La Indumentaria
Por Lic. Ariel Maraulo (*) exclusivo para Revista Aire Libre
Para la elección de la indumentaria hay que olvidarse de las modas y de la estética y ser completamente práctico. Comodidad, poco peso y protección contra el frío, la humedad y el viento. Esto es, en general, lo que hay que exigirle a las prendas de vestir para la práctica de trekking.
La ropa tiene que estar acondicionada con el clima: con los rigores del frío invierno además, hay que prever también que el clima puede cambiar durante el recorrido. En verano, las temperaturas son altas y no hace falta abrigarse, pero puede caer un fuerte chaparrón en cualquier momento, en la mochila conviene llevar alguna prenda para este tipo de emergencias.
Con el ejercicio, el cuerpo va entrando en calor. Por lo tanto hay que vestirse de manera que puedan ponerse o quitarse prendas para regular la temperatura del cuerpo, para sentirse cómodo y no acabar bañado en sudor. Vestirse con tres capas garantiza también un mejor aislamiento contra el frío.
Las prendas en sí no producen nada, lo único que hacen es mantener el calor que desprende el propio cuerpo y evitar también la entrada del frío exterior. El mejor aislamiento térmico se consigue cuando se forma una capa de aire caliente alrededor del cuerpo. Por eso abrigan más. En general se recomienda vestirse en tres capas con prendas confeccionadas con materiales sintéticos que se sequen con facilidad, y prendas que por su confección permitan ventilar sin quitarla.
Cómo vestirse en invierno
En esta estación del año el objetivo primordial será protegerse del frío. Pero hay que pensar que la percepción de la temperatura no sólo está relacionada con los grados que marca el termómetro. El viento y la humedad aumentan enormemente la sensación de frío. Hay que buscar una indumentaria que proteja contra ambos factores.
La ropa interior
El tronco se equipa con varias prendas, ya que es la parte del cuerpo que más necesita ser regulada térmicamente. Conviene que las prendas que están en contacto con la piel sean de algún material que no absorba la humedad, como el polipropileno, que la expulsan fuera de la ropa. En invierno hay que olvidarse de las camisetas de algodón, aunque hay que reconocer que este material resulta quizás más confortable y agradable al tacto que los materiales sintéticos. Pero absorbe la humedad y tarda más en secarse. La lana también absorbe la humedad, pero no pierde, como el algodón, sus cualidades térmicas.
La tela recomendable es dry fit.
La capa intermedia
Para la segunda capa, sin ningún tipo de dudas, el material más adecuado es el llamado tejido polar. Dicho tejido proporciona el mismo aislamiento térmico que la lana, pero pesa la mitad y su mantenimiento no es tan delicado, y hasta húmedo abriga.
Las Prendas exteriores
Para la capa exterior hay que elegir una prenda aislante que proteja también contra el viento y la lluvia. Las prendas con un relleno de pluma ya no representan la mejor opción, como sucedía años atrás. En el mercado han aparecido algunos materiales sintéticos que presentan diversas ventajas sobre las prendas de pluma: que ofrecen un óptimo aislamiento térmico y poco peso. Sin embargo resultan totalmente incompatibles con la humedad, que les hace perder todo su poder aislante.
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Algunos materiales son totalmente impermeables, como el llamado perlón. Su impermeabilidad hace que no penetre el agua de la lluvia, pero al mismo tiempo tampoco permite la transpiración, lo que supone un inconveniente: acabar empapado en un baño de vapor.
El goretex es la mejor opción. Se trata de una membrana micro porosa sobre un tejido de nylon. El pequeño tamaño de sus poros impide el paso de las gotas de agua, pero permite que el sudor, en forma de vapor pueda salir. Casi todos los modelos llevan una capucha incorporada y los bolsillos deben tener algún tipo de cierre para mayor seguridad.
Pantalones
Hay que usar pantalones largos, para protegerse no sólo del frío, sino también de los posibles roces con ramas, etc. esta prenda debe ser cómoda. Los más adecuados son aquellos pantalones que se complementan con una malla interior para casos de baja temperatura. Las mallas pueden ser de algún material que funcione como un buen aislante térmico.
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Complementos
Algunas partes del cuerpo, como los pies y las manos, son más propensas al enfriamiento, ya que el riego sanguíneo llega mayor dificultad. En los días fríos serán imprescindibles unos buenos guantes, que pueden ser de lana o de fibras sintéticos. Para los pies sirve el criterio de las capas múltiples donde se destaca la utilización de medias de lana para complementar las botas de trekking, es preferible que no se usan de algodón por que conservan la humedad pueden producir ampollas. Para proteger la cabeza y el cuello de las bajas temperaturas habrá que ponerse un cuello de polar, o simple y un gorro de polar. Unos lentes de sol envolventes son la mejor protección para los ojos cuando el viento es frío e intenso.
Cómo vestirse en verano
Los consejos para la indumentaria en dicha temporada son más simple, poco se puede hacer para protegerse del calor, aparte de vestir ropa ligera y fresca. El material más apropiado es el algodón liviano o dry fit y de colores claros absorbe el sudor y con la presencia del sol se seca con facilidad, con lo que no hay que permanecer largo tiempo con la ropa húmeda, el peor riesgo de esta época es el sol.
Si se tiene la piel muy sensible, hay que evitar las prendas ajustadas y ponerse una camiseta larga para protegerse de los rayos solares. Lo más importante es resguardar la zona de la cabeza con alguna gorra con visera por el descuido traerá aparejado consecuencias en la piel.
(*) Profesor de la cátedra Deportes de Montaña de la orientación Actividad Física y Deportes en la Naturaleza de la carrera Licenciatura en Actividad Física y Deportes de la Universidad de Flores.
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