Hobbies al Aire Libre

03 Sep 2018 Informes Sectoriales, Rodados Deja un comentario

Pasión radiocontrolada

Por Julián Agüero, para Revista Aire Libre

Motorcitos, ruedas chicas y rulemanes diminutos son los encargados de poner a rodar esta pasión. Y aunque las partes que se utilicen no sean grandes por separado, si lo son los logros que han traído los autos en escala en los últimos años a la Argentina.

Sí, esos cochecitos manejados por control remoto que veíamos en algunas películas yankees fueron adquiriendo protagonismo en las vitrinas deportivas del país en los últimos años y con alrededor de 300 adeptos, han puesto a la bandera celeste y blanca en varios podios.

Pero como toda historia, siempre hay un inicio, y aunque es difícil precisar exactamente cuándo y dónde estos coches dirigidos a distancia comenzaron a correr, se podría decir que fue en Inglaterra durante la década del 70’ que el movimiento tomó fuerza. Desde allí se repartió a distintos lugares y rápidamente países como Estados Unidos, se unieron a la afición por estos vehículos.

El incremento de seguidores con el paso del tiempo y la necesidad de un reglamento obligó a crear un organismo que fiscalice y controle la actividad. Por eso en 1979 se creó la Federación Internacional de Automovilismo Modelo (IFMAR – las siglas en ingles). Trece años después, en 1992 se fundó La Cuarta Asociación de Carreras de Automóviles Modelo (FAMAR), que integra entre otros al continente sudamericano. Y en el 2000 fue cuando Argentina saltó al terreno de manera oficial con la conformación de la Asociación Argentina de Pilotos de Autos Radiocontrolados de Todo Tipo (AAPARTT), organización que al año siguiente organizó la primera fecha del campeonato nacional. Torneo que se disputa todos los años.

Fue a partir de ahí cuando los autos escala se metieron en serio en el terreno local, pero antes de eso ya se habían disputado algunas largadas. Y a pesar de que los datos están un poco crudos, el Presidente de AAPARTT, Ariel Ángel Mónaco, habló con Aire Libre y precisó: “En Argentina el hobbie empezó en el año 1980, en la Autopista General Paz y Superí. Ahí se corrieron las primeras carreras”. Y amplió: “Actualmente las categorías más populares son 1/5 Pista y 1/8 Todo Terreno (la nomenclatura indica la escala en comparación a un auto promedio real). Hay mucha rivalidad en las dos, lo que sería un Boca-River en el fútbol. Pero cada categoría es un mundo. Los autos, los mecánicos, el ruido, las carreras de las demás también son todas lindas y todas tiene su campeonato nacional”.
Y si bien, Mónaco siente y quiere al 100% todo lo que significa el mundo de los autos escala es capaz de reconocer que el avance de la tecnología le sacó territorio: “La aparición de consolas, computadoras y juegos online nos complicó. Eso aleja a los más chicos”. Aún así, los casi 300 pilotos que manejan el radiocontrol no se achican cuando ponen al nivel argentino bien alto y el titular de AAPARTT lo sabe: “No es casualidad que en los últimos siete años todos los campeones sudamericanos sean argentinos. Le damos mucha importancia al reglamento. En 1/5, 1/8 y en otras más estamos para pelear en cualquier lugar de Sudamérica. En Europa o Estados Unidos es otra cosa. Hay más plata y más inversión. La velocidad depende de la plata que le pongas” finalizó.

Y velocidad fue justamente lo que no faltó en el Mundial 2017 disputado en Buenos Aires. En esa cita Santiago Meirinhos se convirtió en ese año en el primer campeón argentino de toda la historia en el automodelismo. Victoria que también capitalizó al año siguiente cuando ganó la Copa América llevada a cabo en Fortaleza 2018, la cual contó con ocho compatriotas. Sumándose así a los triunfos mencionados por Ariel Mónaco.

Pero no solo hay que hablar de rapidez y éxitos, también toca mencionar las cifras. ¿Cuánto cuesta competir con un automóvil teledirigido?

Lo más importante son las partes del auto: confeccionar todas las piezas (barras estabilizadoras, amortiguadores independientes, freno de disco en las cuatro ruedas, motor, carburador, filtro de aire, embriague regulable, transmisión, etc.), puede tener un valor aproximado entre tres y cinco mil dólares según los entendidos en el tema. Por supuesto que mientras más tecnología se implemente, más elevado será su precio. Un monto que una vez adentrado y consolidado en la materia quizás se puede solventar mediante sponsors, pero es difícil.

Por otro lado, se debe contemplar el importe para las inscripciones de cada competencia que varían según magnitud:

Turismo Gran Escala Buenos Aires: 500$ pesos por carrera. Se disputa alrededor de una vez al mes
Campeonato Nacional: 1500$ pesos. Se corre una vez por año
Copa América: 25 USD de licencia y 100 USD de inscripción. Disputada una vez por año
Campeonato Mundial: 50 USD de licencia y entre 200 y 300 USD de inscripción. Se lleva a cabo cada dos años

Ninguno de estos certámenes premia a los participantes con dinero. Sin embargo, el hecho de no sacarle jugo económico a las competiciones no consigue evitar el crecimiento argentino en esta actividad y la pasión de disfrutarla al máximo como lo hace cada uno de sus pilotos, lleguen o no primeros a la meta.