La fábrica de pejerreyes

Visitamos la Estación Hidrobiológica de Chascomús

Nota de Néstor Saavedra para Revista Aire Libre de Febrero 2018

Si tenés una laguna en un campo privado y querés que rinda como pesquero de pejerrey, podés o debés, según sea el caso, sembrarla. Para conocer más sobre sobre la cría del pejerrey Odontesthes bonariensis en cautiverio y su siembra, conversamos con Gustavo Berasain, subdirector de Actividades Pesqueras y Acuicultura del Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires.

Estamos en un lugar histórico, que en noviembre cumplirá tres cuartos de siglo: la Estación Hidrobiológica de Chascomús, dependiente de la Dirección de Actividades Pesqueras y Acuicultura de la Provincia de Buenos Aires. Ningún sitio es mejor para entrevistar a Gustavo, que hace más de treinta años que trabaja para este organismo del estado provincial.

¿Quién puede pedir pejerreyes para repoblar su laguna?

Cualquier persona o entidad puede solicitar pejerreyes para sembrar a la Estación Hidrobiológica, sea por mail, teléfono o carta dirigida a la Dirección de Actividades Pesqueras y Acuicultura.

Algunas estaciones de piscicultura, ubicadas en la provincia de Buenos Aires, solicitan huevos para incubar y, luego que nacen las larvas, siembran en lagunas cercanas. La gran mayoría de estos peticionarios son municipales o de clubes de pesca. También entregamos larvas o alevinos de pejerrey para la siembra, en forma gratuita, porque parte del proyecto de la citada Dirección es mantener las poblaciones de pejerrey en las lagunas de Buenos Aires. Además vendemos a particulares, productores privados que tienen una laguna en su campo con un pesquero, cuya población de pejerreyes disminuyó o desapareció.

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¿Cómo desarrollan el proceso de crianza?

Desde 2002 realizamos todo el proceso en cautiverio. Ya no se sale, como sucedió durante casi un siglo, a capturar reproductores a las lagunas, para obtener huevos de pejerrey. La hembra desova en cautiverio, el macho fecunda y en pocos segundos se forma el huevo. Estos huevos se encuentran pegados a filamentos que descienden hasta el fondo de los tanques. Al día siguiente de esta fecundación deben ser retirados y separados, y se mide qué cantidad se obtuvo de cada lote de reproductores. Se saca una muestra y se mira con la lupa para saber qué porcentaje de esos huevos están fecundados. Estos están listos para entregar o vender. Ese huevo tardará en nacer unos diez a doce días, si lo incubamos con agua a unos dieciocho grados. Los huevos se pueden entregar en distintos períodos de desarrollo, pero generalmente se eligen los primeros, ya que es más fácil el traslado.

¿Qué es una larva?

Larva y alevino son sinónimos. Son pejerreyes recién nacidos, que no tienen más de dos días de edad. Esas cuarenta y ocho horas son lo que disponemos para trasladarlas dentro de la provincia de Buenos Aires u otras provincias, siempre que sean viajes que no sobrepasen un día.

¿Otras provincias les solicitan?

Se han entregado o vendido alevinos de pejerrey para La Pampa, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Mendoza, San Luis, San Juan, Jujuy y Catamarca. En las provincias serranas hay muchos embalses, donde el pejerrey ocupa un lugar importante dentro de la pesca deportiva. Hace poco, por ejemplo, estuvimos trabajando en los diques Las Maderas y La Ciénaga, de Jujuy, donde están manteniendo algunos lotes de reproductores de pejerrey. En 2017, muchos privados y organismos estatales buscaron alevinos desde la provincia de La Pampa, debido a las súbitas inundaciones que formaron muchas lagunas o recuperaron otras, y se les busca una utilidad.

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¿Y en el exterior?

En algún tiempo se exportaron huevos de pejerrey, la última vez, a Perú, hace como seis o siete años.

Junto con los pejerreyes, ¿brindan asesoramiento, si se los solicita?

Además de la producción intensiva de huevos y alevinos, hace más de veinte años que hacemos estudios en las lagunas de la provincia de Buenos Aires. Por lo tanto, tenemos una muy importante base de datos, con las características de las lagunas y la diversidad de especies y poblaciones, sobre todo, de pejerrey, lo que nos permite predecir qué puede pasar en cada laguna. Todos estos 176 estudios de lagunas de la provincia de Buenos Aires y otros trabajos donde explicamos los sistemas de cría intensiva de huevos, larvas, juveniles y mantenimiento de reproductores de pejerrey, se encuentran en www.maa.gba.gov.ar

Ese productor que pide pejerreyes llena una planilla, donde coloca las características de su laguna, y le damos una idea de qué puede pasar con esa siembra de alevinos. Por supuesto que puede haber cambios debido a la diversidad de otras especies que habiten ese espejo y ciertas características propias.

¿Hay lagunas que son mejores que otras para sembrar pejerreyes?

En las lagunas donde ya hay poblaciones de pejerrey es muy difícil estudiar qué impacto tiene la siembra. En estos casos, en líneas generales, les decimos que no es tan necesario hacer una siembra, porque la producción natural de esa laguna es muy superior a lo que nosotros podemos ofrecer.

Muchas lagunas que en su momento se habían secado y luego volvieron al normal nivel de agua, con siembras muy pequeñas, de dos mil a cuatro mil larvas recién nacidas, han recuperado muy rápidamente (dos o tres años) las poblaciones de pejerrey, porque no hay depredadores, y todo el alimento disponible que produce la laguna o zooplancton queda solo para el pejerrey y, por ende, este crece muy velozmente y al año ya se reproduce.

Entonces, ¿cómo podemos clasificar a las lagunas según esta óptica?

Las lagunas con mejor calidad y cantidad de zooplancton se llaman verdes; las lagunas con mejores características para el dientudo, el bagre y la tararira son las de aguas claras. Estas últimas, generalmente también con muchos juncos, no son las ideales para sembrar pejerreyes. Nosotros asesoramos al productor para que la siembra sea exitosa.

Las lagunas que tienen muchas mojarras o dientudos (dado el pequeño tamaño de los pejerreyes presentados) no tienen las mejores características para sembrar pejerreyes, lo que no quiere decir que toda la siembra sea alimento para estas especies, porque a veces algunos sobreviven, se recuperan y se reproducen.

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¿Cuántos huevos desova una hembra?

Las hembras de pejerrey tienen posturas parciales, es decir que, en un período de seis meses, cada hembra va a desovar seis o siete veces. Por lo tanto, según nuestras experiencias, una hembra de 300 a 400 gramos ha desovado en una temporada reproductiva entre 30 mil y 50 mil huevos. En las lagunas, la cantidad de huevos que pone posiblemente sea menor, porque no tiene las temperaturas ideales que creamos en cautiverio, ni el alimento que le damos diariamente (cuando son pequeños les damos de comer cada dos horas desde la mañana hasta la noche, todos los días del año, haciendo guardias, porque ellos no tienen feriados, ni días especiales, ni nada).

¿Ahora cuántas hembras reproductoras tienen?

Cada año hacemos nuevos planteles de reproductores: los pejerreyes de mayor edad, digamos más de siete años, se van colocando en estanques especiales, que sirven para que los niños de los muchos colegios que nos visitan puedan verlos sin riesgos para el proceso. Estos pejerreyes más grandes se van descartando de este proceso porque, a medida que crecen, comen más y ponen menos huevos. En estos momentos debemos tener más de tres mil hembras.

¿A partir de qué edad se reproducen?

El pejerrey está en condiciones de reproducirse al año de vida, pero pone muy poca cantidad de huevos. Las larvas y juveniles que tenemos hoy serán buenos reproductores en unos cuatro años y hasta que cumplan más o menos siete.

¿Qué instalaciones poseen acá en Chascomús?

Las instalaciones incluyen todo el sistema de mantenimiento intensivo de reproductores: tanques de 20 mil y 80 mil litros con circulación de agua continua, donde alimentamos a los peces entre dos y tres veces por día con alimento balanceado; un sector de producción de juveniles, que consta de tres piletas de cien mil litros, donde en este momento tenemos juveniles de dos a tres meses de edad y donde se forman los nuevos planteles de reproductores; además, la sala de incubación y el laboratorio, con lupas y microscopios, donde se incuban los huevos por diez o doce días y se hacen los análisis de fertilidad de esos huevos.

Miramos las piletas y el edificio central construidos hace 75 años y pensamos cuántos pejerreyes nacidos en este lugar han saciado la pasión por la pesca de millones de aficionados. Nos alegramos que siga vigente esta estación en la que biólogos han puesto su tiempo y su talento para que muchas lagunas y embalses estén bien dotadas para recibir a los pescadores fanáticos de esta especie.

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