¿Cómo conducir con nieve y hielo?
Una encuesta de CESVI ARGENTINA arrojó un resultado sorprendente: el 70 por ciento de los encuestados, que viajaban hacia zonas de caminos con nieve o hielo, nunca antes habían conducido bajo esas condiciones. Ante este preocupante grado de desinformación y con la inminente llegada de las vacaciones de invierno, presentamos una serie de recomendaciones para acondicionar su auto, modificar su manera de conducir para que los caminos no se conviertan en pistas de patinaje.
En poco tiempo se iniciará la temporada de esquí. Los centros invernales de la Cordillera de los Andes están en plenos preparativos para recibir a miles de visitantes. Mientras tanto, muchos ya comienzan a planificar sus vacaciones de invierno. Si bien nuestro país, por su extensión y paisajes, ofrece todas las alternativas posibles al turismo, las zonas nevadas acaparan la mayor atención en esta época.
Hace unos años los lugares más visitados eran Mendoza y Neuquén; hoy la zona preferida para el invierno se ha extendido a regiones mucho más australes y frías como El Calafate o Ushuaia, sitios que presentan dificultades para los turistas que conducen por sus rutas de acceso. La nieve y el hielo son verdaderos obstáculos para los conductores.
La nieve en su etapa inicial se presenta como polvo blanco y el primer efecto negativo que ejerce sobre el conductor es la pérdida de visibilidad. Si cae de una manera muy copiosa genera un efecto parecido a la niebla, y se hace muy difícil penetrarla con los faros del vehículo, especialmente en la conducción nocturna. A medida que se va acumulando sobre el camino, comienza a afectar la adherencia de los neumáticos y la tracción.
La mayor dificultad aparece cuando la nieve depositada se congela y se convierte en hielo. Esto genera una verdadera pista de patinaje, lo que se denomina adherencia cero. En ese momento un neumático convencional pierde absolutamente la adherencia y cualquier acción brusca que se ejerza sobre el vehículo se traducirá en un trompo.
La “adherencia cero” no se produce sólo por las nevadas. Es posible encontrarla en muchos lugares donde nunca ha nevado. El frío sobre la humedad ambiente o el rocío también pueden generarla. Resulta peligrosa porque es muy difícil de percibir a simple vista. El conductor se da cuenta de su presencia recién cuando el vehículo comienza a dar trompos debido a la baja adherencia entre el neumático y el suelo afectando la estabilidad del vehículo.
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Zona de riesgo
Realizamos una encuesta en el peaje de la Ruta Nacional N°7 a 20 conductores que se dirigían por placer o trabajo a zonas con posible presencia de hielo o nieve. Se les preguntó si tenían experiencia en la conducción en estas zonas y cuál era el equipamiento básico que llevaba cada conductor para afrontar la posibilidad de nieve en la ruta.
El resultado nos pareció sorprendente. El 70% de los conductores jamás había conducido bajo esta situación climática, y nunca antes habían colocado cadenas a su vehículo.
Muchos de los encuestados ni siquiera conocían de qué se trataba eso. La mayoría mostró preocupación por la ropa de abrigo, dada las bajas temperaturas, pero ninguno llevaba un kit especial para la conducción sobre posible nieve. Además, muy pocos habían colocado aditivos al agua o al combustible para evitar el congelamiento. Tampoco habían previsto la posibilidad de quedar varados en el caso de que se acumule un exceso de nieve sobre la ruta.
A través de nuestra experiencia podemos afirmar que es tan peligrosa la presencia de hielo sobre asfalto como sobre el ripio. Sin embargo, la forma en que se involucran los conductores es diferente en cada una de éstas. En las primeras, las velocidades de circulación son superiores, por lo que la presencia de hielo sorprende al conductor en una condición muy desfavorable, llevando al descontrol total. Es común que se involucren todos los conductores que transitan por esta zona, salvo que los vehículos estén equipados con neumáticos especiales.
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En el ripio, que presenta humedad permanente, es posible encontrar hielo en toda la pista porque la temperatura es inferior a cero grados centígrados. Es por este motivo que el conductor circula con una actitud más precavida y expectante.
De todos modos hemos encontrado en estos caminos situaciones absolutamente extremas y peligrosas como, por ejemplo, que el mismo se encuentre borrado por acumulación de nieve y los conductores se accidenten al perder la huella. Es común en estas condiciones quedar atascados en lugares de nieve muy blanda sin contar con elementos especiales como doble tracción o cadenas en las ruedas. De esta manera se hace muy difícil superar la situación.
Siempre hay que tener presente que en muchas de estas rutas la señal de celular es muy débil y en muchos casos inexistente. Por este motivo es importante asumir una actitud preventiva para evitar sustos. Informe siempre su lugar de destino, la hora aproximada de arribo y la ruta que piensa utilizar para que, ante su ausencia, se puedan planear acciones de rescate.
Lleve alimentos ricos en calorías. Mantenga el tanque de combustible lleno, la calefacción del vehículo puede ser una excelente alternativa para soportar el frío. No olvide su kit de cadenas, pero recuerde practicar el uso de las mismas y así poder colocarlas de manera automática.
Para estas vacaciones de invierno piense fríamente. Además del abrigo y los equipos de esquí, acondicione su vehículo, tome precauciones en el manejo y preste mucha atención, para que su automóvil no circule por una pista de patinaje.
CESVI ARGENTINA recomienda
- Reduzca la velocidad en puentes, zonas sombreadas y en proximidades de arroyos donde con mucha frecuencia se encuentra hielo.
- Pise el pedal de freno con mucha suavidad para evitar el bloqueo de las ruedas. Si su automóvil cuenta con ABS pise el pedal de freno a fondo.
- Si pierde el control del vehículo, no frene, levante suavemente el pie del acelerador e intente controlar el vehículo usando el volante.
- Tenga en cuenta que las acciones sobre la dirección deben ser mínimas si quiere que el vehículo le copie la maniobra.
- En lo posible provea a su vehículo de neumáticos con clavos especiales para la circulación en hielo-nieve.
- La colocación de cadenas sólo es efectiva para trayectos cortos. Tenga en cuenta esto ya que es posible que en uso continuo dañe el pasarruedas del vehículo o que dichas cadenas puedan tomar un juego excesivo.
- Coloque siempre clavos o cadenas en las 4 ruedas.
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Neumáticos: Aptos para todo terreno
Cuando los fenómenos climáticos condicionan las rutas y caminos no alcanza con modificar conductas de manejo. A medida que las temperaturas descienden, las características de los compuestos muestran un decrecimiento en su elasticidad, dando como resultado una reducción de la superficie de contacto. Por esto es necesario utilizar los neumáticos adecuados para que el automóvil pueda circular lo más normalmente posible.
Los neumáticos M+S (abreviatura del término inglés Mud + Snow: Barro + Nieve) se caracterizan por su construcción, compuestos y banda de rodadura, que permiten circular sobre calzadas en mal estado, con barro, nieve e incluso hielo. Estos son muy utilizados en el norte de Europa, ya que sus inviernos son durísimos.
El alto poder de agarre de los M+S se logra con la utilización de compuestos especiales, tanto en la carcasa del neumático, que soporta temperaturas extremas sin endurecerse ni deteriorarse, como en la banda de rodadura, que contiene un caucho con alto contenido en sílice que multiplica su poder de adherencia sobre nieve y hielo. También posee un dibujo con múltiples laminillas que actúan como garras al rodar. La mayoría de estos modelos incorporan además unos pequeños agujeros para colocar clavos de tungsteno, capaces de agarrar al vehículo al terreno en superficies prácticamente heladas.
Los neumáticos Winter cuentan con excepcionales características de frenado y agarre sobre hielo. Están compuestos por una mezcla a base de sílice y son efectivos en la temporada invernal bajo condiciones ambientales extremas (barro, nieve y hielo), con temperaturas por debajo de los 7 grados centígrados.
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Hay otro modelo de neumáticos, denominado All Seasons (Cuatro Estaciones), que también tiene gran éxito en Europa. Se utiliza en los países ribereños del Mediterráneo donde los inviernos no son tan duros. Los All Seasons pueden utilizarse tanto en calzadas mojadas o ligeramente nevadas como así también en verano, sin el desgaste que pueden sufrir los M+S rodando en seco o en temperaturas elevadas.
Reconstrucción de un Accidente de Tránsito
Este accidente ocurrió próximo a la ciudad de Río Gallegos, en pleno invierno, sobre una ruta donde había hielo producto de las nevadas que estaban cayendo. Un Peugeot 405 circulaba por la Ruta Provincial N°5. Al llegar a una curva, el conductor perdió el control del vehículo y comenzó a derrapar realizando trompos hacia el carril contrario. Por allí circulaba una pick-up que al percibir la maniobra del Peugeot intentó esquivar hacia su propia banquina.
El impacto se generó cuando el conductor de la pick-up prácticamente logró detener la velocidad de este vehículo impactando el lateral derecho del Peugeot contra el frente de la pick-up. Los conductores del primer vehículo se encontraban desatados y el acompañante del conductor sufrió heridas graves.
Si el Peugeot 405 estuviese provisto de neumáticos con clavos o cadenas en las cuatro ruedas muy posiblemente el derrape no se habría generado.
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