El impacto de la Industria del Aire Libre, al sur del sur
Esta industria en materia de pesca deportiva le representa a la ciudad de Río Grande, entre 150 y 200 millones de pesos al año. Por Néstor Saavedra
Si la nota comenzara diciendo que Río Grande, en nuestra austral Tierra del Fuego, es el paraíso de la trucha anádroma, seguramente sólo los expertos sabrían de qué hablamos. Por eso, el biólogo Miguel Casalinuovo explica que se trata de un pez marino que ingresa a reproducirse al agua dulce o, agrega, un pez de agua dulce que solo ingresa al mar para alimentarse durante breves períodos. Ahora sí queda claro: al sur del sur, se pescan unas truchas increíbles!
Tal es así que es tanta la demanda de plazas de los pescadores extranjeros que los Lodges sobre el río Grande, en algunos casos, son exclusivos de ambas márgenes, como La Aurelia, mientras que otros las comparten enfrentados, como Kau Tapen y Despedida. Los grupos reservan año tras año las mismas semanas de pesca y, salvo que lo modifiquen, así se mantiene y, virtualmente, ya no queda lugar.
Sin embargo no todas son noticias positivas. “Uno de los grandes problemas es la presión de pesca que sufrieron los ríos de acceso público, pues la ciudad creció muchísimo en los últimos 25 años”, comentó Peter Pereira Mullins, propietario de Angler’s Aventuras Fly Shop. Eso coincide con lo que indican los censos nacionales: en 1986 vivían en Río Grande poco más de treinta mil personas; mientras que el último censo (2010) muestra que la población aumentó un 120%, a 66.475 habitantes.
La Asociación Riograndense de Pesca con Mosca, la Asociación de Pesca con Mosca Ushuaia y la Asociación Civil Pesca con Mosca Tolhuin se unieron para formar un frente de control y administración de la recaudación de los permisos de pesca, funcionando también como lugares donde adquirirlos, junto con algunos comercios.
Hasta la temporada pasada, Tierra del Fuego se encontraba dentro del Reglamento de Pesca Continental Patagónica. Desde 2017/2018 se independizó y tiene sus propias leyes, además de un sistema de compra de la credencial por internet en el SIPED (Sistema de Información de Pesca Deportiva de Tierra del Fuego), que cuenta con una web en la cual se pueden registrar todos los datos personales, incluyendo una foto, antes de la emisión del permiso. Luego se paga y retira en los puntos de venta. El permiso debe ser exhibido, junto con el documento de identidad, a cualquier inspector de pesca que lo solicite.
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Al respecto, el inspector Emanuel Delgado advirtió que la licencia de pesca para los fueguinos cuesta casi tres veces más que el año pasado y, por ello, el número de venta de estos permisos bajó considerablemente de unos 7.000 a 3.500. Es decir, un 50% menos en sólo un año. El trabajo de Emanuel es riesgoso ya que más de una vez se ha tenido que enfrentar con furtivos armados. Su amor por la pesca deportiva lo ha llevado a esta labor en la que intenta educar con flexibilidad pero al mismo tiempo, con justicia.
El gobierno provincial habilitó sectores de pesca sin costo para pescadores residentes en los ríos Grande y Menéndez. Algunas estancias los abren entre uno y tres días, a razón de seis a nueve cañas por día. En María Behety, sector El Tropezón, se permiten diariamente quince cañas por la mañana y otras quince por la tarde.
El norte de Tierra del Fuego sorprende por su paisaje agreste, la buena pesca y las ganas que muchos tienen de preservar el recurso. Como Peter no explica muy bien: “el principio no es cuidar solo el río sino también sus habitantes, los peces”. Y eso da sus frutos.
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