El Mundo de las luces
Segunda parte de este artículo. Por Karl Ness
En una nota ya publicada conocimos el material básico que necesitamos y ya aprendimos a configurar la cámara. Ahora vamos a introducirnos en el mundo de las luces para saber qué tipo de luz nos viene mejor para iluminar nuestra escena, y cómo jugar con la cámara.
Para el Ligthpainting más artístico, veremos que la iluminación será más artesanal, mientras que para la escena paisajística, la base suelen ser productos más comerciales.
Flash vs Linterna
Iluminar con el uno (el flash) o con la otra (la linterna) es totalmente diferente, tal y como vamos a ver a continuación. Mientras que en el primero la temperatura de su luz será siempre la misma, en el caso de la linterna podemos comprarla con diferentes temperaturas (aunque siempre puedes contar con los geles o celofanes; eso lo veremos un poco más abajo).
Flash
Vamos a empezar por descartar el flash incorporado de la cámara. Fundamentalmente por la ubicación, y por su luz.
Así pues lo primero será adquirir un flash externo con las siguientes características:
- Manual. Este parámetro es fundamental. El flash que tengamos lo usaremos siempre en manual. Si tiene TTL, o cualquier sistema de ayuda, lo desactivamos. Al igual que en la cámara quitamos cualquier automatismo, aquí también. Lo que pretendemos es configurar la potencia a nuestras necesidades. Para iluminar una escena, el flash irá desde 1/1 a 1/128, siendo la más luminosa la 1/1. Si decidimos iluminar con flash, indicar que a más potencia, más luz, más peligro de “quemar” o sobreexponer el elemento a iluminar. Es preferible dar toques de flash a más baja potencia, aunque eso suponga tener que disparar 14 o 20 veces. Pero así conseguiremos iluminar más uniformemente, y obtener sombras más suaves.
- Zoom. El zoom en el flash, es la apertura del cabezal del mismo. Pudiendo concentrar el haz de luz en una zona más puntual. Si lo que queremos es iluminar una zona mucho más amplia, podemos abrir el zoom a 24mm, por ejemplo.
Estos son los dos parámetros fundamentales que configuraremos en nuestras iluminaciones.
En muchos flashes, cuando colocamos el difusor en forma de capucha, hay que fijarse que automáticamente baja el zoom. En muchas ocasiones el uso del difusor no estará mal, pero hay que tener en cuenta este detalle.
Una característica, y quizás la más importante, es el tipo de luz que nos aporta el flash. Es una luz azul, lo que conocemos coloquialmente en nuestras casas como luz fría. Esto es muy importante a la hora de configurar nuestro balance de blancos en la cámara.
Mirá también: Fotografiando La Noche – Primeros pasos y equipos
Para conseguir realizar contrastes de colores, y mantener el color de la luz, cuando iluminemos con nuestro flash (sin gel), deberíamos irnos a una temperatura caliente, pondremos unos grados Kelvin superiores a 4000º. Si no, nuestra escena estará muy azulada.
Al empezar a utilizar el flash, pronto nos daremos cuenta de una virtud o defecto que tiene, y es que su luz es muy incontrolable. El haz de luz, parece salir disparado y rebotado sin control por toda nuestra escena. Esto es un problema si no queremos iluminar grandes superficies, porque contaminaremos otros elementos con nuestra iluminación. La iluminación suele parecer más difícil, pero una vez controlada la técnica, se transforma en una de las mejores herramientas. Un aliado indispensable. Recuerden que fotografiar significa dibujar con luz. Yo diría pintar con luz…en este caso.
Realmente no hace falta gastar mucho dinero en este accesorio, mientras que tenga lo que hemos indicado, nos puede ser de utilidad perfectamente.
Linternas
Dentro de las linternas, diferenciaremos dos grandes grupos, las azuladas o frías, al igual que como hemos dicho antes con el flash (como las led), y las amarillas o calientes. Tal y como pasa con el flash, si utilizamos una linterna de luz fría, aumentaremos la temperatura del balance de blancos, y si utilizamos una linterna cálida, nos iremos a un balance frío.
Fotopaisajismo. Una nota de Daniel Rivademar para Revista Aire Libre
La mejor virtud de las linternas, es que se puede controlar mucho mejor el haz de luz, ya que su haz o foco suele ser más pequeño y manejable que el flash.
Además, hay linternas que son regulables tanto en potencia como en el ancho del haz de luz que emiten, siendo éstas – realmente – extremadamente precisas.
También sería recomendable el uso de otras linternas más pequeñas para iluminar objetos cercanos y de escasas dimensiones. Aquí cualquier linterna pequeña nos puede servir.
La Luna y las Estrellas
La meteorología es uno de los factores claves es nuestras fotos y conocerla de antemano nos puede facilitar mucho la composición de nuestras fotografías. Las nubes, el estado de la Luna, y otras cosas como saber ubicar la vía láctea son fundamentales en este tipo de fotografías.
Ahora veremos qué factores debemos tener en cuenta, cuáles son los más favorables y cómo adelantarnos a ellos.
La Luna
Aparte de la idea romántica que pueda llegar tener este satélite natural, la verdad es que para nuestro objetivo la vamos a tratar como un simple foco de luz que varía su potencia dependiendo del estado (fases) en que se encuentra.
¿Qué cosas tendremos en cuenta de la luna?
Dos de las más importantes son la fase lunar, y la altura que tiene a la hora de fotografiar. La luna, en su fase creciente tiene forma de “D” y cuando decrece, tiene forma de “C”. Dependiendo de nuestro objetivo final, nos convendrá salir con una luna u otra.
¿Y cómo sé las fases lunares y la luz?
La Luna y las Estrellas
Hay multitud de programas libres en Internet. Por ejemplo, en mi PC de casa, tengo el Moonphase, programa muy completo que nos dirá el estado de la Luna actual, y a futuro. Además nos indicará a qué hora sale y a qué hora se pone la Luna.
Si dispones de un teléfono de última generación, puedes buscar en el AppleStore, si tienes un iPhone, o bien en el Market, para usuarios de Android.
Para este último caso (Android), tengo en mi teléfono el Moonstats, programa sencillo y muy eficiente, que además nos dirá en porcentaje la fase en que se encuentra hoy y en un día en concreto. Muy útil para planificar las salidas.
Otro detalle a tener en cuenta es que la Luna se mueve en el cielo y si optamos por incluir la Luna en nuestra composición, debemos tenerlo en cuenta para que no nos aparezca un manchón de luz (Luna en movimiento) en la fotografía.
Consejos Básicos Para Hacer Fotos a la Luna
¿Quién no ha querido hacer alguna vez fotos a la Luna?
Les aseguro que si siguen los consejos que les voy a dar en las siguientes líneas conseguirán hacer fotos a la Luna de una manera muy sencilla con unos resultados inimaginables.
1. Elige bien la hora
Para hacer fotos a la Luna no se necesita una hora especial; tan solo que la Luna esté visible. Puede parecer que la luna tiene un tamaño mayor cuando se encuentra próxima al horizonte pero, como bien se apunta en los comentarios más abajo, es solo un efecto óptico el que la Luna se vea más grande; si hacéis la prueba comprobaréis que, independientemente del momento que elijáis para hacer la foto, la Luna se verá del mismo tamaño.
Además, el hecho de que el cielo no salga completamente negro le da un atractivo adicional a la foto.
2. Utiliza la medición puntual
Si su cámara lo permite, utilice el modo de medición puntual de la luz (spot). Las fotos de la Luna son uno de esos casos en los que viene muy bien disponer de este modo de disparo, ya que la medición matricial o promediada que suelen tener seleccionadas las cámaras por defecto engañarán al sensor y probablemente la Luna salga quemada.
Al estar el cielo muy oscuro, el medidor de la luz promedia y la luna puede salir como una masa blanca uniforme, perdiendo cualquier detalle de su superficie.
Si tu cámara no permite utilizar la medición puntual, no desesperes; puedes utilizar otros modos de medición. Simplemente tendrás que realizar alguna que otra prueba hasta conseguir buenos resultados. Prueba a ajustar la exposición (baja el EV a través de una velocidad más alta o el diafragma más cerrado) para que la cámara subexponga. Con ello evitarás quemar la Luna.
3. Revisa el histograma
La mejor manera de comprobar que la foto está correctamente es revisar el HISTOGRAMA después de disparar.
Analiza el histograma y asegúrate de que las luces no queden reventadas (la parte derecha del gráfico debería concluir hacia abajo).
Si tu cámara dispone de un modo de consulta en el que las zonas quemadas de la foto parpadean, te resultará muy útil para comprobar si algo se ha sobreexpuesto.
4. Elige la Mayor Distancia Focal que Puedas
Haga zoom al máximo con su cámara. Cuanto mayor sea la distancia focal, más grande saldrá la luna. Bastante pequeña se ve a simple vista la Luna como para que la hagamos más pequeña aún utilizando focales cortas.
5. Enfoca al infinito
La Luna está muuuy lejos. Fuerza el enfoque de la cámara para que ésta enfoque al infinito.
Si la cámara lo permite, coloque el modo de enfoque en posición manual para que quede fijado al infinito.
Si no tiene la opción de enfoque manual o no sabe cómo utilizarla, intente enfocar con la cámara en modo automático.
Es probable que al hacerlo el sistema de enfoque de la cámara se vuelva loco y no consiga enfocar. Busque entonces algo que esté lo suficientemente lejos (más de 100 m) enfóquelo, y manteniendo el punto de enfoque apunte a la Luna y dispare con su cámara.
Si la cámara está montada en un trípode, actúe de la misma forma, busque el objeto lejano, enfoque y luego oriente la cámara hacia la luna y dispare.
6. Usa una velocidad de disparo lo suficientemente rápida
Como la Luna está tan lejos, por mucho que lo hayamos estudiado de pequeños se nos olvida que se encuentra en movimiento. Gira lentamente alrededor de la Tierra. Pero no tan lentamente como para que no salga movida si no tenemos cuidado.
Una velocidad de 1/160 debería ser suficiente como para que no salga movida. A partir de ahí, si utilizamos una focal muy larga, tendremos que utilizar una velocidad aún más rápida para que la foto no salga trepidada por nuestro propio pulso – si es que no utilizamos trípode –.
Se recomienda empezar con f:8 y 1/125 para ISO100 como punto de partida para iniciar las pruebas. Permite capturar los detalles y no quemar la toma. Un punto más de diafragma da un tono más sepia y uno menos, más blanco.
7. Prueba con unos prismáticos o un telescopio
Una vez un amigo me enseñó unas fotos increíbles de la Luna que había hecho con su pequeña cámara compacta y unos prismáticos.
Simplemente había puesto el objetivo de su cámara en el extremo de los prismáticos, acoplando a mano una lente con la otra. Es una solución bastante casera y es probable que no funcione bien, porque distorsione, aparezcan viñetas o simplemente porque no se obtenga la nitidez deseada. Pero desde luego no se pierde nada por intentarlo.
Impactos: 41