El equipo de superación
En Aire Libre ya te invitamos a fotografiar a la naturaleza. Luego te presentamos el equipo de iniciación. En esta tercera nota pasamos al siguiente escalón. Por Karl Ness
Reiteramos lo que dijimos en la nota anterior, no incluimos la gama más alta de las ópticas porque su costo sólo se justifica dentro de la élite profesional. Estamos hablando de lentes cuyo valor en USA comienza en los u$s 5/6.000.- hasta cifras equivalentes al valor de un auto (sin contar las rarezas que, como tales, pueden costar una fortuna).
Por lo tanto lo aquí sugerido pasa por una réflex o mirrorless (Full Frame o APS-C). Para los acercamientos funcionará mejor el APS-C, ya que amplifica el efecto del tele en 50 o 60%, según el fabricante de la cámara. Por lo que un 600mm en un sensor Full Frame puede rendir como un 900 ó un 960mm en un sensor APS-C.
Pero, no ocurrirá lo mismo con los gran angulares, porque dicho efecto los estrechará y perderán gran parte de su cobertura. Ejemplo: un 28mm pasará a ser un 42mm en una Nikon y un 45mm en una Canon.
Por lo tanto, para aquellos que ya posean un cuerpo réflex o que hayan hecho la experiencia de fotografiar la naturaleza y aspiren a seguir evolucionando, sugerimos:
- 1 Cuerpo réflex o mirrorless de la gama de iniciación o intermedia con sensor FF o APSC – Canon, Nikon, Sony, Fuji, Olympus, Pentax, Panasonic, entre otras, son las más conocidas y garantizan excelentes resultados – será suficiente para nuestras pretensiones.
- 1 objetivo tele zoom 100 – 400mm ó 150 – 600mm será el instrumento vital para tener el alcance deseado.
- 1 objetivo macro de 60 ó 100mm. será necesario si queremos hacer macro de flores o insectos.
- 1 objetivo gran angular cuya distancia focal ronde los 20mm (o menos, si el sensor es APS-C) resultará imprescindible para los paisajes – aunque también descubriremos sectores del mismo que lucirán muy bien con el tele –.
- 1 Battery grip para tener mayor autonomía.
El resto de los elementos son similares a los ya citados en el Equipo de Iniciación.
Lo importante, una vez que dispongamos de los elementos básicos para generar las capturas, es planificar adecuadamente lo que iremos a fotografiar.
Los cazadores, seguramente, lo tienen claro y sabrán por lo que van. La Pampa, Entre Ríos, Río Negro, Neuquén, entre otros destinos, los tendrán atareados en esta actividad. Aún quienes salgan de excursión de caza y vayan a un coto pueden alternar concentrándose, parte del tiempo, en esta otra apasionante disciplina.
Lo importante, es hacerlo bien, sabiendo por lo que vamos e investigando previamente sus hábitos, lugares y horarios, acechándolos en lugares cuyo entorno e iluminación nos permitan realizar una buena toma.
También es importante ver previamente muchas fotos de lo que queremos capturar. Ver fotografías bien hechas es bueno, si lo que pretendemos es ser mejores fotógrafos, no sólo desde el placer estético, sino porque entrena la forma en que nuestro cerebro instruirá a nuestros ojos para ordenar en el plano fotográfico la forma en que quiere que se dispongan los distintos elementos constitutivos de la imagen.
Ver buenas fotos y tratar de hacer fotos con la mayor frecuencia posible son 2 ejercicios indispensables para progresar.
Resulta de fundamental importancia conocer de memoria nuestro equipo para no perdernos oportunidades por torpezas en su manejo.
No es mala idea tirar alguna toma previa en el lugar para ver cómo rinden la iluminación y el entorno y poder efectuar algunos ajustes previos a la hora de la verdad.
Hay que disparar, según lo que tengamos delante, toma a toma o en ráfaga. Si el sujeto es rápido o huidizo a no dudar que en ráfaga. Lo mismo que con el seteo del autofocus, AF-S si es estático y AF-C si es dinámico.
Hay que jugar bastante con la cámara para internalizar todo lo concerniente a su manejo.
Otro tema importante antes de oprimir el disparador es asegurarnos de que todos los elementos que se encuentran en el visor o la pantalla estén agradablemente ordenados y que ayuden a destacar al protagonista de la foto, que el horizonte de la misma esté alineado y que no aparezca nada raro o confuso. Por último, recomiendo que justo antes de disparar hagamos un recorrido visual consciente sobre los cuatro límites del visor o la pantalla para dar el OK final y oprimir, suavemente, el botón de disparo.
Recordemos que para obtener fotos nítidas debemos neutralizar nuestros movimientos y los de nuestro sujeto a fotografiar.
Los nuestros serán minimizados con una buena técnica de disparo – similar a las de un arma – y con el estabilizador de nuestro lente y/o nuestra cámara si también lo tiene. Los del sujeto a fotografiar lo serán a través de la velocidad de obturación.
En África, algunos fotógrafos de fauna, disparan casi siempre y como mínimo a 1/500 lo que los lleva a jugar con diferentes ISO a lo largo del día que pueden pasar de 100 a 3200 según las condiciones de luz lo permitan.
Obviamente, siempre tratan de que sea el menor ISO posible considerando que no pueden bajar de esa velocidad, a menos que tengan delante un ser estático.
Recuerden que en el triángulo de la exposición estas son las 3 variables, donde la baja velocidad amenaza con sujetos movidos, los isos altos con el ruido electrónico y la apertura o los diafragmas impactan en la profundidad de campo.
Una buen plan de exploración, un equipo adecuado para la captura, una razonable mimetización con el entorno, sigilo y paciencia son la base del éxito. Un viejo cazador, solía decirme… “al ciervo se lo caza más quedándose quieto que caminando”.
También resulta conveniente, desplazarse por las zonas en sombra y ante la duda permanecer inmóvil (nada nos delata más que el movimiento) y si hay que caminar en esa situación, hacerlo descomponiendo los pasos en punta – taco, esta técnica disimula nuestra condición de bípedos, la cual desgraciadamente, atemoriza a los animales.
Ojalá, puedan tener sus oportunidades, salir al campo, generar adrenalina en la captura y hacer algunas tomas con las que se sientan orgullosos. De ser así, por favor, no dejen de compartirlas!
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