Un aporte técnico / profesional para los señores legisladores.
Nota de Eduardo Julio Rodi (*) para Revista Aire Libre.
10 de diciembre de 2018. En su boletín informativo periódico (Newsletter del 11 de septiembre del corriente) la Revista Aire Libre, nos informaba de los avances realizados en la provincia de Mendoza, y en particular de su Cámara de Diputados, respecto de la creación de un registro de identificación balística. Nos detallaba el boletín, que en ese proyecto se afirma: “La Cámara de Diputados dio sanción inicial a la creación del Registro de Identificación Balística que tendrá por objeto contener “todas las características provenientes del disparo de un arma de fuego, su proyectil, su vaina y todo tipo de marca que los identifique, para asentar la información en el Registro que este proyecto crea. Así, se contribuye a lograr mayor celeridad y certeza en el proceso penal”, indican los fundamentos.”
En la provincia de Santa Fe, el diputado Santiago Mascheroni es autor de un proyecto que apunta a una iniciativa similar a la de la provincia cordillerana. En sus fundamentos, el diputado de la UCR, y ante una requisitoria periodística refiriéndose a las muestras colectadas y analizadas, afirmaba: “va a permitir a futuro, un mecanismo rápido de comparación ante una copia de material valiosísimo”. En otro párrafo de su declaración, continúa detallando: “Este sistema, y con muy buen criterio, lo está implementando el Ministerio de Seguridad para las armas de la repartición. Pero lo que nosotros planteamos es que este tipo de registro se haga para toda persona que compre un arma de fuego cuyas características permitan la identificación de proyectil y vaina.”
Existen ejemplos contemporáneos respecto de leyes aprobadas en nuestro Congreso Nacional, que no han cumplido con los objetivos declamados a la hora de legislar. La llamada Ley Blumberg (n° 25886 del 14 de abril de 2004), uno de los orígenes del descalabro que es, hoy en día, el Código Penal Argentino. La más reciente y mal llamada ley de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados (n° 27260 del 26 de mayo de 2016), que no reparó nada y puede llegar a ser histórica por ser el origen de la destrucción del sistema previsional solidario, como ya nos pasó en la década de los 90. Estos son solo algunos de los ejemplos de la mala praxis legislativa.
Con la intensión de realizar un aporte a los señores legisladores, desde un ámbito técnico profesional, y poner un granito de arena en pos de que no se cometa un nuevo desaguisado legislativo es que, luego de la propuesta recibida por el Director de ésta revista, Don Guillermo Muttoni decidí volcar, en estas líneas, el tratamiento de éste tema.
Complejo y controvertido, no solo por lo engorroso que significaría para todo el sistema registral vigente sino también por las técnicas, equipamientos y, fundamentalmente, el nivel científico indispensable del personal necesario involucrado, en calidad y cantidad, para cumplir una tarea como la que se pregona.
Con la idea de que el lector cuente con los fundamentos necesarios para interpretar acabadamente lo que estoy planteando, realizaré una pequeña reseña de lo que implica la individualización de un arma sobre la base de un informe técnico-pericial realizado en un laboratorio balístico.
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Criminalística – Balística Forense – La Ciencia
La criminalística se define como “la profesión y disciplina científica dirigida al reconocimiento, individualización y evaluación de la evidencia física, mediante la aplicación de las ciencias naturales, en cuestiones legales”. Sin embargo, es importante considerar que, en ausencia de cualquier otra evidencia o conocimiento de las circunstancias, incluso la huella digital de una persona específica y las pruebas de ADN resultan pruebas indirectas e insuficientes. A pesar de estar presentes y haber sido recuperadas de la escena del crimen, esto no implica que la fuente haya sido el autor del crimen. Las pruebas forenses se deben utilizar en combinación con otros hallazgos de investigación para desarrollar una teoría de lo que ocurrió en el lugar y determinar quién pudo haber cometido el crimen. No se puede establecer el vínculo con persona alguna en concreto a partir de las pruebas de balística por sí solas.”
Como vemos, ni el ADN, ni las huellas digitales, ni las pericias balísticas, como más arriba expresáramos, resultan ser pruebas definitivas por sí solas en el esclarecimiento de un hecho. Son todas ellas, más el trabajo del equipo interdisciplinario el que maximizará las posibilidades de una individualización certera.
Las características
Veamos cuales son las características que se buscan en el estudio de la balística forense, expresadas por uno de los más prestigiosos profesionales a nivel mundial:
“Cuando se dispara un cartucho y su proyectil entra en contacto con el tubo cañón estriado, éste le produce una serie de marcas que se denominan “Características de Clase”. Estas marcas pueden identificar la fábrica y el modelo del arma de la cual ha salido el disparo. Ellas resultan de las especificaciones que el fabricante ha determinado para el rayado.
Mitos sobre el control de armas. John Lott explica en este libro cómo los políticos, los medios de comunicación y los “estudios” fallidos han torcido los hechos sobre el control de armas
Estas características son:
- Números de macizos o campos y números de rayas o fondos
- Diámetros de los campos y de los fondos
- Anchos de los campos y fondos
- Dirección del giro del estriado
- Angulo del giro
Además de éstas características de clase, las imperfecciones sobre la superficie de campos y fondos marcan al proyectil produciendo lo que se denomina “Características Individuales”.
Para el caso de proyectiles de plomo (sin camisa), son más pronunciadas las que corresponden a la superficie de los fondos. Por el contrario, en el caso de proyectiles encamisados, las marcas de los campos son las más pronunciadas.
Estas características individuales son peculiares del arma de fuego en particular que ha disparado el proyectil y de ninguna otra. Son como las huellas dactilares del ser humano. Ni siquiera dos cañones, aún aquellos fabricados consecutivamente por las mismas herramientas en un proceso en serie de producción, producirán marcas iguales en el proyectil.” (Heridas por Arma de Fuego. Aspectos Prácticos sobre las Armas de fuego Balística y Técnicas Forenses. Vincent J.M. Di Maio).
La tecnología actualmente empleada para comparar muestras, por parte de cualquier laboratorio balístico medianamente equipado consiste, entre otros elementos auxiliares, del denominado “Gran Comparador”.
No resulta ser otra cosa que un microscopio, con visor único y porta muestra doble, que nos permite superponer la imagen de la pieza indiciaria o dubitada (la que se extrajo del lugar del hecho) con la muestra testigo obtenida en el laboratorio o desde una base de datos tipo. La imagen anterior se obtuvo en un gran comparador.
Mirá también del mismo autor: Recarga Deportiva -El 7,62 x51 mm NATO y el .308 Winchester, ¿Son el mismo calibre?
De todas maneras, es necesario destacar que desde los albores de la balística forense, el principio de comparación se encuentra presente, apoyado de diferentes herramientas con diversos grados de efectividad en su tarea.
Este principio tiene su origen en la década de 1920, cuando el pionero de la balística forense, Charles E. Waite le explicó su idea al óptico Max Poser y le pidió que le fabricara un microscopio para poder verificar las diferencias entre las Características Individuales, a las cuales ya mencionamos, existentes en proyectiles disparados de diferentes armas.
El óptico, le fabricó un microscopio dotado con un soporte que mantenía sujeta la bala, y con una escala de medición que permitía medir las lesiones más insignificantes que existieran en la misma. De esta manera, Waite dio un salto fundacional por el camino correcto cuando, entusiasmados por el desarrollo de las investigaciones, se le unieron el físico John H. Fisher y el químico especialista en microfotografía Philipp O. Gravelle. Gracias a esta unión nació, en Nueva York, el primer instituto de balística forense del mundo: el Bureau of Forensic Ballistics.
En la Imagen próxima se puede observar uno de los equipos LEICA con los que cuenta el Laboratorio Balístico de la Policía Federal Argentina, en la C.A.B.A., obtenida en una de las visitas que habitualmente realizamos con los cursantes de nuestro Centro de Estudios Balísticos Rosario -CEsBa-.
Este equipo sumado a la capacidad, conocimiento, experiencia de los peritos, y a un trabajo científico interdisciplinario indispensable, aumentarán las probabilidades de llegar a la resolución efectiva del caso.
En las imágenes que continúan, algunas de las superposiciones que se logran con este tipo de equipos de última generación.
La tecnología en la cual se está trabajando actualmente, en pos de asegurar y ayudar a una correcta individualización empleando la más confiable información, y que aún no ha llegado a nuestros Laboratorios en Argentina, es la imagen tridimensional.
A lo largo de años de análisis forense, los peritos han encontrado numerosas situaciones que complican la individualización. Estas pueden ser medidas deliberadas tomadas por el implicado tratando de generar contramedidas a la identificación, pero también pueden ser problemas mecánicos durante el disparo.
Se han catalogado al menos veinticuatro de este tipo de situaciones.
Las diez complicaciones más importantes por la frecuencia de ocurrencia, son los siguientes:
- balas de pistola disparada desde revólveres;
- balas de pistola disparados desde fusiles utilizando adaptadores;
- balas de pistola disparadas con fusiles, después de haber sido cargados de forma casera en las vainas de fusil;
- balas de revólver disparadas desde pistolas;
- sustitución de cañón de una pistola;
- sustitución del percutor en una pistola;
- rectificar la cara de apoyo del culote de la vaina en la pistola o revólver;
- modificar el percutor de la pistola o revólver;
- cambio del tambor del revólver, y
- re encamisado de un cañón de rifle con un perfil de ánima estriada nueva.
Otras complicaciones incluyen: “disparar una bala de un calibre a través de un tubo cañón de un calibre más grande” (las marcas de estrías superficiales e irregulares serán de poca ayuda en la identificación) y “el disparo de un arma o cartucho de revólver través de un cañón desgastado por el empleo intensivo” (las balas no muestran las marcas de estrías).
Como vemos, y sabrán apreciar, si bien la Balística Forense es una ciencia de relevancia y fundamental en el trabajo de la Criminalística.
No resulta sencillo reunir las condiciones para que los resultados nos brinden la posibilidad concreta de encontrar la resolución efectiva del caso.
De la tarea adecuada y profesional de cada uno de los especialistas, resultará la mayor probabilidad de lograr el éxito en la individualización de un arma de fuego aportando elementos de juicio para el esclarecimiento de un hecho. Apartarse de estas premisas, no hacen más que alejarnos de esa finalidad.
Antecedentes internacionales
Resulta interesante conocer las experiencias vividas en otras latitudes, antes de emprender un proyecto que indudablemente involucra un elevado compromiso del erario. Sobremanera en las actuales condiciones económicas de nuestro país, donde se restringen presupuestos en salud y educación para afrontar deudas con organismos financieros internacionales.
PRIMER CASO.
La organización de los Estados Unidos de Norteamérica que cumple funciones similares a nuestra Agencia Nacional de Material Controlado (ANMaC ex RENAR), es el Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives (Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.). Conocida con la sigla ATF.
Si recorren el sitio en Internet oficial de esta institución, encontrarán las siguientes definiciones: “En 1999, la ATF estableció la Red Nacional Integrada de Información Balística (NIBIN) para proporcionar a las agencias locales, estatales y federales encargados de hacer cumplir la ley una red automatizada de imágenes balísticas. NIBIN es la única red nacional que permite la captura y comparación de evidencia balística para ayudar a resolver y prevenir crímenes violentos que involucran armas de fuego. Es un recurso vital para cualquier estrategia de reducción del crimen violento porque proporciona a los investigadores la capacidad de comparar su evidencia balística con pruebas de otros crímenes violentos a nivel local, regional y nacional.”
Continúan en su descripción: “El éxito de NIBIN requiere el cumplimiento de los tres pasos críticos:
- Recopilación y entrada integrales: las agencias socias deben recopilar y enviar toda la evidencia adecuada para ingresar a NIBIN, independientemente del delito. La evidencia incluye cartuchos recuperados de escenas de crímenes, así como también incendios de pruebas de armas recuperadas.
- Respuesta oportuna: las investigaciones de crímenes violentos pueden desaparecer muy rápidamente, por lo que el objetivo es ingresar la evidencia en la red lo más rápido posible para identificar posibles prospectos NIBIN y posteriormente proporcionar esta inteligencia relevante y procesable a los investigadores.
- Seguimiento de investigación y enjuiciamiento: vincular crímenes no asociados ofrece a los investigadores una mejor oportunidad para identificar y detener a los tiradores antes de que reincidan.”
Y continúan con la limitación fundamental de este sistema, similar al que se pretende implementar en nuestro país: “Solo se ingresan a la NIBIN evidencia de armas involucradas en crímenes y componentes de municiones disparadas de conformidad con una investigación criminal. Por lo tanto, NIBIN no puede capturar ni almacenar información balística recopilada en el punto de fabricación, importación o venta; ni del comprador, ni fecha de fabricación o información de venta.”
Queda claro que el sistema se circunscribe a las armas involucradas en delitos o causas penales, nunca a los usuarios legalmente autorizados a la tenencia y/o portación de armas de fuego.
Lee también: La evolución del sistema registral de Armas en Argentina
SEGUNDO CASO.
En Maryland, Estados Unidos de Norteamérica, la ATF tiene uno de los laboratorios más importantes.
En el mismo estado, en la edición del Baltimore Sun, publicada el 14 de septiembre del corriente año, la periodista Erin Cox titula su nota “Maryland elimina la base de datos de “huellas digitales” de armas, después de 15 años fallidos”. En el copete, la autora afirma: “Maryland gastó millones en una base de datos de armas, que no resolvió ningún delito.”.
Continúa el artículo: “Desde el año 2000, el estado requirió que los fabricantes de armas dispararan todas las armas que se vendieran y enviasen las balas recuperadas a las autoridades. La idea era construir una base de datos de “huellas dactilares balísticas” para ayudar a resolver crímenes futuros.”
“Pero el sistema, plagado de problemas tecnológicos, nunca resolvió un solo caso. Ahora, los cientos de miles de muestras acumuladas podrían venderse como chatarra.”
“Obviamente, estoy decepcionado”, dijo el ex gobernador Parris N. Glendening, un demócrata cuya administración presionó para que la base de datos cumpliera una promesa de campaña.
“La base de datos fue un desperdicio”, dijo Frank Sloane, propietario de Pasadena Gun & Pawn en el condado de Anne Arundel. “Hay cosas que podrían haber hecho que tendrían sentido. Esto no tenía sentido“.
“En un antiguo refugio antiaéreo debajo de la sede central de la Policía del Estado de Maryland en Pikesville, el estado ha acumulado más de 300,000 muestras pertenecientes a otros tantos cartuchos, uno de cada arma de fuego nueva que se ha comercializado desde que la ley entró en vigencia. Llenan tres habitaciones cavernosas aseguradas por una cerradura de combinación común.”
“Nueva York siguió el ejemplo de Maryland y creó una base de datos similar, pero ese estado obtuvo fondos para el proyecto en 2012, el mismo tampoco demostró éxito alguno. Para entonces, estuvo claro durante años que los esfuerzos no estaban funcionando. En 2008, el Departamento de Justicia solicitó al Consejo Nacional de Investigación que estudiara el valor de crear una base de datos balística nacional con huellas dactilares de cada arma. Los investigadores, después de revisar los programas de Maryland y Nueva York, concluyeron que tal esfuerzo sería poco práctico y una pérdida de dinero.”
“Hubo 26 casos en los últimos 15 años en los que las muestras reservadas, con un elevado costo de mantenimiento por parte del estado de Maryland, ayudó a los investigadores de alguna manera, pero en cada caso los investigadores ya conocían el arma que buscaban sobre la base de la investigación en el lugar del hecho, dijo la policía estatal.”
TERCER CASO
El citado Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos de Norteamérica (National Research Council), citado en el caso anterior, en un libro del año 2008, bajo la denominación de Ballistic Imaging, (Imágenes Balísticas) de los autores, Daniel Cork, John Rolph, Eugene Meieran y Carol Petrie emite una publicación y análisis de la situación.
Este trabajo, evalúa el estado de la tecnología de imágenes por ordenador (base de datos con imágenes de comparación) en la identificación forense de las armas de fuego. Analiza la base de datos de las imágenes de vainas y balas con vinculación a hechos delictivos, de aplicación según la ley vigente en Norteamérica y recomienda maneras de mejorar la utilidad de esta herramienta en la resolución de las investigaciones criminales.
Sobre la base de la experiencia vivida en Maryland y Nueva York, éste informe: “Desaconseja la implementación de una base de datos nacional de referencia que incluyen imágenes de los testigos de cada arma de fuego recién fabricada o importada, en los Estados Unidos.”
Leé también: El desarrollo y la evolución de los sistemas arma – cartucho. Una nota de Eduardo Rodi en el libro del 80° aniversario de AICACYP
CONCLUSION
A lo largo de estas líneas he tratado de describir un panorama respecto de las complejidades del trabajo requerido por la Balística Forense. La tecnología aplicada y el nivel de capacitación que se requiere del personal involucrado para desarrollar ésta tarea científica. Trabajo en éste tema hace más de veinticinco años, y en la balística en general más de cuarenta y cinco años. Esto me ha permitido conocer la encomiable tarea que realizan los laboratorios balísticos de todas las fuerzas de seguridad y muchas de las policiales de las provincias. En los mismos desarrollan sus tareas excelentes profesionales. Pero, no son muchos los que están en el nivel científico adecuado para cumplir con el desafío que plantea la especialidad.
Como describí en la segunda parte de la nota, el mantenimiento de una base de datos como la que se pretende, demandará personal adiestrado en la materia con el cual hoy, no se cuenta. Además una inversión en tecnología y almacenamiento-mantenimiento que implica una inversión importante (varias decenas de millones de pesos al año). En las condiciones económicas actuales, de permanente ajuste en disminución de la inversión pública, me permito dudar que se cuente en el mediano plazo con ese apoyo presupuestario indispensable.
Estos inconvenientes ya se presentan en la provincia de Santa Fe, con el material mencionado por el diputado radical Mascheroni y el sistema que implementa el Ministerio de Seguridad de nuestra provincia, respecto de las armas de dotación. Habría que analizar, en este caso, la relación costo-resultados.
En definitiva sugiero humildemente a nuestros legisladores que, para no perder los años y millones en inversión, como lo hicieron los estados de Maryland y Nueva York, atender la recomendación del Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos de Norteamérica (National Research Council) y dar marcha atrás con la implementación de una base de datos nacional de referencia, que incluyan imágenes testigos y las muestras correspondientes, de cada arma de fuego fabricada o importada, en todo el territorio de la Argentina.
A nuestros lectores de Aire Libre, agradecerles como siempre vuestra atención y despedirme hasta el próximo número.
(*) Experto en Armamento
Coordinador académico
Centro de Estudios Balísticos Rosario
IGT01040
info@cesbarosario.com.ar
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Víctor José Sarnaglia
Mi estimado Eduardo: siempre muy claro e informado. El único sistema de éste tipo que tiene cierto nivel de eficiencia, que yo conozca es el derivado del Reporte Nacional Unificado del Crimen que maneja la FBI, es un sistema de carga de todos los Crímenes Violentos en los Estados Unidos que está digitalizado, pero la carga de datos, en el caso de la balística es únicamente de Armas, Proyectiles y Vainas utilizados en alguna transgresión a la Ley.
Te mando un abrazo y agradecimiento por llevar claridad sobre éste controvertido tema en el que mucha gente opina sin saber y porque queda bien.
Antes que ésto habría que tener una base de datos (digital) de ADN de delincuentes condenados, pero en el caso de nuestra Provincia de Santa Fe aún no se ha conseguido la Unificación y Digitalización de prontuarios, lejos estamos de las pretensiones del Diputado Mascheroni.
Un saludo cordial y respetuoso.
Eduardo Julio Rodi
Gran Abrazo Víctor, muchas gracias por tu comentario. Todos lo que hemos tenido o tenemos algún aporte serio y fundamentado en evidencias objetivas, no podemos dejar de aportarlo para modificar la confusión general que, lamentablemente y día a día, se generaliza en el mundo y en particular en nuestra querida Nación. Cordial y muy respetuoso saludo.
OSCAR ENRIQUE VANZETTI
Quiero hacer un comentario sobre la nota que habla de balística forense y que en mi opinión están equivocadas.
1) Se considera el padre de la balística Médico Legal a Henry Goddar por sus estudios realizados en EE.UU en 1835.
2) En el estudio forense de la superficie de una bala dubitada no se pueden estudiar LESIONES ya que ello solo se puede observar en seres vivos, que en el caso de la Medicina Legal y la Criminalística el objeto de estudio es el SER HUMANO.