Un negocio que no para de crecer
El consultor especializado en wellness y representante de la Clínique La Prairie en Latinoamérica, Willie Carballo, expresó que “el negocio ha tenido una evolución muy importante en los últimos 15 años, superando lo imaginable. La industria del wellness mueve montos tres veces superiores a los del sector farmacéutico en la actualidad. El futuro es imprevisible, pero indiscutible. Por consiguiente, no es extraño que la mayoría de las cadenas hoteleras hayan ido creciendo hacia esa dirección”.
En la misma corriente de pensamiento, Teresita Van Strate, titular de TVS Asesorías Técnicas (Wellness, Termalismo, Talasoterapia) y delegada de Termatalia en la Argentina, opinó que “en las últimas dos décadas se ha podido apreciar un constante crecimiento del sector que, según parece, llegó para quedarse, si bien aún queda bastante camino por recorrer para estar al nivel de los servicios brindados en países más arraigados en estas tradiciones, como los de Europa y Europa del Este, o aquellos de culturas milenarias en el cuidado del cuerpo como algunos estados asiáticos”.
Bienestar en la Hotelería
Van Strate, quien también es representante del Global Wellness Day que se celebrará el próximo 9 de junio en diversos puntos del orbe, manifestó que “instalar un spa no es privativo de una categoría específica de hotel. Si bien la inversión requerida generalmente los asocia con establecimientos de 4 y 5 estrellas -y esto es más frecuente de apreciar en las grandes ciudades-, existen en nuestro país algunos ejemplos de spas exitosos en hoteles de 3 estrellas, e incluso en hosterías.
En cuanto a las consideraciones a evaluar para crear un área saludable, la especialista afirmó que “no debe ser producto del azar ni un hecho improvisado, sino responder a un estudio de mercado, o al menos de los requerimientos y preferencias de los clientes del establecimiento; de una planificación; un diseño y un plan de negocios previo para saber qué instalaciones serán las más adecuadas.
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Consultada sobre qué elementos no pueden obviarse a la hora de montar un spa hotelero, Van Strate reseñó: “Un área de temperaturas, con al menos cabinas para sauna y baños de vapor, un circuito hídrico, un área de relax y un sector con cabinas para tratamientos secos o húmedos, individuales o dobles. Luego, las características del diseño y los detalles de la decoración dependerán del carácter del spa y de la propiedad que lo contiene”.
Por su parte, Carballo analizó cómo se ha ido transformando el mercado de los negocios saludables. “Cuando comencé a trabajar en esta área, en 1979, la palabra spa no se conocía. Luego, se acuñó el término y más tarde fue suplido por wellness, que es un concepto mucho más global. Con spa se hacía referencia a los tratamientos de masajes y cosméticos y a la hidroterapia, pero después el tema se volvió más complejo. La tendencia es que los centros de wellness vayan evolucionando hacia lo médico, la alimentación y los conceptos saludables.”
Las tendencias
Otro de los aspectos abordados por los especialistas fue la orientación del nicho wellness a futuro. Para Van Strate, “hay tendencias que van marcando el rumbo de la actividad, como las que enumera la Global Spa Summit y se corresponden con la necesidad de las personas de volver a las fuentes, de apartarse, aunque sea brevemente, del vertiginoso ritmo de vida actual, de ponderar al silencio como elemento reparador y redescubrir en las culturas ancestrales elementos para mejorar la calidad de vida”.
Carballo sostuvo que la industria del bienestar “estará cada vez más unida al factor ocio, que yo denomino un ´ocio inteligente´. Sin duda, los centros de wellness apuntarán a lo relativo a temas médicos, a la nutrición y los tratamientos detox. No digo que el spa cosmético o de masajes vaya a desaparecer, pero será muy difícil mantenerse si no se adapta y abarca temas médicos”
Fuente: Compartiendo Turismo
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