Dodgeball

21 Oct 2018 Sociedad Deja un comentario

De los colegios al mundo

Similar a los clásicos “quemados” se practica hace 8 años en Córdoba y otras partes del país. Comenzó como actividad recreativa en un campamento, se implementó en los secundarios y ya se aspira a que Argentina sea sede del próximo Campeonato Mundial. Por Nicolás González para Revista Aire Libre

El Dodgeball es un juego parecido a los clásicos “quemados”. En él se enfrentan dos equipos de 6 participantes cada uno y tiene como objetivo eliminar a los contrincantes golpeándolos en el cuerpo con balones. A nivel mundial, se hizo conocido y adquirió repercusión gracias a la película cómica “Pelotas en juego”, donde el protagonista interpretado por Vince Vaughn trata de salvar su humilde gimnasio participando en un torneo de Dodgeball.

Para jugar Dodgeball, en Argentina se utilizan canchas de paddle o de voley ya que sus medidas son similares y se coloca una red en ambos extremos. A nivel mundial, se juega con 5 balones, dos por cada lado y uno en el medio, pero en el país se practica con 6 pelotas “Pulpito” divididas en 3 para cada equipo.

Alejandro Vega Guardia, fundador y actual presidente de la Asociación de Dodgeball Argentina, relata cómo fue el surgimiento del deporte en el país y sus vivencias dentro de la organización.

¿Cuánto influyó la película “Pelotas en juego” en el comienzo de este deporte en Argentina?
Yo vi tarde la película. La vi dos años después que la película salió, pero la gente en Asia me decía: “nosotros jugamos Dodgeball gracias a la película”. En lo particular, conozco el deporte porque un amigo mío en Estados Unidos me comentó: “acá juegan un juego raro”. Entonces empecé a implementarlo con mis alumnos en un campamento, dentro de un sistema educativo que se llama Econaturismo y funcionó muy bien. Lo que tiene el Dodgeball es que es inclusivo, es un deporte sin género, que se pueden mezclar niños con adolescentes o adolescentes con adultos.

¿Cómo surgió la Asociación de Dodgeball Argentina?
La asociación surge porque no había ningún organismo que estuviera legalizado. Sentíamos que había que armarla con gente que tuviera en claro cómo conducir, porque teníamos chicos que querían jugar. En Buenos Aires hay chicos universitarios que juegan, entonces como eran más grandes tenían dinero para poder armarse y gestionarse. Acá en Córdoba teníamos que compensar que son adolescentes y no trabajan porque están estudiando. Existe una Federación y una Asociación, la Federación busca más lo económico y la asociación ha tratado de ser, a nivel mundial, una entidad que no busque específicamente el lucro.

¿Tuvieron algún incentivo desde organizaciones de otros países?
En 2010 nos contactaron a través de Facebook desde otros países como Singapur, Inglaterra y así, a través de las redes sociales, fuimos conectándonos con un montón de gente. Un día nos propusieron armar una asociación que fuese del país para participar en un mundial. En ese momento pensé que era algo utópico, imposible. Cuando fue pasando el tiempo nos dimos cuenta que Inglaterra lo que nos proponía era algo serio, querían que compitiésemos a nivel internacional. Ahí entendimos que teníamos que salir a buscar chicos no tan chicos, sino más bien adolescentes.

¿Cómo hacen para fomentar el deporte en los colegios?
Fuimos a ver un montón de instituciones escolares secundarias con el concepto de que el Dodgeball era un deporte de amigos. Ellos armaban un equipo con sus amigos y les armábamos un torneo cerca de su institución escolar para que puedan jugar. Estamos tratando de que esos equipos que se formaron dos años atrás pasen a tener una asociación civil concreta para después crear la federación de Dodgeball.

¿Qué proyección a futuro tiene la asociación?
El próximo objetivo es que los Yaguaretés, que son el seleccionado nacional de Dodgeball, puedan competir en el mundial. Para eso, el año que viene nos toca jugar la Copa América y tratar de clasificar. Lamentablemente por la diferencia con el dólar no pudimos viajar este año a competir a un premundial en Nueva York. El objetivo a mediano plazo es que la próxima sede del mundial sea Argentina. Porque el próximo continente para la asociación mundial de acuerdo con el crecimiento es Sudamérica.