La ingesta de plástico en los mares las está matando
En todo el mundo, las tortugas marinas están ingiriendo restos de plástico que flotan en el océano, pues los confunden con apetitosas medusas o simplemente son incapaces de sortear los desperdicios que las rodean.
Aunque se ha descubierto que algunas tortugas marinas han tragado cientos de fragmentos de plástico, ingerir solo catorce trozos aumenta el riesgo de muerte, de acuerdo con un nuevo estudio publicado el 13 de septiembre en Scientific Reports. El estudio reveló que las tortugas jóvenes son más vulnerables porque navegan con las corrientes en las que también se acumulan los restos flotantes y porque son menos selectivas que las adultas en cuanto a lo que comen.
En todo el mundo, más de la mitad de las tortugas marinas de las siete especies que existen ha comido desechos plásticos, de acuerdo con Britta Denise Hardesty, la autora responsable del estudio y científica investigadora principal que colabora con la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization de Tasmania. “Sin importar dónde estés, encontrarás plástico”, afirmó.
Se considera que seis de las siete especies de tortugas marinas se encuentran en peligro, aunque muchas poblaciones se están recuperando.
El estudio analizó información de dos conjuntos de tortugas marinas: las necropsias de 246 animales y 706 registros de una base de datos nacional de animales varados. Ambos grupos comprobaron que los animales que murieron por causas no relacionadas con la ingesta de plástico tenían menos cantidades de plástico en los intestinos que aquellas que habían muerto por causas desconocidas o por ingesta directa.
Pero es complicado llevar una estadística de las muertes. “No puedes afirmar que una tortuga murió por culpa del plástico solo porque hay plástico en su organismo, excepto en circunstancias atenuantes”, comentó Hardesty. Incluso un solo fragmento de plástico podría ser causa de muerte en ocasiones. En uno de los casos, se encontró a una tortuga con el tracto digestivo bloqueado por un trozo de plástico suave; en otro, su intestino fue perforado por un trozo de plástico puntiagudo.
En otros, se encontraron diversos tipos de material plástico en sus sistemas digestivos: en una tortuga marina había hasta 329 fragmentos. Debido a su anatomía, las tortugas marinas no pueden vomitar nada una vez que lo han tragado, aseveró Hardesty, lo que significa que todo lo que ingieren atraviesa los intestinos o se queda atorado.
Según la conclusión del estudio, la mitad de las tortugas jóvenes de tamaño promedio morirá si ingiere diecisiete fragmentos de plástico. Las tortugas marinas pueden vivir hasta 80 años o más, dijo Hardesty, y las jóvenes pueden no alcanzar la edad fértil sino hasta después de los 20 o 30 años.
La nota completa puede leerse en el New York Times
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