, sopa).
- Elementos para fuego.
- Papel de diario, alcohol.
- Botiquín básico.
- Repelente.
- Rompeviento.
- Traje para lluvia.
- Toldo, lona o plástico de 2 x 3m.
- Kit de reparación (poxipol, poxilina, fastix, cinta, alambre, precintos, hilo).
- Agua.
- Lavandina en gotero.
- Documentación.
- Dinero.
- Celular y/o vhf.
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