Los Vagamundos Argentinos

Perú a vista de pájaro

¡Hola, lectores de Aire Libre! Somos Víctor y Fernando, argentinos de nacimiento y vagamundos de corazón. En octubre de 2017 emprendimos un viaje sin boleto de regreso con la idea loca de darle la vuelta al mundo. Nuestra misión: traerles algunas de las mejores actividades en cada destino. En esta oportunidad, nos reportamos desde Perú.

¿Qué se nos viene a la cabeza cuando pensamos en Perú? Seguramente las ruinas de Machu Picchu, los muros incas y las plazas de estilo colonial rodeadas de catedrales. Aunque también está la otra cara: mar, selva, desierto, montañas y una infinidad de opciones para disfrutar de la naturaleza que esperan ser descubiertas por los que amamos la vida al aire libre.

Si te gusta sentir la adrenalina correr por las venas como a nosotros, sin duda esta propuesta te va a encantar. ¿Cuántas veces en la vida tendremos la oportunidad de jugar a ser un cóndor y sobrevolar el océano Pacífico? En la mayoría de los casos, para llegar a Perú toca pasar por la ciudad de Lima. Este es nuestro momento.

Si bien nos encontramos en una gran metrópolis, basta con recorrer la costanera del distrito de Miraflores para encontrar lo que buscamos. Hacia arriba, decenas de aventureros surcan el cielo y adornan el horizonte con coloridos parapentes. Hacia abajo, acantilados perdiéndose en un mar furioso que golpea las playas de piedra.

Solo hay que llegar caminando al Parque Raimondi, ubicado en el malecón, para iniciar el despegue sin necesidad de reserva previa. Son varias las empresas con las que se puede realizar la actividad.

Entre las principales se encuentran Autana, Kunturfly, Infinity y Aeroxtreme con precios que rondan los USD 80 por persona por diez minutos de vuelo. Para disfrutar de esta experiencia no debemos olvidar usar ropa cómoda, zapatillas deportivas, anteojos de sol y, si estamos en época invernal, un abrigo nos va a salvar de pasar frío.

Claro que si querés guardar un recuerdo único de este día, podés llevar tu action camera preferida. Una vez designado el instructor y tras unas recomendaciones básicas, solo queda subirse a la silla de vuelo y colocarse el casco. No sabemos cómo ni en qué momento, pero de un instante al otro ya nos encontramos en el aire. ¿Cuál es nuestra primera sensación? Libertad. Estamos volando sin el ruido de ningún motor, fuera de una cabina y con el Pacífico mirándonos de frente. Los autos y la gente se ven minúsculos en la Costa Verde, las olas parecen moverse lentamente y otros parapentes nos acompañan desafiando las alturas.

Sigamos con uno de los imprescindibles de este viaje.

Si visitás la cuna de las tierras incas es muy probable que recorras su Maravilla del Mundo. Lo que muchos no saben (y se enteran cuando llegan al complejo) es que se puede subir a la cima de la montaña Huayna Picchu a 2720 msnm, y su ascenso es una de las actividades más emocionantes de la experiencia.

En primer lugar, hay que asegurarse de comprar la entrada con dos meses de anticipación como mínimo, ya que solo pueden acceder 200 personas por turno. El precio es de USD 86 por adulto con la visita a las ruinas incluida.

¿Estamos listos? Muchos mitos y alertas habíamos escuchado sobre el trekking del Huayna Picchu, y algunos no muy alentadores. ¡Un motivo más para salir a desmitificarlos a todos!

Antes de empezar, no te olvides de cargar tu botella de agua, y asegurate de llevar protector solar, calzado cómodo y un gorro para protegerte del radiante sol de la puna. Si querés, también podés llevar bastones de senderismo para alivianar el esfuerzo. Nos espera una hora de actividad física intensa, en la que el esfuerzo va mutando junto con la vegetación y la temperatura.

Los senderos dan lugar a subidas un tanto empinadas mientras que el viento fresco de la base se transforma en un denso aire húmedo a medida que nos internamos en la montaña. Uno de los mejores momentos de la travesía es detenerse a descansar y darse vuelta para contemplar la inmensa postal de las ruinas que tenemos frente a nosotros.

¡Ya queda poco! Tras subir los últimos escalones al borde de la cornisa y trepar piedras con ayuda de las manos, llegamos a la cima. ¿Cansados? Un poco, ¡pero eso no importa! La vista de 360 grados que nos regala esta cumbre es tan magnífica que la repetiríamos sin dudar. Apto para cualquier edad, este trekking de dificultad intermedia encabeza nuestra lista de las mejores actividades al aire libre en Perú.

Estas son solo algunas de las oportunidades para disfrutar de la naturaleza que ofrece este país. Sin duda, las opciones sobran y hay para todos los gustos. En la ciudad o en sus afueras, cerca del pueblo más remoto o internándose en la cordillera, podemos encontrar un mundo al aire libre que nos va a cautivar por completo. Y ahora, ¿qué se te viene a la cabeza cuando pensás en Perú?

Si te gustó lo que te contamos, preparate porque hay mucho, muchísimo más. El viaje continúa y en la próxima nota te estaremos escribiendo desde un país diferente. Si sos ansioso y querés anticiparte un poco, podés mirar nuestro perfil de Instagram en @vagamundosargentinos. ¡Hasta la próxima!

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