Consejos para una pesca que “no es accidental”.
Nota de Leonardo Nalda para Revista Aire Libre.
Los pescadores sabemos que muy pocas veces podemos hablar en términos absolutos y, muchas veces, la verdad de ayer es derribada por la realidad de hoy. Hasta hace poco tiempo se sostenía que era imposible pescar carpas con mosca de otra manera que no sea ¨accidental¨. Esta nota esta dedicada a quienes, como yo, menospreciábamos erróneamente a este super pez.
Tabú con escamas.
Este es el titulo de un libro dedicado exclusivamente a la pesca de carpas con mosca, al estudio de su comportamiento, anatomía y habitat. Llego a mis manos, pero lo recibí con cierta reticencia. El pescador de truchas que vive dentro mío, se resistía aceptar a ese pez como un rival digno.
Si tenemos en cuenta que hasta hace unos pocos años (algo más de una década) se sostenía que la carpa no tomaba moscas, la evolución de esta pesca evolucionó a un ritmo vertiginoso y hoy contamos con muchísimo material al cual recurrir para comenzar con esta hermosa locura.
Escuchaba con cierta incredulidad los relatos de peleas épicas, peces vaciando reeles y una dificultad para conseguir las capturas casi extrema. En mi cabeza no me imaginaba a mi mismo intentando capturarlas, pero la semilla de la duda ya estaba sembrada.
Un tiempo después, tuve la suerte (como si el universo conspirara para ello) de presenciar una charla de Diego Flores, (autor del libro mencionado). La pasión que transmitió, sumada a la riqueza técnica de la charla terminó por volarme la cabeza y, en mi mente, acepte el desafío. La frutilla del postre fue que el mismísimo Diego Flores me acompañaría a mi primera incursión carpera para convertir en práctica toda la teoría adquirida durante la charla.
Chip truchero.
El primer obstáculo al que me enfrenté estaba muy arraigado en mi mente, y era dejar de lado el chip truchero para embarcarme en una aventura totalmente nueva. Reconozco que me incomodó mucho salir de mi zona de confort y asumir que todos mis años de experiencia con esta especie no servían de nada.
Lo primero que tenemos que hay que hacer para pescar una carpa es encontrarla. Mil veces me topé con ellas en mis incursiones baitcasteras en busca de tarariras. Muchas veces al descubrir que un movimiento en el agua correspondía a una carpa me decepcionaba, y de repente allí estaba yo …tratando de ubicarlas a como de lugar…parecía una ironía del destino que cuando quería verlas, ellas se mostraban esquivas y pensé que iba a pasar toda la jornada sin hacer un tiro.
Por suerte estaba acompañado de un experto que me mostró que donde yo no veía nada había bastante actividad carpera, solo necesitaba saber que y donde mirar para descubrirlas.
Entrenar el ojo.
Cuando no las vemos por la transparencia o profundidad del agua hay ciertas pistas que nos pueden ayudar a ubicarlas.
Los Muds son nubes de barro que delatan a un pez comiendo. La típica forma de alimentarse de las carpas es con la boca metida en el barro para succionar el mismo en busca de larvas e insectos.
Es increíble como una nube de barro en medio de la corriente de un arroyo, nos puede brindar muchísima información sobre la ubicación y actitud del pez que la formó. Diego con tan solo ver un Mud pudo determinar (por la disolución del barro en el agua) si era reciente o si ya tenia un tiempo de generado.
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También ver ese mud le dio las pistas de hacia donde se dirigía el pez y, uniendo las pistas, pudo trazar la ruta de alimentación de ese individuo.
Otra herramienta de la que disponemos al tratar de encontrar carpas son las burbujas. La descomposición de la materia orgánica en el lecho de ríos arroyos y lagunas, produce metanol, el cual queda retenido debajo del barro. Cuando la cantidad de este gas supera la resistencia del lecho, rompe el mismo y asciende a la superficie en forma de burbujas.
Cuando las carpas hurgan en el fondo, también liberan estos depósitos de gas delatando su presencia. Es evidente que hay que estar bastante entrenado para saber si las burbujas son producidas por un pez, pero estar atentos, nos puede revelar otras pistas que nos lleven a ubicarlas con más certeza.
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En mis primeras experiencias pescando burbujas, muds y otros indicios sin tener la certeza de que sean carpas, me tope con que Dientudos, pequeñas tarariras y hasta bogas, tomaban las mismas moscas destinadas a las carpas con bastante frecuencia. Lo cual volvió aun más entretenida la salida.
El Hatch de moras.
El término Hatch, en el mundo de la pesca de truchas podría traducirse como ¨eclosión¨, que es el momento en el que un insecto deja su estado acuático para emerger en forma de adulto. En una eclosión, miles de insectos suben a la superficie al mismo tiempo produciendo en las truchas un frenesí que las lleva a alimentarse de ellos de manera selectiva.
En nuestros arroyos y ríos, ocurre algo similar en las costas en las que hay árboles de moras. Cuando las moras están maduras y comienzan a caer al agua, podemos ver muchísima actividad de peces que aprovechan esa fuente rica de alimento. En ese momento del año, es casi seguro que debajo de un árbol de moras que vuelca sus ramas con frutos sobre el río, podamos encontrar una gran cantidad de carpas alimentándose.
Los equipos.
En este punto, topamos con la subjetividad del gusto personal de cada pescador, aunque la práctica nos demuestra que en cualquier arroyito podemos toparnos con ejemplares de 3, 4 o más kilos, por lo cual, el equipo mínimo para encarar esta pesca seria un número # 6.
Con respecto al reel debe poder albergar la línea más unos 80 a 100 metros de backing de 20 a 30 libras de resistencia. Con respecto al líder, al contrario de la pesca de salmónidos, debe ser corto, con un metro y medio terminado en un nylon 0,28mm o 0,30 mm vamos a estar bien.
Tengamos en cuenta que a partir de cierto tamaño, las carpas no tienen predadores naturales y dedican su vida entera a comer y crecer por lo cual en cualquier ambiente podemos encontrarnos con verdaderos monstruos de más de 10 kilos de peso.
La pelea con estos ejemplares se reduce a aguantar como podamos y rezar para que nada en nuestro equipo falle. En la primera corrida vamos a ver bastantes metros de baking fuera del reel y durante gran parte de la lucha toda la línea va a estar fuera de la puntera de la caña. Aún después de un buen rato de pelea, la carpa tendrá energía para sacarnos línea y muchas veces cuando pensamos que esta rendida a nuestros pies, recurre a un último esfuerzo traducido en potente corrida.
Conclusión.
Si tenemos en cuenta que su distribución geográfica abarca prácticamente todo nuestro país. Seguramente a unos pocos kilómetros de su casa tenga disponible un pez potente, peleador y muy astuto al que puede intentar engañar con sus moscas. Si tiene la suerte de vencer todos los prejuicios como me pasó a mí, seguramente se encontrará con una modalidad atrapante y un rival más que digno. Inténtelo y después me cuenta. Mucha suerte y buena pesca!!!!!
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