Piden el procesamiento de dos funcionarios de ANMAC
La fiscal apeló la decisión del juez Ramos que les dictó la falta de mérito por no haber denunciado penalmente el arsenal encontrado en el supermercado.
La fiscal federal Paloma Ochoa reclamó el procesamiento de dos funcionarios de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) que no denunciaron penalmente el hallazgo de un insólito arsenal de armas de fuego, en una sede porteña del supermercado Coto, en 2016, y tampoco lo pusieron a resguardo. Lo hizo en la misma causa en la que fue procesado hace diez días el dueño de esa empresa.
Ochoa pidió los procesamientos al apelar las faltas de mérito que dictó el juez Sebastián Ramos en favor del director de fiscalización, resguardo y destrucción de materiales controlados de la ANMaC, Fernando Fumeo, y del coordinador de inspecciones, Juan Kotelchuk.
Según señala Tiempo Argentino, la fiscal sostuvo que “Los imputados decidieron no ejecutar el procedimiento debido y acorde al peligro detectado. Dispusieron únicamente el secuestro preventivo del material, fajando el lugar de guarda y nombrando depositarios judiciales, sin proceder al traslado de los artefactos ni formular denuncia penal alguna”.
Fernando Fumeo ingresó a la ANMAC durante la gestión encabezada por la Dra. Natalia Gambaro. Por Decisión Administrativa N° 1373 del 24 de Noviembre de 2016 se lo designó transitoriamente, a partir del 17 de mayo de 2016 y por el término de CIENTO OCHENTA (180) días hábiles contados a partir de esta decisión administrativa. Cumplido el plazo de 180 días hábiles, su designación fue prorrogada por otros 180 días mediante la Resolución 61/2017 del 16 de agosto de 2017. Con el cambio de autoridades en el Organismo, el Sr. Fumeo ya no trabaja allí.
Por su parte Juan Kotelchuk es un funcionario de muchos años en el Organismo, en el cual ha tenido diferentes responsabilidades.
Según señala Tiempo Argentino fueron los funcionarios investigados los que habrían dado las órdenes de ocultar el hallazgo de las armas según surge de la lectura del expediente y de las declaraciones de los que encontraron el armamento. “Para qué carajos se meten donde no se tiene que meter”, fue la respuesta que dijeron haber recibido dos inspectores, que declararon como testigos, por parte de Kotelchuk, el director de inspecciones. Tras esa reacción –relataron– el funcionario llamó a sus superiores y luego bajó la orden de dejar todo tal cual lo habían encontrado. No hubo traslado ni denuncia. Algo se estaba ocultando.
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