Muy buenos resultados a pesar de las malas condiciones climáticas.
Lo más lindo de esta salida de pesca, fue compartirla con mi hijo Gabriel López, con quien veníamos planificando desde hace un tiempo una pesca junto. Combinamos para realizar la vista un domingo de fin de Agosto junto con otro amigo y guía, Daniel Suigo, con quien habíamos compartido una nota de pesca para Travesía de Pesca hacia 9 años !!!, Por suerte muchos años después nos volvió a unir esta hermosa pasión que es la pesca deportiva.
El acceso es todo por Autopista 9 con el acceso en el km 142, localidad que cuenta con mucha historia. Nos encontramos a las 11:30 hs en el Club de Pesca y Náutica de Baradero, pues más temprano no tenía sentido, total las tarus están picando al mediodía nos dijo nuestro anfitrión.
Observamos las muy buenas instalaciones del Club que ofrecen baños, sector para acampar con parrillas muy cerca de la costa donde había varios pescadores con sus familias compartiendo un lindo día. Con un fuerte viento de 40 km/hora, estaba claro que iba a ser un día difícil para la pesca.
Navegando el Pinto
Navegamos por el río Pinto parando en varios lugares al reparo, pero el agua estaba batida por el viento y los lances con señuelos se hacían difíciles. Daniel nos comentaba que en días anteriores en esos lugares había pique pero que hoy las hoplias estaban más reticentes a tomar los engaños.
No bajamos los brazos, seguimos navegando buscando nuevos lugares y casi a las 14 hs en una entradita de poca agua tuvimos los primeros ataques, capturamos una pequeña y dos se nos escaparon y tuvimos tres pique más fallidos, estaba claro que no comían con firmeza y al tocarlas nos dimos cuenta que estaban muy frías, no obstante igual la baja temperatura del agua, se animaron a picar.
Recién saliendo de su aletargo invernal, están apoyadas en el fondo y solo atacan aquellas presas que estén a su alcance sin grandes desgastes de energía, es por esto fundamental pasar con señuelos que desciendan lo suficiente y en forma lenta. Fui ahí donde nos encontramos con otro problema, si paseábamos el engaño lento por el fondo, se enganchaba con vegetación y el artificial no trabajaba bien. Era necesario limpiar el señuelo en cada lance.
Por este motivo, la mayoría de los piques se dieron cuando caía el señuelo y comenzaban a recorrer los primeros metros, en esos momentos eran atacados.
Señuelos pesados con sonajero
Empleamos los nuevos señuelos de la firma Payo Argentina que demostraron que funcionan muy bien a pesar de un día donde había que pescarlas, no estaban fácil. Entre los más rendidores citamos al: JOKER 70s, Lupus y Water Jet. Casi finalizando la jornada de pesca, navegamos hasta otro lugar donde se formaba una playada de poca profundidad, al caer el primer señuelo ya tuvo un pique y capturamos una hermoso ejemplar de 2 kilos.
En este lugar nos dieron muy buen resultado los señuelos con rattling (sonajero) , logrando una docena de capturas con algunas que llegaron a los 3 kilos de peso. También fue importante durante este día donde a veces nos tocaba el viento de frente, contar con artificiales pesados entre 20 y 40 gramos para poder ganar distancia en el lance, en este sentido el JOKER 70s resultó ideal para llegar a los lugares más alejados.
Cada captura fue manipulada con un bogagrip y una pequeña pinza de punta para extraer el señuelo sin tocar al pez y luego depositarlo en la orilla del arroyo para disfrutar el regreso a su medio, las taruchas con fuertes coletazos y levantando barro regresaron todas sanas y en perfecto estado. Otro elemento a tener en cuenta es contar con botas de lluvia o similar ya que en cada descenso tenemos que caminar por las costas donde hay barro y pastos o yuyos.
Casi al final Gabriel tuvo su premio a la constancia, había tenido algunos piques fallidos, incluso unos que le gano los juncos por no tener muy ajustada la estrella y se escapó. Finalmente realizó un largo lance y a mitad de camino su señuelo recibió el ataque de una tararira que luego de algunos saltitos fue capturada y devuelta sanamente. Esperamos que esta experiencia entusiasme al pescador y volver a contar con su presencia en la próxima pesca.
Un excelente arranque de temporada, a pesar del mal clima Baradero nos demostró que es una alternativa tener en cuenta para todos los amantes de la pesca de tarariras.
SERVICIOS:
Guía Daniel Suigo, teléfono: 3329602455
Ficha Técnica:
La tararira (Hoplias malabaricus) es un pez de agua dulce perteneciente a la familia Erythrinidae (del griego «erythrinos»).
Nombres comunes
Los nombres vernáculos que suelen dársele según las zonas son: tararira, taralila, pez lobo, guabina, tararayra, pirá naró, trahíra, tarahíra, tareí, mondiah, taré hui, tarango, tarucha, tarala, moncholo (norte de Colombia), tare’yi (guaraní), dentudo (Salta, Argentina), dientudo (Santa Fe, Córdoba y Corrientes), zoco (Santiago del Estero), Quicharo (Chocó, Colombia), entre otros.
Contextura corporal
La tararira es un pez robusto, de cuerpo cilíndrico y boca grande. Como buen carnívoro tiene una poderosa dentadura y hasta tiene dientes en el paladar. En temporada invernal, la tararira experimenta un aletargamiento, pasando los fríos enterrada en el lecho barroso o entre la vegetación. Esta característica no pasa desapercibida para los aficionadas a la pesca, ya que este predador se muestra delgado y voraz a mediados de primavera (cuando sale de su sopor), promediando el verano su peso aumenta pero disminuye su apetito, luego a principios de otoño se muestra muy pesada y sumamente voraz, debido a su necesidad instintiva de preparar reservas corporales para hibernar nuevamente.
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