Nacionales o Importados, acompañan el crecimiento de esta modalidad de pesca.
La pesca con señuelos ha tenido un gran crecimiento en la Argentina. Este fenómeno sucedió en dos etapas bien definidas: la creciente de 1998 significó el primer gran empujón ya que comenzó a pescarse masivamente dorados con artificiales en la zona del Delta y el Paraná Medio. Con el cambio de siglo llega el Baitcast, muy desarrollado en Brasil. La creciente del Paraná del 2010 trajo una enorme cantidad de dorados a la ciudad de Buenos Aires y los alrededores, que, por una cuestión de población, es la región geográfica de donde surgen más pescadores. Así nació el crecimiento más grande de la pesca del baitcast.
En estos veinte años, si bien disminuyó la práctica del trolling, tan típica del Alto Paraná, comenzó también la pesca con señuelos en el mar, con puntapié inicial en Mar del Plata, de la mano de Tomás Restano y Mariano de la Rúa. Las tarariras también desempeñaron un papel de gran difusión. Hace unos cinco años, en Córdoba, el grupo River Rats dio a conocer masivamente la pesca de esta especie con señuelos en los lagos artificiales de esa provincia. Esto coincidió con el revivir de las lagunas bonaerenses, luego de haber estado sin pesca de esta especie desde la nevada e intenso frío del invierno de 2007.
Para dimensionar el crecimiento de la pesca con señuelos consultamos a fabricantes e importadores.
Mariano Paczko, de Ventas y Desarrollo de Producto de la firma Gonzalo Galán nos cuenta que del primero de enero de 2017 al 28 de febrero de 2018 pasaron las 100.000 unidades vendidas (cifra que contempla señuelos duros, blandos, cucharas y ranas de goma, todos importados). Sobre la venta afirma que “creció notablemente con respecto a 2015, cuando vendíamos unas 50.000 unidades. Pensá que los señuelos que vendemos van desde $250 hasta, la mayoría, $500 al público. En estos últimos años, la llegada de muchísimos señuelos nuevos se difunde en boca en boca de cada pescador y con la ayuda de internet: las redes sociales están tan al pie del cañón mostrando productos, que son herramientas fundamentales para este crecimiento, que hoy no tiene límites”.
En este último sentido coincide con Pablo González, gerente de Ventas de Tech Tackle. Esta empresa vende de 20.000 a 25.000 unidades por año. De 8.000 a 10.000 pertenecen al segmento de los señuelos duros, fabricados en el exterior bajo la marca Tech; de 7.000 a 8.000 son importados de Estados Unidos y de 5.000 a 7.000 son señuelos nacionales, blandos, mayormente, pero también un crankbait y un slider. Aclara Pablo que “gran parte de los importados son paquetes de señuelos blandos. Por ejemplo, de la última importación que hicimos en septiembre desde Estados Unidos, el 80% eran soft: unas 3.000 bolsas de señuelos blandos, que, como traen distinta cantidad por unidad, significa una venta de unas 12.000 a 18.000 unidades, que liquidamos en quince días”.
Sobre el aumento de las ventas, añade: “crece constantemente. De 2015 a 2016 aumentó un 20 %; luego ese porcentaje bajó un poco, pero el rubro de los señuelos blandos lo mantuvo. Hace cinco años, estos soft implicaban un 10% de todos los artificiales que comercializábamos; hoy supera el 50 o 60 %”.
NG Artificiales, de Néstor Giovanelli, fabrica y exporta señuelos: unas 5.000 unidades el último año. Según nos explica, producen anualmente unas 70.000 unidades y, entre 2015 y 2016, la cantidad había crecido cerca de un 35%.
Pezcalandia, nos dice Jorge Vicente, vende unos 2.500 señuelos por año al público en sus locales, 90% de los cuales son importados. En el último año crecieron, en este aspecto, un 60%.
Marta Juan, de Alfer´s, en tanto, nos comenta que “la apertura de la importación perjudicó mucho la fabricación nacional de señuelos, como es nuestro caso, ya que no importamos. Y eso se vio reflejado en las ventas, por lo cual hubo que replantear qué modelos seguir fabricando y cuáles no. Tomando un promedio de los últimos cinco años, fabricamos unas 10.000 unidades anuales”.
Como es claro, entonces, la venta de señuelos crece al ritmo que le imprime el crecimiento también del baitcast. Hay, sin embargo, muchos que han retornado al spinning o lo siguen practicando desde hace años. Entidades, como la Asociación Argentina de Pesca con Señuelos, creada en octubre de 2009; torneos, como La Liga Señuelera, que se inició el año pasado; charlas, como las que dan distintos fabricantes e importadores son una muestra de este florecer sin antecedentes.
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