No hay que darse por Vencido, ni aún Vencido.
Realmente, hay situaciones que tenés que vivirlas para creerlas.
No siempre es un día más de pesca, cada salida es una anécdota.
Pituco, Tachu y quien narra la historia, Tanque, somos los protagonistas de un viaje al conocido “CORRENTOSO”. Un lugar que siempre atrapa por su naturaleza, lugares hermosos para acampar y un Gran Pesquero. Está ubicado en Colonia Mascías, Pcia de Santa Fe y recibe toda el agua del Majestuoso Paraná, haciendo que se convierta en un arroyo profundo y caudaloso, donde el agua corre a gran velocidad.
Nos fuimos con todas las ganas a sacar un Surubí y a degustar un buen asadito en la isla, cosa que salió casi a la perfección hasta el medio día porque falto el trofeo tan deseado. Pero como siempre decimos en el grupo, “Más vale un Mal día de Pesca, que un Buen día de Trabajo”.
Como a las 5 de la tarde, después de una buena sobremesa, les propongo a mis compañeros: “Vamos a sacarle los plomos a las cañas y hacemos un Garete (motor apagado y dejarse llevar con la corriente)en el Biguazal”, es un lugar que queda en el trayecto del viaje de vuelta, en total son unos 40’ de navegación hasta la bajada de lanchas.
Todos de acuerdo, comenzamos a cargar los bártulos, mesa, sillas, parrilla, etc. y emprendimos la vuelta con la idea de Garetear solamente en el Biguazal. Una vez llegado al lugar, nos acomodamos e hicimos los lances con “morenas y cascarudos”.
La radio, que siempre está encendida desde que subimos a la lancha, hacía ruidos de descargas, y al momento de agacharme y querer apagarla, intento apoyar la caña en la borda. Justo en ese instante siento un golpe en la mano y veo como el equipo completo se me va al agua.
Fueron 5 segundos de silencio con mi amigo “Pituco” que iba sentado al lado, viendo como desaparecía el reel en la superficie del río, cabe acotar que el combo es de primera marca y muy costoso (todas esas cosas pensé en esos segundos).
Un momento antes le había dicho a “Tachu” que iba en la proa, que se corra atrás mío para no enganchar o enredar las líneas.
Un segundo más tarde el mismo Tachu dice, “me parece que te enganché el reel”, y comienza a recoger viendo a simple vista que algo traía, o el equipo o un pescado. “Puede ser el reel” dice Pituco, yo casi ni respiraba esperando ver lo que asomaba a la superficie.
Esos segundos eran eternos, y eso que la línea que se deja salir es poca en comparación con otra modalidad de pesca.
Seguí sufriendo un poco más hasta que veo asomar la punta de la caña (si hubiera sacado el Quini 6, creo que la alegría era la misma), me tiro de panza sobre la borda y manoteo la punta que asomaba con fuerza, ahí me volvió el alma al cuerpo, como dice el refrán.
VAMOS TACHU QUERIDO, TENES PAGA OTRA PESCA AL CORRENTOSO VIEJO !!!!!!
El anzuelo estaba enganchado del tercer pasa hilo de la punta de la caña, desengancho y tomo con las dos manos la caña para asegurarla aún más. Cuando la levanto Pituco me dice: “¿debe haber sido algún pescado lo del tirón?”, ……..”yo pienso que si” le respondo y en ese preciso momento siento un forcejeo fuerte hacia abajo del bote y la caña que se me iba de punta, “Ah noooooo, acá hay bicho” digo, y empezaron a sentirse los infaltables SAPUCAY. Seguí recogiendo hasta que alcanzamos a ver un hermoso Surubí de 7 kg y el revuelo en la lancha que ni les cuento.
Después más tranquilos, analizábamos que como íbamos a favor de la corriente no se sentía que venía el pescado. Y a lo que no le encontrábamos explicación por más que lo analizáramos, era el bendito anzuelo en el pasa hilo.
Llegamos casi de noche al rancho donde parábamos, subimos la lancha y cerramos la pesca del fin de semana, después de esto ¿para qué más? A la noche unas buenas milanesas de Surubí con puré y ensalada, por supuesto acompañadas con unos vinitos.
La Pesca es así, sana, saludable, motivo de juntadas, de amistad, de descanso, de reflexión, etc.
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claudio
CHICA TU SUERTE !!!